“Algunos quieren ser más cristinistas que Cristina y eso no es bueno para el gobierno”
En una entrevista con La Política Online, la diputada santafesina niega que la Presidenta le haya ofrecido el Ministerio de Desarrollo Social y por ahora descarta una candidatura en octubre. Luego de su renuncia reitera las críticas a Agustín Rossi: “No se puede declamar públicamente contra el gobierno provincial y luego en el Concejo de Rosario o en la Cámara de Diputados, acompañar las iniciativas sin ningún aporte crítico”.
La ex diputada María Eugenia Bielsa recibió en exclusiva a La Política Online a pocas horas de la renuncia que hizo temblar el mapa político santafecino. Desde su casa de barrio Tablada, en el sur rosarino, donde crecieron los hermanos Bielsa, la diputada más votada de la provincia se refirió a su renuncia, la reunión con la presidenta, las denuncias al rossismo y la incógnita de su futuro político.
Usted marca un primer quiebre con el rossismo con la discusión por la presidencia de la Cámara de Diputados ¿Cómo fue esa negociación?
La primera reunión, entre todos los diputados electos, la tuvimos en el local partidario. Allí planteé mi vocación de presidir la cámara porque naturalmente me correspondía como cabeza de lista. En ese momento hubo acuerdo. Luego, el bloque de Rubeo propuso dedicarse a las elecciones nacionales y dejar esa discusión para más adelante y accedí. A mí me habían dado el apoyo desde todos los espacios, menos con Oscar “Cachi” Martínez (bloque 100% Santafecino) que no coincidimos en los tiempos.
En noviembre del 2011 se hace una reunión en Granadero Baigorria y un grupo de diputados deciden postular a Luis Rubeo. Mientras el diputado (Agustín) Rossi afirmaba que, sin dudas, la presidencia de la cámara tenía que estar a mi cargo, su mano derecha negociaba su presidencia.
¿Qué argumentos que esgrimieron?
Como había encabezado la lista, yo estaba segura que me correspondía. La presidencia de la Cámara define la impronta política, legislativa y de cómo se administra la misma y creo que es el lugar que me correspondía. Sin embargo, argumentaron que a los diputados los elige el pueblo pero a las autoridades, los diputados. Y yo entiendo que los diputados escuchan la voluntad del pueblo. Nos sometimos a la elección, nos postulamos y ganó la posición de Rubeo. Yo acepté el resultado.
¿Este hecho influyó en su renuncia?
No veía a esto motivo de renuncia. Lo que si influyó fue que apenas asumió el diputado Rubeo los 28 legisladores peronistas quedamos divididos en 9 bloques que actuaron como 3 interbloques. Eso se hizo con una clara intención de dividir y que el peronismo quedara fragmentado y eso a mi juicio tiene una intencionalidad. Fue el primer gesto en desoír la voluntad de la gente porque la cabeza de lista tiene su peso, más en el sistema de boleta única.
¿Cómo fue madurando la necesidad de abandonar su banca?
Esta decisión la vengo pensando desde enero. Cuando hice el balance de gestión legislativa observé que parte del peronismo había acompañado más las iniciativas del socialismo que tratar de imponer una agenda propia. Aunque teníamos quórum propio en ambas cámaras no se pudieron votar proyectos con base peronista, orientados al desarrollo de la provincia y de la gestión de la obra pública, de la actividad productiva. Pero si se pudieron votar todos los proyectos socialistas, los cuales consideramos recesivos: endeudamiento y aumento de impuestos.
Tampoco fue admisible aceptar el veto a la ley de emergencias que fue una ley que votamos todos los diputados y luego el gobernador, a través de una figura nueva “el veto propositivo” se quedó con el uso discrecional de los recursos y nos sacó el capítulo social que para nosotros es el más importante: proteger a los niños, jóvenes y mayores de lo que significan las economías del delito.
En estas circunstancias, mi tarea se había esterilizado. Votar negativamente y hacer de la política una denuncia permanente es esteril.
El encuentro con Cristina
¿Se reunió con Cristina para informarle?
Yo me siento absolutamente identificada con el proyecto nacional, por eso consideré que la primer persona que debía conocer mi decisión era la presidenta porque también, en otras oportunidades, me había brindado su apoyo. Yo nunca pensé que la presidenta me iba a recibir por este tema, yo le escribí una carta y la llevé a Buenos Aires el viernes pasado.
