Newell’s tuvo una floja producción y cayó sin atenuantes 3 a 0 contra Vélez
La Lepra esta vez fue superada por un equipo que simplemente supo cómo pararse y enfrentar a un conjunto aceitado y que juega casi de memoria. Pero ayer se mancó.
Newell’s no fue Newell’s. O, mejor dicho, Vélez jugó a lo Newell’s. Es un juego de palabras, pero que simplifica lo sucedido anoche en el Amalfitani donde el líder del torneo cayó por goleada y sin atenuantes. La Lepra esta vez fue superada por un equipo que simplemente supo cómo pararse y enfrentar a un conjunto aceitado y que juega casi de memoria. Pero ayer se mancó.
La Lepra salió con la idea de siempre, pero el rival se lo impidió. Porque buscó inquietar a Guzmán, aunque la primera clarita la tuvo Newell’s tras una jugada integral que arrancó con Pérez, Díaz, Bernardi y Figueroa, quien apareció solito pero su remate murió en las manos de Sosa. Vélez era pura ganas y vorágine que el Rojinegro supo contener con juego asociado. Tocando y haciendo circular la bocha, que es algo que sabe hacer a la perfección.
Pero Vélez se dio cuenta de que tenía que jugar a lo Ñuls. Es decir, presionando y manejando la pelota. Y eso hizo para tratar de lastimar. A los 19’ avisó con un tiro libre perfecto de Papa, aunque mucho mejor fue la reacción de Guzmán para volar y controlar abajo el disparo.
Newell’s perdió la brújula del partido. Se vio enredado y sin salida ante el ahogo velezano. A los 26’ López bajo a Cabral y todo Liniers pidió penal. Y a los 32’ un centro desde la derecha pegó en la mano de Casco. Rapallini esta vez cobró y Pratto, con un tremendo misil, puso el 1 a 0 para el anfitrión en un encuentro de alta intensidad. Sin descanso. Peleado y luchado hasta el hartazgo.
Berti movió el banco rápido en el entretiempo. Se quedó Aquino en el vestuario y mandó a Trezeguet para tratar de cambiar una historia que venía torcida. Y en el arranque nomás Tobio tuvo su chance de cabeza y Guzmán salvó su valla. Al ratito, Ñuls contestó a través de un habilitación perfecta de Bernardi para Figueroa, quien solo de cabeza le erró al arco.
Se dice que lo que se erra en un arco de enfrente se paga en el propio. Y fue así, porque Pratto luchó como un gladiador rodeado en el mediocampo, ganó, se fue y habilitó perfectamente a Cáseres para que tocara al 2 a 0. Y después sobre el final otra vez Pratto sacó una bomba que tapó Guzmán, pero el rebote le quedó a Cáseres para el 3 a 0.
El Newell’s de Berti cayó por primera vez en el torneo, algo que alguna vez podía suceder. Igualmente sigue siendo líder, por lo menos hasta que se complete la fecha. No es una derrota para preocupar, pero sí para ocuparse. Una caída no es para dramatizar. (La Capital)