Rosario Narco: Alumna pide salir antes de clases para «trabajar» en Búnker de drogas
Naturalizar el delito. Fue a principios de año en un secundario de Rosario. Dicen que no hay una respuesta oficial como requiere la gravedad del caso.
Una alumna menor de edad del turno noche de una escuela secundaria de Rosario pidió permiso para, reiteradamente, retirarse antes argumentando que trabaja en «un búnker de venta de drogas». La situación se vivió a poco de comenzar las clases. Se pidió intervención al Ministerio de Educación provincial de manera inmediata. Pero aseguran que «no se avanzó en nada» en este pedido de ayuda. La coordinadora de los Equipos Socioeducativos de Santa Fe, Carolina Bittel, dijo a La Capital que «se está trabajando con distintas estrategias de intervención».
No fue una respuesta irónica, ni un chiste. Cuando se le requirió a la joven, menor de edad, que presente algún certificado que avalara por qué debía retirarse todos los días antes de que finalice el horario escolar de la educación obligatoria, respondió que «trabajaba en un búnker de venta de drogas».
«Lo preocupante es con la naturalidad con la que asoció esta actividad (venta de drogas) a un trabajo», advirtió una fuente irrefutable a este medio, cuya identidad, por la complejidad del caso, se mantiene en reserva, así como los datos de la escuela y de la alumna.
De manera urgente se puso en conocimiento a la Regional VI del Ministerio de Educación de Santa Fe. Más precisamente a los Equipos Socioeducativos que deben intervenir en estas situaciones. Y hasta se elevó un pedido formal el 5 de abril pasado a uno de los responsables regionales de estos equipos, Fernando Tavella, para que intervengan «lo antes posible».
Dice la nota presentada a Tavella (a la que La Capital accedió): «Queremos acercarle la inquietud que surge de los dichos de la alumna (…) al solicitar retirarse todos los días a las nueve y media de la noche dando como motivo razones de trabajo e indagarse sobre un posible certificado para avalar la situación, refiere que trabaja en un búnker de venta de drogas. Ante tal situación, se toma conciencia de los riesgos que implican los dichos de la alumna, para su situación personal y el entorno donde se encuentra, tanto barrial como escolar. Solicitamos a ud. se canalice esta inquietud y se destinen los equipos para trabajar el tema lo antes posible».
A más de un mes de la confesión de la alumna y a más de tres semanas de ese pedido formal, afirman que «la respuesta que amerita la situación se hace esperar», que «no se ha hecho nada».
La grave denuncia plantea una especial preocupación, sobre todo si se recuerdan los llamados de atención que hicieron distintos directivos de escuelas rosarinas sobre los «soldaditos», en referencia a los chicos que desde muy temprano dejan la escuela porque son reclutados por bandas de narcos (Suplemento Educación del 23/02/2013).
«Los que son mulitas o soldaditos son chicos que dejaron de venir a la escuela». Pero ese pibe que se fue «es para que después lo encontremos en las páginas policiales del diario», advertían los educadores en esa oportunidad, además de poner el acento en la naturalización creciente de las diferentes expresiones de la violencia.
También aseguraban que eran «situaciones que se viven desde hace tiempo», en relación a los «pibes que con 13 y 14 años dejan de ir a la escuela porque fueron absorbidos por bandas de narcos como mulitas o soldaditos». «El chico que está delinquiendo o es soldadito no está dentro de la escuela. Pero con ese pibe que se nos va sonamos, porque no se va a otra escuela o a un trabajo», recordaron.
La inquietud está ahora en saber cómo se le garantiza a esta alumna que siga en la escuela y cómo se protegerá su integridad. (Marcela Isaías/La Capital)