Lo que omiten algunos medios

«Todos contra Fein», tituló el portal de noticias Rosario 3, la semana pasada y el domingo, una nota opinión del decano de la prensa argentina, hacía foco en una pelea en la que pierde la ciudad, asegurando que la unión de opositores en el Concejo llevaba a un desgaste a la intendenta rosarina.

Solo algunos párrafos de Rosario12 develaron la verdadera trama del Concejo Municipal que, por estos días fue noticia a partir del veto Municipal al resarcimiento a inundados y la conformación de una Comisión Investigadora de Concesiones.

Casi sin necesidad de disimularlo los medios rosarinos sentenciaron la culpabilidad de opositores que, en un año electoral, pugnan por «hacerle la vida imposible al socialismo».

Esta victimización constante de la cual se hacen eco periodistas y medios hasta que la realidad desborda, vela las razones y sin razones de un Municipio que hace agua por todos lados.

Más allá de los tecnicismos legislativos de si tuvo o no validez la sesión extraordinaria para resarcir inundados, lo cierto es que la falta de capacidad, atención y diálogo mostrado durante los cuatro meses posteriores a las lluvias del 19 y 20 de diciembre por la intendenta y sus funcionarios, llevaron a una situación de cuello de botella donde el oficialismo en el Concejo solo estaba dispuesto a negociar préstamos del Banco Municipal a bajas tasas y la oposición sostenía el reclamo de los vecinos que veían como en La Plata y Buenos Aires se les otorgaba un sin número de ayudas y beneficios.

Lo cierto es que la solución para los inundados (de todos los barrios, como se planteó desde un principio, no solo de Fisherton), nunca estuvo en la agenda socialista que, temiendo dejar un antecedente, hizo oídos sordos a los reclamos de ediles y ciudadanos.

La falta de capacidad del bloque oficialista en el Palacio Vasallo para buscar salidas sin costos políticos quedó en evidencia y derivó en la ya consabida Sesión Extraordinaria convocada por los 13 ediles de la oposición. Sesión que desde un principio fue ninguneada por Fein y aliados quienes decidieron apostar a su nulidad y obligaron a los secretarios a abandonarla; aún sabiendo que eran pasibles de sanciones.

Esta falta de escucha del ejecutivo hacia el legislativo se repitió durante todo el año y la relación comenzó quebrada cuando insólitamente Mónica Feín (recién asumida), hizo uso de sus «superpoderes» y aumentó la tarifa del transporte público. A esto le siguieron una serie de reuniones por la Inseguridad, donde en medio de dardos envenenados todos los ediles opositores asistieron a pesar de la campaña a nivel Nacional que encabezaba Hermes Binner asegurando a diestra y siniestra que «todo» era para perjudicar a Santa Fe.

En una de las reuniones y en el mismo momento que Fein solicitaba una supuesta ayuda a los opositores, el ex candidato a presidente realizaba una conferencia de prensa en Capital Federal donde insistía en la victimización del socialismo.

A esto se sumó la negativa del bloque socialista y sus aliados para que Hilda Gontín dé respuestas en el Concejo sobre los informes del Tribunal de Cuentas, donde se mostraban ciertas irregularidades en las Concesiones Municipales. Otro error que tuvo que ser subsanado por la misma intendenta unos días después enviando a la titular de Concesiones a que otorgue las respuestas que demandaba el Palacio Vasallo.

Respuestas que no aclararon nada y que terminaron en la conformación de una Comisión Investigadora. Los socialistas, pedepistas y radicales aliados, otra vez, confundieron su rol y en vez de votar afirmativa o negativamente, se abstuvieron, llevando de esa manera, un nuevo mensaje confuso a la sociedad.

«Los únicos perjudicados son los vecinos», aseguran desde el diario La Capital pero olvidan una pequeña parte de la realidad: el socialismo no ha sabido cubrir las demandas no solo del Concejo, tampoco las de sus mismos votantes.