Primero, me reuní a la mañana con uno de sus ministros: Juan Manuel Abal Medina y a la tarde le alcancé la nota al doctor Zannini. Luego, se dio la posibilidad de hablar con la presidenta.
¿Le explicó todas sus razones a la presidenta?
La carta contenía cuatro puntos donde explicaba las razones. No con la extensión del documento de la renuncia pero sí el contenido más importante. Ella comprendió la decisión y entendió los argumentos e inclusive me dio una serie de concejos sobre el sentido de la acción política. Yo sentí que entendió los motivos por los que tomaba la decisión.
Esto tiene que ver solamente con una decisión absolutamente interna, absolutamente personal que fue comprendida por la presidenta y solo lo compartí con mis compañeros de bloque.
Los diputados Rico (Movimiento Evita) y Rossi han dicho que no era verdad que me reuní con la presidenta, ese es otro estilo de la política. Con la palabra presidencial no se miente. No se miente en nombre de la presidenta.
¿Le ofrecieron algún cargo ministerial?
Hubo versiones inexactas. Se dijo que se preveía un cambio de gabinete. Nada que ver con eso porque la iniciativa la tomé yo, sino la hubiese tomado la presidenta. La situación hubiese sido a la inversa. Además, esas versiones referían a personas que yo respeto mucho (por Alicia Kirchner).
Pero habría una situación objetiva donde Alicia Kirchner dejaría su ministerio para hacer campaña. En ese contexto: ¿no aceptaría?
Hay gente mucho más capacitada que yo para ocupar ese cargo, estoy segura. Aparte, no hubo ninguna charla con la presidenta que no estuviera estrictamente vinculado con la renuncia y a la situación fáctica de la provincia de Santa Fe. Sobre seguridad, el tema de la provincia. No hablamos ni de cargos ni de panorama electoral.
¿Piensa candidatearse para Diputada Nacional?
Esa fue otra especulación. Yo no necesito renunciar ocho meses antes para ser candidata a Diputada Nacional. Todo el mundo renuncia el 9 de diciembre y el 10 asume el otro cargo. No hay especulación posible sobre el futuro. Tengo la necesidad de trabajar desde otro lugar a lo mejor de un lugar no institucional. Esto es lo que me llevó a tomar esta determinación. Hoy estoy tomada por esta decisión. Me va a llevar un tiempo largo seguir reflexionando, pero le aseguro que no hay objetivo secundario o primario que tenga que ver con esta decisión.
Hay una devaluación de la palabra. Cualquiera dice una cosa y luego hace todo lo contrario y la sociedad a eso no lo juzga. Hay una desarticulación entre el compromiso y el acto. Entonces, hay que poner en acto la palabra empeñada.
Usted siempre sostuvo que no se iba a presentar a ninguna elección sin antes completar el mandato por el cual la había elegido la gente. ¿No cree que eso haya llevado a pensar en su próxima candidatura?
Yo siempre dije que había que honrar los cargos y aquí aparece una contradicción, es cierto. Yo siempre cumplí el cargo. Cuando fui concejal tuve ofrecimientos para participar para otro cargo y cuando fui vicegobernadora también, pero siempre opté por terminar el cargo para el cual fui elegida.
Por eso muchos especularon con que esto tiene que ver con una candidatura, con distanciarme para prepararme, pero no.
Críticos y obsecuentes
Usted, en la conferencia de prensa, se mostró con algunos dirigentes bastantes refractarios al kirchnerismo, por ejemplo Diego Giuliano, alineado a La Juan Domingo; Osvaldo Miatello; o el diputado Daniele del espacio del Momo Venegas.
El peronismo tiene que acostumbrarse a poder contener y hablar con todos. Por ejemplo Oscar Daniele, que fue un dirigente histórico del movimiento obrero, cuando se produce la fractura del movimiento obrero me dijo que si se tenía que ir, el se iba (del bloque) y yo le dije que me parecía que no. Nadie lo cuestionó y es un excelente compañero de trabajo, y en las versiones taquigráficas de la Cámara se puede ver que en relación a las posiciones respecto al Gobierno Nacional, nos ha encontrado en el mismo lugar.
