El comisario Díaz

En 1956, en pleno alzamiento de Valle, el comisario Díaz encerró a sus subordinados en la seccional 16ta del barrio Tiro Suizo y con 14 carabinas se dirigió, junto al sumariante Vigil, a ponerse a disposición de la conducción del levantamiento.

Ricardo Díaz, antes de ser una autoridad policial, transitó por trabajos de todo tipo, entre las que vale mencionar –por lo curioso- el de payaso de circo con su personaje “Moyongo”, actor de sainetes, director de teatro y poeta.

Precisamente, al sur de la provincia de Santa Fe, “Moyongo” conoció a Amelia Ghilarducci, hija de un militante anarquista, reconocido por su actuación en “El Grito de Alcorta”, un movimiento encabezado por trabajadores de la tierra postergados, quienes dieron nacimiento a la Federación Agraria Argentina.

Amelia, con gusto, se sumó a la vida circense y, a los pocos años, concibieron un hijo. Se asientan Ricardo y Amelia en Melincué, donde dirigen un grupo teatral y posteriormente se radican en Rosario. Díaz ingresa a la policía en 1942 y al tiempo llega el peronismo y con el mismo su ascenso social, ya que logra adquirir su vivienda en el barrio Saladillo.

Díaz, en el entramado de la asonada de Valle, fue el encargado, como apuntamos, de proveer armas al grupo que debía tomar la emisora LT2, un episodio histórico que el autor detalla minuciosamente en uno de sus trabajos.[1]

La proclama, iniciada por el hasta entonces desconocido Movimiento de Recuperación Nacional, a las 23.25 señalaba: ”Las horas dolorosas que vive la República y el clamor angustioso de su pueblo, sometido a la más cruda y despiadada tiranía, nos ha decidido a tomar las armas para restablecer en nuestra Patria el imperio de la libertad y la justicia, al amparo de la constitución y las leyes…”

La proclama se escuchó gracias a que el negro Olivetti, por entonces locutor de LT2, dejó los micrófonos abiertos tras la transmisión de la habitual transmisión boxística.

Seis de los atacantes de la emisora fueron apresados tras su retirada del lugar y el resto -la mayoría- en los días posteriores.

Pero volviendo a la historia del comisario Díaz, resta recalcar que, luego de su expulsión de la policía, recaló en la casa de una hermana y luego de una cuñada.

Finalmente, el 12 de junio, fue detenido junto al militante Vigil y remitido a la Jefatura de Rosario, donde había 400 detenidos, 21 de ellos sujetos a la Ley Marcial. Allí estaba detenido también el “colorado” Di Marco[2], quien, trabajando para un medio de comunicación local, oportunamente, frente a los Tribunales Federales de Rosario, se había atrevido a fotografiar a Rojas, sin la autorización correspondiente, en el ya desaparecido Hotel Italia, donde hoy funcionan dependencias de la Universidad Nacional de Rosario.

En el transcurso del primer año, Díaz permaneció detenido en La Redonda, -Unidad 3- junto con el grupo de resistentes rosarinos, quienes al final de ese lapso fueron lenta, pero progresivamente, dejados libres.

Díaz y los más comprometidos continuaron presos en la referida Unidad 3, con una estadía intermedia en el Penal de Caseros. En su detención, fue el referente de los detenidos que, recién a principios de 1958, quedaron en libertad junto a otros seis compañeros imputados por participar del alzamiento de Valle. [3]

[1] Marconi Ricardo, Conspiración Comunicacional de Gobierno de Facto. El miedo como construcción mediática, UNR. Colección Académica. Diciembre 2007.

[2] En una entrevista con Di Marco, el histórico fotógrafo del periodismo de Rosario tuvo un momento de recordación para con Roberto Mígueles, quien en junio del 56 formó parte de los grupos que iba a recibir armas en Plaza Italia, en Buenos Aires con las que se pretendió tomar el Regimiento de Infantería para secuestrar armas que se repartirían entre civiles. Mígueles formó parte de una de las organizaciones clandestinas creadas específicamente para la Resistencia. Los que dirigieron los grupos de asalto tenían en su poder registros militares de poseedores de conocimientos de manejo de armas para saber a quienes se las destinarían. Catorce componentes de los grupos eran de Lanús y Avellaneda y trabajaban como operarios de la empresa Gurmendi. Di Marco, quien estuvo preso en varias ocasiones durante el período de la resistencia del peronismo, luego del 55 y viajó a Madrid durante el exilio de Perón para entrevistarse con él, recibió el homenaje del Movimiento Sindical Rosarino el 8 de septiembre de 2011, con motivo de su fallecimiento.

[3] Eduardo Toniolli. Material publicado en un semanario rosarino el 9/06/2006 Página 4.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com