La estrategia de silencio de Binner para intentar tapar la Crisis Narco
Cada vez que se reúnen con referentes de su partido o de las fuerzas aliadas, Hermes Binner o sus dirigentes más cercanos evitan hablar sobre la crisis del gobierno de Santa Fe por la ola de crímenes desatada por la guerra del narcotráfico.
Los silencios, las evasivas y la falta de predisposición para abrir el debate no hacen más que generar incertidumbre. Recién ayer, Margarita Stoblizer y Humberto Tumini salieron en defensa del gobierno santafecino.
Usaron argumentos poco claros: la diputada dijo que el narcotráfico está inmerso en todas las policías y el líder del Libres del Sur atacó directamente al kirchnerismo.
Y no representan el espíritu general del FAP. “Sabemos que en la provincia de Buenos Aires puede haber miles de asesinatos por el narcotráfico que ni nos enteremos, pero lo que no se entiende es porque no intervienen a fondo la policía”, señaló ante LPO un legislador del GEN.
Aunque durante todo 2012 las muertes por el narcotráfico azotaron a Rosario, Binner y el gobernador Bonfattti ignoraron el tema de las responsabilidades de la propia policía y, a la vez, se molestaron por su repercusión nacional.
Los diputados Alicia Ciciliani y Juan Carlos Zabalza, cercanos a Binner, respondieron con evasivas cada vez que fueron consulados por pares de fuerzas amigas sobre el rol de la policía santafesina. Las reuniones suelen darse en la sede porteña del Cemupro, el tink tank socialista.
Cuando el tema explotó en los medios nacionales, Bonfatti recorrió los canales de televisión para descargar culpas en la Nación pero, en paralelo, los socialistas del resto del país evitaron expandir el tema.
En la provincia de Buenos Aires frenaron un pedido del resto de la oposición para repudiar la definición de narcosocialismo que Andrés “El Cuervo” Larroque le otorgó en el congreso. “Nos dijeron que con eso no se metían”, contó un sorprendido diputado a LPO.
Con el dato aterrador de las víctimas de 2012, que llegaron a una cada dos días; y la continuidad de los crímenes en enero, Binner deberá hacer más que victimizarse en la próxima reunión del Comité Socialista.
El máximo órgano partidario se reúne religiosamente cada tres meses con el ex gobernador a la cabeza. Binner preside el partido desde el año pasado, cuando desplazó a Rubén Giustiniani, a quien también corrió de la candidatura a gobernador.
Ayer, el senador no se limitó a echarle la culpa al gobierno nacional: admitió que la situación de Rosario es “seria” y “compleja” y “debe ser abordada por una política de estado”.
Una de las últimas reuniones del Comité socialista fue cuando el entonces jefe de la policía Hugo Tognoli fue separado de su cargo, acusado de complicidad sobre el narcotráfico.
Esa vez Bonfatti no echó a ninguna autoridad policial sino que optó por cambiarlos de roles y mantenerlos en sus cargos.
Y el clima no era el mejor. “Algunos compañeros de Santa Fe advertían que había que haber actuado antes”, confesó a LPO un socialista bonaerense.
Pero nada de eso ocurrió y ni siquiera las muertes de este año motivaron a Bonfatti a descabezar la policía. Tampoco separó preventivamente al jefe de la comisaría segunda de Rosario cuando fue denunciado de participar del grupo narco que baleó a tres militantes del movimiento Evita.
“Esperaremos a la justicia”, se excusó el ministro de Seguridad Raúl Lamberto, también del círculo íntimo binnerista. (La Política on line)