Por la inflación, la temporada apunta a ser un fracaso
La ocupación hotelera de la costa y Carlos Paz cayó y se siente fuerte el impacto d ela inflación. Rottemberg confirmó una baja de público en los teatros marplatenses, que no logran llenar la salas. En Pinamar se ven cientos de casas sin alquilar.
Aunque las complicaciones para conseguir dólares y viajar al exterior hacían suponer que la temporada de verano traería buenos resultados para las principales plazas locales, el comienzo de 2013 marcó una baja considerable respecto al año pasado y en la costa ya empiezan a resignarse a un mal verano.
«Si el 15 no cambia la tendencia, la temporada está perdida», afimó a LPO un importante empresario hotelero, que prefirió guardar el anonimato, conocedor de la sensibilidad del tema. Es que el «éxito» de las temporada veraniegas siempre fue exhibido por el kirchnerismo como un indicador inapelable de la robustez de sus logros económicos y la solidez de un modelo que se supone beneficia a mayorías.
Sin embargo, este año la galopante inflación parece estar haciendoe stragos en una temporada que se imaginaba histórica por las trabas al dólar. El derrumbe de las expectativas lo confirmaron a LPO los principales operadores turísticos de la costa atlántica y Carlos Paz, principales receptores de visitantes. La ecuación no cierra por ningún lado: hoteleros y gastronómicos dicen que no lograron ajustar sus tarifas al ritmo de sus gastos y, encima, reciben a menos gente.
Ayer, Cristina Kirchner los culpó: “Cuiden las gallinas de los huevos de oro”, les pidió en uno de sus primeros discursos en los que pareció reconocer que exiet un rpoblema que se llama inflación. Pero el problema de la disparada de precios es uno d elos más complejos d eresopver en la macroeconomía y requiere de una serie de medidas que van mucho más allá del reto a los comerciantes.
Si bien el Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata asegura que en los primeros días del año recibió a más gente que en el fin de año anterior, que tuvo nada menos que la inauguración del rally Dakar, los empresarios no tienen esa sensación.
“Por ahora el movimiento es tranquilo, igual o menor al de hace un año. Aunque siempre esperamos más visitas en la segunda quincena”, afirmó a LPO Rubén Fernández, dueño del Hotel Delfín y tesorero de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata.
Si de algo está convencido Fernández es que sus ganancias bajarán respecto al año pasado por una razón muy simple: la última paritaria del sector, que cerró en mayo, fijó aumentos del 30% y eso ya repercute en el 60 o 70% del total de sus gastos.
Pero también soportó aumentos en el impuesto inmobiliario urbano de la provincia de Buenos Aires y en las tasas de alumbrado, barrido y limpieza. “Y las tarifas no pudimos aumentarlas más de un 25%, por lo que ganaremos menos”, pronosticó.
Carlos Rottemberg, propietario de la mayoría de las salas de teatro de Mar del Plata, tiene en claro que en diciembre vendió menos entradas que en el último mes de 2011.
“Tenemos los precios más bajos porque hay espectáculos gratuitos y otros que no llegan a los 200 pesos. En Buenos Aires una comedia cuesta 250 campestres y en Carlos Paz “Extravaganza”, de Flavio Mendoza sale más de 300”.
“La Cabra (de Julio Chávez) salía 180 en Capital Federal y vale 170 y Top Top Top mantuvo los 180. Yo hablo con datos concretos: hoy una entrada representa el costo de dos estacionamientos, cuanto antes era de cinco. Comprabas 30 diarios y ahora 22”, completó el empresario.
De todos modos, los números siguen siendo altos: se estima que dos parejas gastarían no menos de 1500 pesos entre ir al teatro y cenar, un monto que no se adapta a la media de una salida de clase media.
«Me está quedando el público de mayor poder adquisitivo, los que ganan más de 20 mil pesos y con ese público no s ellenan los teatros. EL resto no se puede dar el lujo de hacer una salida con teatro y cena», agregó a LPO otro empresario del sector.
Pinamar en caída libre; subsiste Carlos Paz
Si hay un lugar en el que la merma del turismo se siente y mucho es Pinamar, donde la mayoría de las casas aún espera inquilinos y algunas ya se ofrecen con rebajas de hasta el 40%.
Los restaurantes tampoco la están pasando bien: tienen lugares vacíos cuando en otras épocas no tan lejanas tenían colas de espera.
En los hoteles la pasan peor. El dueño de uno de ellos que integra la cámara de Pinamar y Cariló no anduvo con vueltas: “Estamos muy mal. En la semana la ocupación es menos del 50% y los fines de semana no llegan a la totalidad. La gene viene menos tiempo y gasta menos”, se lamentó en diálogo con LPO.
Con estos números tuvieron que desistir de los aumentos tarifarios que tenían previstos y la mayoría no pudo ajustar a un 25% como tenía previsto.
A este ritmo la temporada pinamariense puede ser de las peores es mucho tiempo. El problema, otra vez, son los costos altísimos en una plaza que siempre tuvo precios por encima de la media.
El balneario CR, uno de los más populares, cobra 75 pesos una ensalada pequeña, por lo que picar algo al mediodía no baja de 100 pesos por persona.
A contramano, Carlos Paz es una de las ciudades turísticas que suele ofrecer precios más accesibles que el resto, pero este año las cosas no caminan como lo esperado. Tanto, que en la ciudad de Córdoba, situada a pocos kilómetros, en la semana es mayor al de mucho tiempo.
“No es la mejor temporada de todas. El nivel de ocupación es de 60 de las 85 mil plazas por lo cual no arrancábamos como esperábamos”, confirmó a LPO Guillermo Ramírez, vocero de la secretaría de turismo de la ciudad cordobesa y empresario gastronómico.
“O la gente viajó igual al exterior o se guardó la guita. No sé que pasa. Nosotros teníamos una encuesta de Poliarquía que indicaba que le 52% de la gente no iba a salir al exterior este verano. Mi análisis es que tal vez se por el gasto que hicieron en los fines de semana largos del año se uedaron sin plata para las vacaciones”, agregó Ramírez.
Aunque hay menos gente, la buena noticia para Carlos Paz es que de las 14 obras de teatros en cartel hay varias que caminan muy bien. La principal es “Extravaganza”, el musical de Flavio Mendoza, que vendió 15 mil entradas de 330 pesos, según datos de la Secretaría de Turismo local. Mientras que Peter Alfonso y Paula Chávez, la pareja que animó Bailando por un Sueño, lleva vendidos 11 mil. (Lapoliticaonline)