Renunció la directora del hospital
Renunció la directora del hospital
El ministro de Salud, doctor Miguel Ángel Cappiello, anticipó que la directora del Samco de Vera, Sandra Barbieri, aceptó la renuncia solicitada por él recientemente; y que, en su lugar, asumirá el doctor Eduardo Buyatti.
En las últimas horas de ayer, y en un breve diálogo dadas las circunstancias, el Ministro de Salud de la provincia, doctor Miguel Ángel Cappiello, anticipó que la directora del Samco de Vera, Sandra Barbieri, aceptó la renuncia por él solicitada recientemente; y que, en su lugar, asumirá el doctor Eduardo Buyatti.
«Si bien ni el FPCyS ni yo estábamos en la gestión cuando comenzó a gestarse el problema de Ana María Acevedo en Vera -en el cual el Samco a cargo de Barbieri tuvo un grado de responsabilidad sobre el triste desenlace del caso-, se sumaron en este tiempo una serie de problemas por los cuales me vi obligado a pedirle la renuncia, que la doctora aceptó rápidamente», comenzó diciendo el funcionario.
«En su lugar -agregó Cappiello- asumirá, en breve, el doctor Eduardo Buyatti, un profesional del Nodo Reconquista que, estamos seguros, estará a la altura de las circunstancias».
Al momento, no se conocen detalles de los «problemas» a los que hace mención el Ministro. Lo cierto es que Barbieri estuvo siempre bajo la lupa.
Triste crónica de un hecho que sigue conmoviendo
En mayo de 2006, Ana María concurrió al Samco de Vera, de donde era oriunda, para que se le extrajera una muela.
Luego del procedimiento regresó al efector de salud porque presentaba fuertes dolores y durante cuatro meses le recetaron antibióticos sin prestarle mayor atención al caso ni investigar cuáles eran las razones de la complicación médica.
Recién en noviembre ella llegó a Santa Fe para hacer una interconsulta.
En el hospital Cullen le hicieron los estudios necesarios y le diagnosticaron un sarcoma, uno de los tumores más malignos.
Allí se la derivó al hospital Iturraspe para iniciar el tratamiento oncológico indicado para esos casos.
Sin embargo, en la segunda visita al nosocomio, el 5 de diciembre, indicó que presentaba un atraso en su período menstrual por lo que se le realizó una prueba de embarazo que dio positiva. En ese momento se estimó que estaba en la tercera semana de gestación. Ella y su madre solicitaron al médico un aborto terapéutico -contemplado en el Código Penal- a fin de poder iniciar la radioterapia y quimioterapia que podrían haber salvado su vida, o prolongado su sobrevida.
El Comité de Bioética del Iturraspe desestimó el pedido y la obligó a continuar con su embarazo hasta el 26 de abril cuando, con 25 semanas de gestación, le indujeron el parto. Así nació una nena de 450 gramos que murió a los dos días. Tres semanas después, el 17 de mayo de 2007, tras una larga agonía, Ana María falleció.
Acevedo había sido diagnosticada con esa grave enfermedad, pero el tumor tenía apenas tres centímetros cuando se lo detectaron y no se había ramificado. Aún tenía posibilidades y otros hijos con quienes compartir su tiempo.
(Sin Mordaza)