El Movimiento Evita, solidario con Nuevo Alberdi
Jóvenes militantes del Movimiento Evita del país se reunieron en Nuevo Alberdi para demostrar su apoyo al barrio y acompañar en la lucha contra el narcotráfico, luego de que tres militantes fueron heridos de bala por grupos narcos.
En las calles, en los barrios, construyendo el poder del pueblo… la leyenda estampada en las remeras azules con letras blancas de los más de 300 militantes del Movimiento Evita, que desde el pasado jueves y hasta ayer participaron de jornadas solidaria en el populoso barrio Nuevo Alberdi. Llegados desde localidades del Gran Buenos Aires, como Quilmes, Florencio Varela, Presidente Perón, de Lomas de Zamora y Berazategui, los integrantes del Movimiento que lideran Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro pasaron por Rosario, justamente apoyando a la barriada donde tres militantes fueron heridos de bala por grupos ligados al narcotráfico el pasado 10 de enero.
La jornada incluyó talleres contra la violencia, desmalezamiento, zanjeo, pintura y finalizó con un recital del grupo Los Charros desde un enorme escenario en uno de los dos camiones estacionados frente a la “canchita de alambre”, como llaman los vecinos a la plaza que está rodeada por las calles Bouchard, J.J. Pérez, Álvarez y Somoza. Los chicos del barrio corrían detrás de la pelota, una murga ensayaba sus pasos en otra de las esquinas, mientras los parlantes emitían cumbia a todo volumen. La imagen de Néstor abrazando a Cristina desde el inmenso trailer y un cartel que afirma: Mi barrio, mi patria. Vamos por lo que falta.
Las banderas rojas y negras del Movimiento Evita flamean y la consigna subraya “Ni un pibe menos”. Patricia Iribarne, dirigente de Quilmes, tenía a cargo a 20 muchachos que llegaron con sus desmalezadoras, rastrillos y 20 litros de pintura y aseguró al finalizar la jornada: “Todo salió muy bien, muy buena predisposición de los vecinos, habíamos llegado con un poco de miedo, pero con el correr de las horas fue todo lo contrario, fue todo amabilidad, la gente se sumó a pintar los frentes de su casa, a cortar el pasto, ayudó con el zanjeo, fue una tarea conjunta en cada esquina. Nos ofrecían el baño o nos calentaban agua para el mate, se creó un vínculo maravilloso”.
También participó de los talleres el diputado nacional del Movimiento Evita Leonardo Grosso, quien no salía de su “asombro ante lo naturalizado que está que la Policía y los narcos son lo mismo, los vecinos nos relatan con preocupación dicha connivencia y obviamente no se animan a denunciar en la comisaría”. En Nuevo Alberdi conviven más de 1500 familias y el legislador destacó que “el eje motor de las jornadas es la voluntad de recuperar el espacio público, por eso la iniciativa de ir al taller en la plaza, porque allí circula el miedo. Y allí fueron las mujeres a plantear que quieren hacer algo para evitar que sus hijos terminen vendiendo drogas”.
Por su parte, Pablo Basso, responsable político del Movimiento Evita en Nuevo Alberdi y Cristalería, dijo orgulloso que “esta fue una actividad de integración para demostrarles a los vecinos que no los abandonamos en esta cruzada de defender el barrio del avance de los narcos” La dirigente quilmeña Iribarne agregó: “La gente de Nuevo Alberdi nos comentó que el barrio antes no era así, en Buenos Aires también hay inseguridad, pero se puede salir a la calle, aquí los vecinos viven encerrados, enrejados, es preocupante. Donde hay un barrio que nos necesite, ahí la organización va a estar presente. Somos una herramienta fundamental donde hay una necesidad, no nos importa, no medimos las consecuencias ni el miedo…Es en la calle donde uno se entera de la necesidad del vecino y no en un despacho, a mi no me gusta quedarme en un escritorio”.
Desde temprano, las brigadas con sus herramientas se ocuparon del desmalezamiento, desratización, refacción de la plaza y la canchita de fútbol, así como acondicionamiento del alumbrado público. “Pusimos luces, pintamos, hicimos mucho y nos vamos con la sensación de que aún hay mucho por hacer. Está bueno que el vecino sepa que, organizados, se puede aprovechar los terrenos para que los chicos jueguen al fútbol. Los vecinos no hablan del tema drogas, hay temor, incluso nos decían hasta dónde podíamos llegar, hasta qué calle, «no sigan para allá»; nos aclaraban, ellos mismos nos protegían, queríamos que nos vieran para que sepan que organizados se puede estar mejor. Sabemos que todo lo que hacemos no es suficiente, que hay que trabajar para sacar al pibe de la esquina, crear programas para incorporarlos y sacarlos de un lugar donde no hacen nada”, concluyó la dirigente bonaerense.
Antecedentes: balas, narcos y movilización
El pasado 10 de enero en la calle Somoza al 3400, en el corazón del barrio Nuevo Alberdi, los hermanos Ariel y Carlos Ferreyra y el albañil Gastón Arregui, militantes del Movimiento Evita, fueron atacados por soldados narcos el propio Ramón Ferreyra, padre de los chicos heridos, acusó al sub comisario Mendoza de la seccional 2ª de actuar en connivencia con una familia narco de la zona. Ramón está fuera de Rosario amparado por el Programa Nacional de Protección de Testigos y justamente, militantes y vecinos trabajaron codo a codo para mejorar el jardín del centro comunitario que Ferreira mantuvo una década. Esto motivó que dirigentes de las corrientes kirchneristas se movilizaran el pasado jueves desde los Tribunales provinciales hasta la sede de la Gobernación bajo el lema “Ni un Pibe menos en Rosario”, de la que participaron, además de Emilio Pérsico y el Chino Navarro del Movimiento Evita, los diputados Agustín Rossi, Claudia Giaccone, Leonardo Grosso y Marcos Cleri, los diputados provinciales Leandro Busatto, Gerardo Rico, Eduardo Toniolli, Darío Masciolli, Roberto Mirabella, Erika Gonnet, los concejales Roberto Sukerman y Norma López. Rossi señaló: “Tenemos claro que nuestro único enemigo son las organizaciones criminales, principalmente las vinculadas al delito narco”. (El Ciudadano)