Cristina negó un «fin de ciclo» y pidió que haya otra «década ganada»

La Presidente fue la única oradora del acto que organizó el kirchnerismo para celebrar el 25 de Mayo y los diez años de gestión. Advirtió que no pretende ser «eterna» y llamó a «empoderar al pueblo con las reformas». Se refirió, además, a la inflación y apuntó contra el empresariado por «fijar los precios». Volvió a defender la reforma judicial

Con la canción Rezo por vos de Charly García de fondo, la mandataria subió al escenario cuando caía la luz de la tarde. A sus espaldas estaban funcionarios y gobernadores. Tras escuchar una versión del himno de la Bomba del Tiempo y el Chango Spasiuk, tomó la palabra.

“No venimos a insultar ni a agraviar, sino a festejar el día de la patria”, comenzó ante la multitud y por cadena nacional. Tras recordar la llegada a la Casa Rosada de su esposo, Néstor Kirchner, dijo: “Esta es la década ganada, no por el Gobierno, sino por el pueblo”.

En ese sentido, convocó a que la próxima década también sea “ganada”, al enfatizar la necesidad de sostener los logros alcanzados. De todos modos, aclaró: “No soy eterna, tampoco lo quiero ser”. Y llamó a “empoderar” al pueblo.

La jefa de Estado cuestionó a quienes creen que cuando termine su gestión se pondrá fin a las “conquistas” logradas en los últimos 10 años. “Muchas leo que hablan del fin de ciclo del kirchnerismo. Yo les pregunto, ¿el cambio de un gobierno por otro es fin de ciclo, o a lo que se refieren es que cuando yo me vaya se va a acabar todo lo que hemos conquistado en esta década ganada?”, dijo.

“Tal vez se refieren a que ya no va a haber más todos los años la fijación del salario mínimo vital y móvil; todos los años convenciones colectivas de trabajo donde incorporamos más poder adquisitivo. Porque a lo mejor ellos piensan que los salarios son los que provocan la inflación. Los precios no los ponen los trabajadores ni el gobierno, yo digo que los fijan los empresarios y los grandes monopolios. ¿A qué se refieren entonces?”, afirmó.

Una vez más, defendió la reforma judicial que impulsó la Casa Rosada. “¿A quién le molesta elegir a los que van a representarlos en el Consejo de la Mgistratura que elige y designa jueces?”, se preguntó.

La mandataria hizo un breve repaso histórico. “French y Beruti no repartían escarapelas como nos enseñó Billiken para celebrar la caída del rey de España: eran cintas amarillas marcando a los que únicamente podían ingresar al cabildo. Así se hizo la revolución”, comentó.

“Luego –continuó– vinieron siglos de avances y retrocesos, y casi una década que cambió la historia del siglo XX. Antes de Juan Domingo y Eva Perón a la gente se le pagaba dos monedas, no había vacaciones, ni aguinaldos. ¿Cómo no iban a ser denostados?”.

El repaso terminó en la actualidad. “Todavía estamos peleando, ya no por la libertad, sino por la igualdad, que es el gran signo de esta década y de las que vendrán”, reflexionó. “Hay que articular al pueblo para que los logros no se pierdan”, agregó. Y reconoció que esa es su “obsesión”.

En el discurso hubo elogios para la política kirchnerista en materia de educación, la Asignación Universal por Hijo y la entrega de notebooks. También destacó la política de derechos humanos, aunque dijo que aún existe “una deuda con esas madres y abuelas que siguen buscando a sus hijos y nietos”.

Bastante más solapados, hubo mensajes para el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota (“sin memoria, verdad y justicia no hay unidad posible”) y críticas contra “los que insultan a los que no pueden defenderse les contestaremos con más gestión”.

Sobre el final, Cristina Kirchner se refirió a los cortes de calle. “Sabemos que no es justo, pero les pido perdón a los que se enojan y dicen que así no pueden vivir más». Pero advirtió; «Yo no voy a ser una presidenta que le de palos a nadie”.

Cuando terminó, la Presidente permaneció unos minutos en el escenario y bailó agitando a sus militantes, que le devolvieron el gesto con sus clásicas canciones. Ya les dio una misión: “buscar otra década ganada”.

(Infobae)