Contradicciones 100 % Santafesinas: Oscar «Cachi» Martínez, ¿Kirchnerista o Massista?

El tema discursivo en política es una cuestión complicada, principalmente en épocas de transiciones históricas en las que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer. En ese brete, parece haber quedado trabado 100 % Santafesino, espacio político conducido por el Diputado nacional Oscar «Cachi» Martínez, ya que sus dirigentes no saben si identificarse con Sergio Massa o Cristina Fernández de Kirchner.

De andar oscilante, Oscar «Cachi» Martínez, el Jorge Boasso del peronismo santafesino, ha cambiado varias veces de jefe político a nivel provincial y nacional pero al no tener fortuna su último movimiento; esto es que el Partido Justicialista como institución avalara la figura de neolemas para competir en internas con su armado, y de realizar una pobre elección a lo largo y ancho del territorio santafesino (el longevo Raúl Carignano, cabeza de su lista cosechó 40.723 votos, apenas el 2,29%), se debate entre el casi saliente kirchnerismo y el massimo, o mejor dicho las esperanzas a futuro de un grupo de alcaldes del conurbano bonaerense y de dirigentes «tiempistas» como Felipe Solá, que confian en que el tigrense se transformará en el nuevo líder pejotista de la Argentina.

Esta dicotomía se expresa en el discurso de los dirigentes cachimartinistas de los últimos días. Jorge Murabito, uno de ellos, aliado circunstancial, no alguien del riñón del admirador del Brigadier López, dijo referenciándose en quien venciera a Insaurralde en la provincia de Buenos Aires: «Cien Por Ciento Santafesino es lo mas parecido a Massa». De hecho el slogan de campaña del ex amigo de Hermes Binner, hoy de vuelta en el panperonismo, fue «Queremos vivir en Paz», poniendo énfasis en el mismo aspecto que que identifica al conductor del Frente Renovador; la inseguridad, problema acuciante para la nación argentina del Siglo XXI. El arquitecto villagalvense, expresó no hace mucho tiempo: “El ciclo kirchnerista termina en 2015”, poniendo fecha de muerte al proceso iniciado en 2003 de la mano del extinto Néstor Kirchner.

Otro dirigente 100%, el «Gringo» Carignano que hasta hace meses estaba retirado de la arena política, manifestó una intención diametralmente opuesta a la de Murabito “A partir de ahora iremos a fondo con Cristina”, explicitando su decisión de acompañar a la actual primera mandataria de nuestro país.

También, el Presidente en funciones del Partido 100 % Santafesino, el sanjavierino Francisco Ruifernández, se sintió muy a gusto días pasados “compartiendo” en su cuenta personal de Facebook fotos y banners de Massa; publicaciones que luego “bajó” repentinamente.

A nivel Rosario, las contradicciones parecen profundizarse: luego de que Gabriel Monserrat desistiera de ser precandidato a edil, la depositaria de los sueños expansionistas en esta gran y cosmopolita urbe fue la Doctora Verónica Porcelli de Baró Graf, militante inclaudicable por el Derecho a la Vida, pero que no viene de las filas del movimiento justicialista, sino de la Democracia Cristiana, partido que en estas elecciones jugó con Rodriguez Saá. Baró Graf, no sólo no es justicialista, sino ha hecho públicas sus hondas diferencias con el proyecto político que hoy gobierna la República Argentina. Esta contradicción, quizás, explica la merma de votos respecto a las PASO del 2011, cuando si fue por el democristianismo.

Así la actualidad del sector político comandado por Oscar Ariel Martínez, quien en su momento fuera uno de los dirigentes más prometedores de la «Provincia Invencible», hoy venido a menos por decisiones entre erráticas y apresuradas. Un amigo, hace un tiempo, definió esa estrategia de “entrar y salir” del PJ como “santafesina”. Es verdad, tiene mucho de autóctona y rememora el proceder caudillista acuerdista-beligerante según la conveniencia, de los tiempos de su querido Estanislao López. Pero en la etapa política contemporánea, aunque el sistema de partidos esté herido de muerte; la abulia y/o el descontento ganen lugar en la cansada población y las ideologías no tengan el peso cultural que alguna vez tuvieron, aún cotiza en bolsa la plena identificación con un programa conceptual X, con un proyecto político determinado. A veces hay que jugarse hasta el final y morir en las trece como un aplicado capitán; no abandonar el barco cuando empieza a entrar agua.

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Antonio Abbatemarco

Director de Cuna de la Noticia