Boasso: «Hay que sacar las denuncias de las comisarías»
El personal policial debe cumplir tareas de prevención del delito, con patrullajes y presencia en las calles. El proyecto está presentado desde el 2011.
Rosario, 12 de febrero de 2013. El Concejal Jorge Rosario Boasso recuerda la propuesta presentada en 2011 y sostiene que hay que comenzar a retirarles a las comisarías, de manera gradual, las funciones de labrar actas de denuncias y destinar estas funciones a Oficinas Receptoras de Denuncias. Conforme datos oficiales sólo uno de cada 4 delitos son denunciados en nuestra ciudad, y en cuanto a los delitos contra la integridad sexual la cifra es aún mucho más preocupante, se denuncian apenas 1 de cada 10 delitos.
Esta «cifra negra» se debe, debe en parte, a la desconfianza que generan la realización de denuncias en las comisarías, que hoy en día centralizan la mayorías de las mismas, Y por otra parte muchos vecinos al momento de ser víctimas de delitos en diferentes zonas de la ciudad, no conocen las direcciones exactas de las comisarías de la jurisdicción.
«Hay que brindar un ámbito de referencia, de confianza y contención a la persona que va a realizar la denuncia» explicó Boasso. «Por ello es que propuse que se abran oficinas receptoras de denuncias en los Centros Municipales de distrito, de modo de brindar una alternativa a los vecinos de todos los barrios».
Estas oficinas, continúo el edil, deberán ser atendidas por personal dependiente del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa fe, debidamente capacitado para la recepción de las denuncias y la contención del denunciante.
La idea es, paulatinamente, ir «sacando» las denuncias de las comisarías de modo que el día de mañana todas las denuncias se hagan en este tipo de oficinas y la policía esté patrullando las calles.
Esta cifra negra es más que preocupante, concluyó el concejal, y en todos los ámbitos, tanto Municipal, como Provincial y Nacional debemos asumir la responsabilidad de tomar medidas conducentes a que se realicen las denuncias, ya que es el primer paso para esclarecer un delito. Acá nadie se puede hacer el distraído.