Respecto de Giuliano, yo creo que hay vocación de estigmatizar a unos como progresistas y a otros como reaccionarios. Ahora, si revisas las versiones taquigráficas del Concejo Municipal (Rosario), Fernando Rosúa (Movimiento Evita), Diego Giuliano y yo votamos siempre iguales cuando el Frente para la Victoria a veces no lo hacía. La unidad del peronismo es la unidad de todos.
Otro ejemplo que muestra la amplitud con la que debe manejarse el peronismo es que el Movimiento Evita estuvo enfrentado al rossismo apoyando la candidatura de mi hermano Rafael y en esta última elección, estuvo con el rossismo y no acompaño a Rafael y nosotros hemos aceptado esas relaciones.
Cuando usted dice que el apoyo al kirchnerismo no debe ser a través de la obsecuencia ¿Qué quiere decir?
Yo digo que a cualquier movimiento le hace bien personas pensantes que puedan recrearlos críticamente. Yo cuando era vicegobernadora escuchaba a quienes me planteaban los aciertos pero también los desaciertos porque te hacían reflexionar sobre las posiciones tomadas. La realidad es que hay dirigentes que quieren ser más cristinistas que Cristina o más kirchneristas que Néstor. Eso no es bueno para el gobierno. Lo bueno es tener muchas cabezas pensantes que puedan aportar a recrear el gobierno. Recrear las bases del movimiento nacional y popular desde el lugar que nos toca.
Ojalá que esta situación se pueda revertir. Que los 28 diputados, que llegaron adhiriendo al proyecto nacional, más allá de las particularidades, de las mayores o menores cercanías, todos coincidimos en el proyecto kirchnerista: los 28 diputados.
¿Es irreconciliable su relación con el rossismo o podrían llegar a compartir una lista?
De ninguna manera, es una crítica puntual al rossismo. No estoy enojada en absoluto.
El sí debe estarlo…
Bueno, yo dije mi verdad, el tendrá la suya. No hay enojo con Agustín Rossi, es un llamado a la coherencia. Uno no puede hablar mal, declamar públicamente y criticar al gobierno provincial y luego en el Concejo de Rosario o en la Cámara de Diputados, acompañar las iniciativas sin ningún aporte crítico. La gobernabilidad es eso, poder hacer posible al otro gobernar, pero hacerlo en un ámbito de negociación.
Es llamativo que Bonfatti haya salido en defensa de este bloque. También uno ve que el diputado Lacava, Miravella, yo y presidentes de otros bloques nunca fueron convocados por el Gobernador para hablar sobre un proyecto cuando el diputado Rubeo pasaba por la Casa de Gobierno antes de cada sesión.
¿Cómo se lleva con Jorge Obeid?
La verdad que bien. No lo suelo ver permanentemente pero cuando nos encontramos o hablamos, la relación es la misma que cuando trabajamos juntos, nunca hubo situaciones públicas de diferencias. Siempre hay diferencias pero siempre las hemos conversado y hemos llegado a acuerdos. Tengo una enorme gratitud, no solo me dejó acompañarlo sino que me dio tareas concretas para la gestión. Jorge siempre me dio un lugar de protagonismo que otros gobernadores no le han dado a sus vice.
¿Se afilió al Partido Justicialista?
No, no me afilié. Mi llegada a la política fue como independiente. Hoy le podría decir que me siento absolutamente peronista. El compromiso con la doctrina, la condición de peronista y con el Movimiento, no te lo da una ficha de afiliación. Me afiliaré cuando sea necesario.
Muchos han dicho que no soy peronista porque no tengo ficha y yo les digo que tengo mucho más rasgos de peronistas que muchos que tienen fichas.
Usted terminó la conferencia de prensa con la frase: “Denuncia, verdad y persistencia” ¿no considera que es un buen eslogan de campaña?
(Risas) Yo digo lo que pasó y cómo nos comprometimos a hacer un interbloque de 28 diputados y si no se pudo hay que decir porqué, hay que decir la verdad. Yo estoy obsesionada con esto que decimos una cosa y después hacemos todo lo contrario, como ha pasado ayer que hasta han puesto en dudas que yo haya estado con la presidenta. Es como decir que Agustín Rossi no estuvo en el recinto. Creo que no he faltado a la palabra. Y mi persistencia es porque voy a seguir acá mal que le pese a muchos. (Fabricioo Navone/La Política On Line)