Francisco a los jóvenes: ‘Dios les da poder para construir un mundo nuevo’
«Sigan adelante y no tengan miedo», dijo el Papa a los peregrinos que participaron de la Jornada Mundial de la Juventud que hoy conlcuye en Río de Janeiro, exhortándolos a llevar el mensaje del Evangelio a todo el mundo.
El mensaje del Sumo Pontífice giró en torno a tres conceptos: “id”, “sin miedo”, “para servir”, tomadas del mensaje de Jesús a sus apóstoles cuando les pidió que fuesen a hacer discípulos en todo el mundo.
El Papa exhortó a los jóvenes que participaron de esta 28° edición de la JMJ a compartir con otros la experiencia vivida en estos días y a los sacerdotes que los acompañaron a seguir haciéndolo.
“La fe es una llama que arde cuando es transmitida; no dejen que se apague la llama de la fe”, les dijo Francisco a los cientos de miles de asistentes a la misa de clausura de la Jornada, en un mensaje centrado en el deber de evnagelizar.
“Cuidado, advirtió, Jesús no ha dicho ‘vayan si quieren’, dijo ‘¡vayan!’”.
Se estima que tres millones de personas participan de la ceremonia que da cierre a la 28ª edición del encuentro. AsistenDilma Rousseff, Evo Morales y Cristina Kirchner. Al finalizar, el Papa anunciará en qué ciudad se hará la próxima edición
Cientos de miles de jóvenes pasaron la noche en la playa luego de la vigilia de oración que se realizó anoche frente al gigantesco palco montado para la ocasión. Hubo espectáculo, música y un mensaje del Papa. Según las autoridades municipales, tres millones de personas particparon. Muchos peregrinos permanecieron en el lugar a la espera de la ceremonia de clausura de hoy.
La misa final de la 28ª Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) cambió de escenario por razones climáticas. Iba a tener lugar en el Campus Fidei de Guaratiba, a 40 kilómetros del centro de Río de Janeiro, pero las constantes lluvias de esta semana lo inundaron impidiendo que la vigilia del sábado se realizase allí. Todo fue trasladado a la playa de Copacabana.
Al concluir la misa, el Papa recitará el Ángelus y develará una incógnita: dirá el nombre de la ciudad que, dentro de dos años, será anfitriona de la próxima Jornada Mundial de la Juventud.
La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, invitó a sus pares de la región a asistir a esta misa de clausura. La primera en confirmar su asistencia fue la mandataria argentina, Cristina Kirchner, quien, campaña obliga, viajó acompañada del candidato a diputado de su fuerza, Martín Insaurralde.
También el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el de Surinam, Dési Bouterse, y los vicepresidentes de Uruguay, Danilo Astori, y de Panamá, Juan Carlos Varela Rodríguez, aceptaron la invitación.
Esta será la última actividad pública y masiva de Francisco, tras una intensa agenda que empezó el lunes 22 cuando llegó a Río de Janeiro, y que incluyó una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en el estado de San Pablo, una visita a una favela de Río, una gran fiesta de bienvenida en Copacabana y una reunión con dirigentes políticos, sociales y empresariales del Brasil, entre otras actividades.
Por la tarde, habrá sí otras reuniones más privadas: a las 16 horas (19 GMT), el Obispo de Roma se reunirá con el Comité de Coordinación del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) en el Centro de Estudios de Sumaré, donde se ha alojado en esta semana que pasó en la capital carioca.
El Santo Padre se despedirá de Sumaré poco antes de las 17 (20 GMT) para tener un encuentro con los voluntarios de la JMJ en uno de los pabellones del Palacio de Exposiciones “Rio Centro”, desde donde partirá hacia el aeropuerto.
A las 18:30 (21.30 GMT) habrá una breve ceremonia de despedida en el Aeropuerto Internacional de Galeao. El avión del Papa despegará de Río de Janeiro a las 19 (22 GMT) y aterrizará en Roma el lunes 29 de julio poco antes del mediodía.
Culminará así la primera gira apostólica del primer Papa latinoamericano de la historia.