La reforma china que se atisba en el Gobierno de Xi Jinping

La nueva gestión política china inicia un nuevo camino de la mano de su presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang.

El gobierno adelantó al mundo su intención reformista y entre sus filas contará con una mujer, a la vez que ha dejado trascender que la renovación se caracterizará por su decisión de adjudicar la mayoría de los puestos a tecnócratas.

La Asamblea Nacional Popular (ANP, el Legislativo chino) ya rubricó las propuestas que había puesto para su análisis Li Keqiang y, según pudo saberse en los postulados del mensaje se dejó claro que no habrá cambios bruscos en la economía, en un momento de recuperación tras el enfriamiento del año pasado.

Lou Jiwei, estará ahora al frente del Fondo Soberano de Inversiones, como responsable de Finanzas, mientras que permanecerá en su posición Zhou Xiaochuan al frente del Banco Central de China.

A estas designaciones se agregó a Gao Hucheng, como ministro de Comercio, mientas que como titular de Asuntos Exteriores quedó nombrado Wang Yi, un experto diplomático con conocimiento de primera mano de algunas de los principales temas candentes de la política exterior china: las relaciones con Japón, más tensas hoy que nunca en los últimos tiempos; los vínculos con Taiwán y los lazos con Corea del Norte, que amenaza permanentemente con su poder atómico.

Wang ha sido embajador en Japón, donde estuvo destinado en dos ocasiones; ha participado en las negociaciones nucleares con Pyongyang y hasta ahora estuvo al frente de la oficina de relaciones con Taiwán.

En Defensa, una cartera cuyo presupuesto no ha dejado de aumentar en porcentajes de dos dígitos en los últimos años, quedó Chang Wanquan, responsable hasta ahora del ambicioso programa espacial chino, mientras que Guo Shenkun será el jefe del todopoderoso Ministerio de Seguridad Pública.

A pesar de los nombramientos el verdadero poder no lo ejercen los titulares de las carteras gubernamentales, sino otros organismos -la política de Defensa corre a cargo de la Comisión Militar Central, y la Exterior se decide en las altas esferas del Partido-, la tarea de los ministros se encamina más a presentar una cara pública que a tomar decisiones de peso.

La Asamblea rubricó hoy también el nombramiento de los cuatro viceprimeros ministros que asistirán a Li Keqiang, el jefe de Gobierno nombrado el viernes, en su tarea de gestión de la segunda economía del mundo.

Como viceprimer ministro principal fue nombrado Zhang Gaoli, uno de los siete miembros del Comité Permanente del Partido Comunista Chino, el verdadero órgano de poder en el país.

Junto a Zhang fueron designados los exconsejeros de Estado Liu Yandong -que se convirtió así en la mujer con un cargo más alto dentro del Gobierno chino- y Ma Kai.

Como viceprimer ministro tercero fue proclamado el reformista Wang Yang, de 58 años y exgobernador de la provincia sureña de Cantón, donde impulsó reformas políticas y sociales.

Yang, que se quedó a las puertas en el Congreso del PCCh del pasado noviembre de formar parte del Comité Permanente, está considerado uno de los probables miembros de la «Sexta Generación», la próxima hornada de líderes chinos que reemplazará en una década a los dirigentes recién nombrados.

Los especialistas en política exterior tienen claro que el ingreso de Wang Yang en la cúpula del poder chino confiere al nuevo gobierno un perfil más reformista, después de que el jueves se denominara vicepresidente a otro político de talante similar, Li Yuanchao, que ha demostrado gran preocupación por los problemas medioambientales.

El Legislativo chino también designó hoy a Yang Jing, Chang Wangquan, Yang Jiechi, Guo Shengkun y Wang Yong como los nuevos cinco consejeros de Estado.

Mañana domingo se ofrecerá la primera rueda de prensa de Li Keqiang como primer ministro, después de un acto de clausura en el que se espera un discurso del recién nombrado presidente chino, Xi Jinping.

Política desfavorable

Nuestro objetivo en estas columnas no sólo ha sido el de informar sino, fundamentalmente, realizar prospectivas de las situaciones por venir y en este sentido, en torno a China no podemos dejar de mencionar, en primer término, las desfavorables cifras que tiene a te sí China como consecuencia inesperada de su política de un solo hijo por familia. La fuerza de trabajo china dejó de crecer y comenzará a reducirse en el próximo quinquenio mientras la población envejece velozmente.

A nivel de estadísticas podemos apuntar, a modo indiciario, que la composición de la población por edades, en 2004 fue la siguiente:

0 a 14 años: 24,2 %

15-64 años: 68,6%

+ de 65 años: 7,2%

Para el 2040 el promedio de edad chino será mayor que el de los norteamericanos y, para colmo, los chinos tendrán sólo la tercera parte del ingreso per cápita, ajustado por un costo de vida difícil de soportar.

China se convertirá, seguramente, en un jugador agresivo en el campo de la explotación de las riquezas del Ártico y ello preocupa a países occidentales según señaló Linda Jakobson, directora del programa de Asia del Este en el Instituto Lowgy para Política Internacional de Sidney, Australia.

Es más, pocos saben que diplomáticos chinos se dieron “una vuelta “por Groenlandia –Estado autónomo dentro el Reino de Dinamarca-, donde compañías de su país invierten en la industria minera en desarrollo y tienen prensado autorizar la “importación” de trabajadores chinos.

Vale apuntar que Groenlandia ha demostrado poseer depósitos de minerales que pueden utilizarse en tecnologías como la celular y en sistemas militares. Cierro la cuestión- que da para mucho más- señalando que la Unión Europea, Japón y Corea del Sur, solicitaron el estatus de observador permanente en el Consejo Ártico. El Océano Ártico del extremo septentrional no le pertenece a ningún país, ya que las fronteras exactas no fueron objeto de preocupación.

Ahora, la realidad cambió y las disputas por las fronteras habrán de comenzar. No diga que no se lo dije.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com