Denuncian amenazas de muerte por parte de Pedro González
El conflicto de los trabajadores de la recolección de residuos en Villa Gobernador Gálvez por aumento de salarios y regularización de la situación laboral derrapó en una denuncia pública por amenazas contra el intendente local, Pedro González. “La gente del intendente nos vino a amenazar con armas y nos dijeron que nos iban a agarrar a los tiros si no nos íbamos”, dijeron a El Ciudadano los trabajadores, que vienen cumpliendo medidas de fuerza desde el martes.
“Desde octubre que nos prestamos al diálogo y se nos viene pateando el reclamo. En un momento nos habían prometido la regularización, pero esperamos mucho tiempo y nos cansamos. Hay gente cobrando 1.500 o 1.800 pesos en cuotas y la situación es que, si no te gusta cómo funciona, te sacan y ponen a otro, total no hay ninguno que esté efectivo”, explicaron a este diario los trabajadores en conflicto, que mantienen una protesta con neumáticos prendidos fuego frente al portón del predio donde se encuentran estacionados los camiones de recolección de la vecina ciudad.
Ayer, Villa Gobernador Gálvez era una ciudad prácticamente desierta. Pocas personas podían verse en las calles en medio de una temperatura abrasadora. La misma protesta daba cuenta del clima: algunos trabajadores circulaban con sus palas, carretillas y demás elementos de trabajo, mientras otros tomaban bebidas frías al reparo del intenso sol del mediodía, debajo de árboles o donde hubiera algo de sombra.
Como telón de fondo un olor denso, fétido, daba cuenta de los cuatro días que Villa Gobernador Gálvez cumplió sin recolección de residuos.
En medio de la agobiante temperatura, como el pavimento, también se recalentó la pelea sindical. Los trabajadores salieron a acusar a González de mandar “patovicas armados” para presionarlos y advirtieron que no se van a dejar amilanar: “Nos dijeron que nos iban a agarrar a los tiros si no nos íbamos. Nosotros ya no les tenemos más miedo. Si nos tenemos que matar entre compañeros, lo vamos a hacer. Hay que defender los puestos de trabajo”, se plantó con furia uno de los recolectores. “La única respuesta que tuvimos por parte de las autoridades es el apriete”, se indignó.
Pero la pelea no es sólo con la intendencia. Los recolectores villagalvenses manifestaron –en rigor no es la primera vez– que no se sienten representados por el gremio en el que están encuadrados, el Sindicato Municipal local, y volvieron a mostrar su cercanía con el Sindicato de Recolectores de Rosaio, alineado a su vez con el gremio de los camioneros de Hugo Moyano.
En referencia a la situación de los empleados, detallaron que “hay gente que hace más de veinte años que está contratada” y que cuando comparan su sueldo con el de recolectores de otras ciudades, afirman que existe una diferencia que supera los 3 mil pesos. “En otras partes de la provincia ganan alrededor de 5 mil pesos, nosotros no llegamos a los 2 mil”, fustigaron.
Con todo, por ahora la puja parece lejos de una solución. “Esta es una protesta pacífica, no molestamos a nadie. Estamos en nuestro lugar de trabajo reclamando lo que nos corresponde. Vamos a continuar con la lucha y hasta que no haya un arreglo no nos vamos a mover. Por supuesto que queremos trabajar y que la ciudad esté limpia, porque vivimos en ella. Pero bajo estas condiciones es imposible”, concluyeron. (El Ciudadano)