Central arranca con grandes expectativas la parte decisiva de la B Nacional
Ya no hay tiempo para demasiadas especulaciones. A Rosario Central se le acerca la hora de la verdad. La de pararse frente al espejo sin complejos, enfrentar su desafío y escuchar su única obligación.
Ya no hay tiempo para demasiadas especulaciones. A Rosario Central se le acerca la hora de la verdad. La de pararse frente al espejo sin complejos, enfrentar su desafío y escuchar su única obligación. El sábado, ante Deportivo Merlo en Almagro, comienza a jugarse la segunda parte del torneo de la B Nacional y allí echará a rodar el resto de su suerte. El equipo de Miguel Russo arranca esta etapa decisiva motivado en el aspecto anímico, con seis victorias al hilo de la fase anterior como válido antecedente y con un conductor que logró transmitir certezas y seguridad a un grupo que sabe que sólo sirve el ascenso como destino final de este proceso.
Cualquier otra estación de llegada, que no sea subir de categoría, será leída como fracaso. Y los jugadores canallas son perfectamente conscientes de este mandato. Por eso, la sensación de satisfacción en el fuero interno por haber enderezado el barco a tiempo después de un inicio turbulento, es un plus vital que se transformó en un envión emocional de cara al tramo más importante del campeonato.
Mantenerse dentro de los tres puestos de ascenso. Esa es la meta que se propusieron en el búnker auriazul para el próximo semestre. Central (31) está instalado dentro de ese codiciado pelotón y sólo le resta aferrarse con esmero a esa condición. Si bien no tiene mucho margen para las licencias (ya que Olimpo -35-, Gimnasia de Jujuy -31-, Gimnasia de La Plata -30- y Banfield -30- están muy cerca y ostentan objetivos similares), lo cierto es que los auriazules ya arrimaron a un sitial de preferencia y ahora habrá que ver si sabe seguir andando el mismo camino.
Después de lo esbozado en la pretemporada de verano, queda la impresión de que este equipo cuenta con los elementos necesarios como para poder saciar su sed de ascenso. Hay un plantel armado, llegó el nueve que hacía falta para potenciar el peso y la efectividad en el área adversaria, y Russo ya puso su prototipo en el nivel deseable de marcha. Por ahí pasan las claves de este Central. Otra vez tiene colgado el cartel de candidato y tiene que ser lo suficientemente hábil como para que ese peso no se transforme en una carga conspiradora.
Este plantel conoce sus fortalezas y sus debilidades. Sobre el cierre del año pasado aprendió a potenciar virtudes y disimular falencias. Y en ese juego de astucia y madurez encontró una base de jugadores que conforman la columna estructural del conjunto (ver aparte). En ese tiempo de cocción, mucho tuvo que ver la serenidad y el temple de Russo, que fue el único que creyó desde el principio en las bondades de este sendero, que aguantó las peores tormentas y que le ofreció un norte a un grupo que estaba desorientado y que luego consiguió arribar a una apacible plataforma de convencimiento.
Por allí transita este Central en la semana previa al reinicio del torneo. Con grandes expectativas, paso firme y la mirada clavada en su gran obsesión. El ascenso es la madre de las batallas. Una misión que no deja lugar para los débiles.
Una base de nombres y realidades que otorga certezas
Más allá de que no hay ningún tipo de confirmaciones, queda claro que en este presente de Rosario Central no hay mucho espacio para las sorpresas. Es que durante el desarrollo de la pretemporada veraniega quedó claro que la intención del actual cuerpo técnico auriazul es apoyarse y potenciar la base que vino jugando en los últimos partidos del año anterior. Russo es de respetar este tipo de gestos de confianza y apuntalamiento, y quizás por eso no aparecieron especulaciones de otra índole. Así, si no aparece ningún inconveniente de último momento, los canallas visitarán el sábado a Deportivo Merlo (a las 17.10, en el estadio de Almagro) con Mauricio Caranta; Paulo Ferrari, Franco Peppino, Nahuel Valentini y Rafael Delgado; Hernán Encina, Jesús Méndez, Nery Domínguez y Diego Lagos; Antonio Medina y Fernando Coniglio. Esta será la base que usará el entrenador canalla para el reinicio del campeonato. (La Capital)