Para Giuliano “El balance del primer año de la gestión Fein es pobrísimo”

La gestión de la Intendenta Fein en el 2012 tiene como saldo muchas promesas y pocas políticas públicas implementadas y, sobre todo, una agenda de prioridades que no compartimos.

El socialismo dice estar muy contento con los objetivos logrados hasta el momento, no creo que 163 asesinatos debido a la inseguridad e innumerables delitos cometidos contra los rosarinos puedan avalar esos logros. La municipalidad sigue sin reconocer la emergencia en seguridad y ha demostrado una nula inversión y una escasa operatividad. La intendenta destaca la colocación de videocámaras aunque, cabe aclarar, son menos de cincuenta las cámaras funcionando en la ciudad, la mayor parte de ellas colocadas para labrar infracciones automáticas.

La videovigilancia debe ser parte de un plan de seguridad integral y estructural que esté a la altura de los índices de delitos que padecemos.

Nuestra ciudad exhibe un índice de homicidios de 16,2 anual cada cien mil habitantes, triplicando la media nacional. Rosario ha sido noticia nacional con los resonantes casos ocurridos, buena parte de ellos vinculados al avance del narcotráfico, la cartelización y los ajustes de cuentas con la intervención de sicarios.

Recientemente hemos realizado una muestra para obtener el Índice de Victimización por Hogares. Los resultados son graves: aproximadamente  el 48% de los hogares de la ciudad ha sido víctima de delitos en lo que va del año 2012. Y los sectores más afectados por la inseguridad son los barrios más vulnerables y alejados del centro de la ciudad,  que se sienten desprotegidos, descuidados y aislados.En la mencionada encuesta se plantea que el lugar de comisión de delitos es principalmente el espacio público por sobre las viviendas privadas,  de manera que la violencia ha ganado el espacio público de forma sorprendente en Rosario.

 

Desde el Bloque Encuentro Por Rosario, hemos elaborado una serie de propuestas que no son respaldadas por el socialismo y quedan durmiendo en el Concejo Municipal: construcción de destacamentos policiales, confección del mapa del delito, línea telefónica 0800 DROGA NO para la denuncia confidencial de la venta ilegal de estupefacientes, el Consejo Municipal de Lucha contra el Narcotráfico y el Centro Metropolitano de Prevención y rehabilitación de adictos. Nada fue aceptado por la gestión municipal.

 

El estrabismo de esta gestión que mira para otro lado cuando se trata de observar los urgentes pedidos de los rosarinos en cuanto a seguridad es un modo que no debiera prevalecer por mucho tiempo más si se quiere verdaderamente lograr un destino feliz para la ciudad.

 

Lamentamos que el 2012 haya sido un año deficitario para Rosario en varios sentidos. Sólo con analizar el presupuesto ejecutado, se advierte que la ciudad no ha invertido en materia de Seguridad ni en Obras Públicas ni en Servicios Públicos, en la medida de lo que se necesita aunque, paradójicamente, el municipio terminó el año con un déficit de $116 millones.

En el balance de su gestión, la Dra. Fein plantea que se han sentado las bases de la Rosario que viene y resalta como cimiento la implementación de algunas políticas como los carriles exclusivos, las calles recreativas, las clicovias, la tarjeta sin contacto. Observamos con preocupación que desde el Ejecutivo de una ciudad como Rosario, la segunda en importancia de la Argentina, se destaque como base de la gestión pintar calzadas para la demarcación de los carriles exclusivos y las ciclovías. No se trata de desmerecer las acciones de ordenamiento del tránsito aunque lo que se ha hecho, debe decirse, no ha demando un gran movimiento de infraestructura en la ciudad.

La obra pública en Rosario está prácticamente paralizada. Muchos rosarinos con un servicio interrumpido de luz y agua. Rosario es una ciudad fragmentada. Conviven barrios enteros olvidados, sin servicios básicos, que se las arreglan como pueden y grandes emprendimientos inmobiliarios que son los que realizan las pocas obras públicas que se desarrollaron en la ciudad a través de esta metodología, poco clara, de los convenios urbanísticos, en los que se permite “desconocer” las normas de edificación a cambio de un pago o compensación en dinero. 

Los fondos para la construcción de desagúes cloacales se subejecutan, aumentan las tasas y los impuestos a escalas desproporcionadas respecto de la inflación real, se negocian tierras públicas porque el estado se declara prácticamente insolvente. No es ilógico, el socialismo tiene que sostener el exorbitante gasto público y burocrático, como puede verse en el hecho de que aumentará el 80% los gastos en personal, como lo establece el preresupuesto 2013.