«La Capital marca agenda por todos los periodistas que hacen radio leyendo La Capital»
FRANCISCO AROZA AUDIO ENTREVISTA
Radio Cadena de Noticias entrevistó a Francisco «Pancho» Aroza, periodista de la ciudad de Rosario. «El Tábano», como es conocido en el mundo de los medios, se refirió al presente de la comunicación en nuestra ciudad y en la República Argentina, desde una visión crítica. «Lanata es un sátrapa; no tiene ningún prurito en destruir a quien sea, no tiene el más minimo patrón de ética», indicó Aroza. (Escuchá el audio)
«No veo una toma de conciencia en los rosarinos del avance de la degradación que tenemos como ciudad. La creencia generalizada de votemos al menos malo nos ha llevado a este desastre de la inseguridad. Para gobernar no solamente hay que ser honesto, hay que saber gobernar, porque si uno no sabe gobernar termina haciendo cosas peores que las que hacen los deshonestos», indicó «El Tábano» para quien «estamos en mano de gente totalmente discapacitada para manejar un gobierno de la magnitud y el volúmen del de santa fe»
«En los últimos 30 años el 80 % de los periodistas han tenido su opinión comprometida no con la verdad, sino con algún grupo de poder al que deben responder, eso hace a la prostitución de nuestra profesión. Yo abandoné la profesión, cuando empezé a sentir un asco insoportable de pertenecer al grupo de poder más poderoso y más corrupto de la sociedad argentina que es el comunicacional», expresó criticamente Aroza, describiendo el proceder de los periodistas como «una suprema payasada, porque los comunicadores no hacen las preguntas que deberían hacer. Traen al político al micrófono para quedar bien con el político». En este sentido, también se refirió al pobre tratamiento de la noticia: «los comunicadores quieren llevarse la primicia, nadie elabora anda, nadie piensa».
Por último, «El Tábano» manifestó su opinión acerca del Decano de la Prensa Argentina. «La Capital marca agenda por todos los periodistas que hacen radio leyendo La Capital; desde que Nacho Suriani inventó esa estupidez de leer los diarios».
