Central le ganó a Crucero del Norte y se metió en la pelea de arriba de la B Nacional
En un partido entretenido, Central superó por 1 a 0 al Colectivero y logró su tercera victoria al hilo que lo deja a dos puntos de los puestos de ascenso. Medina en complicidad con Romat, en contra, el gol canalla.
Central se lo tomó en serio. Es que aprovechando el envión anímica que traía, esta noche consiguió ante Crucero del Norte, al que superó por 1 a 0, su tercera victoria consecutiva en el torneo y empieza a mirar el futuro con mayor optimismo. Es que con el triunfo en Misiones quedó a dos puntos de la zona de ascenso, algo que parecía utópico hace tres fechas, cuando todo era negativo y más de uno pensaba en que el ciclo de Russo estaba concluido.
Con orden, paciencia y tranquilidad para manejar el balón, los atributos que le gusta utilizar a su entrenador, Central comenzó a edificar un triunfo en el que tuvo como gran virtud la eficacia en ataque, ya que en una de las primeras que tuvo facturó, y después se dedicó a manejar el trámite, aunque sufrió de manera innecesaria ante un rival que hasta el gol parecía no tener muchos argumentos para contrarestarlo.
Es cierto que al canalla no le sobró nada para quedarse con los tres puntos, porque más allá de la pequeña luz de ventaja que sacó el equipo rosarino en el primer tiempo y hasta el gol en el complemento, no tenía la capacidad ni las chances para quebrar a Crucero, hasta que a los 6′ de la segunda etapa Nery Domínguez encabezó un ataque, prolongó para Lagos, quien tocó al medio del área y cuando Medina se aprestaba a tocar el balón al gol apareció Romat desde atrás para empujar la pelota en contra de su valla, mientras paralelamente le hacía penal al atacante canalla.
Claro que como para demostrar que para Central nada es sencillo, Méndez estuvo a punto de hipotecar el triunfo en un toque displicente para atrás, con el que no hizo más que dejar sólo a Lenci, pero Caranta lo cubrió bien con el cuerpo y el balón se fue afuera.
En el final, Central dejó crecer demasiado a Crucero y arriesgó una victoria que debió haber conseguido con más holgura, pero, sobre todo, con más tranquilidad. Le cedió la pelota y el terreno al rival, que, por suerte para el canalla, no tenía demasiadas armas ni argumentos futbolísticos para lastimarlo, pero suficiente entusiasmo para no permitirle un cierre tranquilo y relajado.
De todos modos, y más allá de los matices, lo más importante para Central es que volvió a ganar, que consiguiendo una victoria -la tercera al hilo- que le otorga más tranquilidad y le permite consolidar el proyecto futbolístico, que sigue subiendo en la tabla y que quedó a dos puntos de los puestos de ascenso, algo impensado hasta hace tres fechas atrás. (La Capital)