Abrirán una polémica cochera al lado del Correo Central
El affaire de la Playa Juramento, como se lo conoció, duró largos años y dio pie a denuncias cruzadas, juicios y el desplazamiento de funcionarios sospechados de tráfico de influencias y coimas.
Cuando en 1997 el ingeniero Antonio Pergomet proyectaba construir una playa de estacionamiento en Córdoba al 700, frente a la plaza 25 de Mayo y al lado del Correo Central, empezaba a gestarse uno de los grandes escándalos en que se vio envuelto el municipio, por entonces gobernado por Hermes Binner. El affaire de la Playa Juramento, como se lo conoció, duró largos años y dio pie a denuncias cruzadas, juicios y el desplazamiento de funcionarios sospechados de tráfico de influencias y coimas, aunque paradójicamente una década más tarde terminó con la absolución judicial de los acusados y la orden de que la Intendencia indemnizara a Pergomet. Por increíble que parezca, tras permanecer 14 años cerrada a cal y canto en pleno corazón de la ciudad, la playa podrá ser finalmente habilitada, previa adecuación a la normativa vigente con un par de obras menores.
Para entender qué significa esa novedad hay que revisar todo lo que ocurrió para que el estacionamiento quedara sin habilitar y vacío (a excepción de tres autos viejos que se guardan como si se tratara de un depósito) en un enclave tan emblemático: pleno casco histórico de Rosario y en el mismo solar que había ocupado hasta un año antes la llamada casa Tiscornia, bastión de la resistencia radical en la revolución de 1890 y también demolida en medio de polémica.
Y hay que recordar, además, que los avatares del caso también representaron años de batalla judicial y dineros públicos. Todo para que, 14 años más tarde, finalmente la playa pueda abrir en toda regla, siempre que se realicen un par de adecuaciones.
La saga. El 19 de noviembre de 1998, LaCapital daba cuenta de que la Secretaría de Planeamiento municipal había autorizado la obra, a cargo de Pergomet, un día después de que el Concejo aprobara una ordenanza que prohibía la instalación de estacionamientos en el área bautizada como Paseo de los Orígenes, un recorrido que incluía el Palacio de los Leones, la catedral, el correo, la Bola de Nieve y otros edificios emblemáticos.
Lo increíble era que la normativa había sido redactada por Planeamiento mientras la playa de estacionamiento avanzaba al lado de esa misma repartición (por entonces arriba del correo), desde cuyos ventanales incluso se la veía.
El escándalo que se desató fue de proporciones: Binner dijo que Pergomet había prometido levantar un hotel cinco estrellas y no un garaje (de hecho el empresario presentó el proyecto, que preveía una inversión de 11,5 millones de dólares), y de inmediato ordenó sumarios para dos inspectores, sospechados de cohecho (se habló de 25 mil pesos) y tráfico de influencias.
Después, incluso, el Ejecutivo presentó una denuncia penal que incluyó al propio Pergomet. Hubo todo tipo de denuncias cruzadas y desmentidas.
Y como no podía ser de otro modo, antes o después, la cabeza del entonces titular de Planeamiento, Rubén Palumbo, un socialista histórico, también terminó rodando.
La playa quedó paralizada porque no se le dio final de obra y la Secretaría de Gobierno (entonces a cargo del actual gobernador, Antonio Bonfatti) le negó la habilitación de uso comercial. Y pasaron los años.
En su transcurso hubo novedades de peso: en 2001 y 2002 la Justicia absolvió a los imputados (incluido Pergomet) en doble instancia, y en 2008 la Cámara Contencioso Administrativa obligó al municipio a pagar a Pergomet 172 mil pesos, suma que calculó como inversión para la playa nunca habilitada. El mismo tribunal, en cambio, desestimó el lucro cesante y daño psicológico reclamados por el empresario.
Error. Cuando Pergomet, hoy un hombre mayor, habla del tema expresa dolor. No se cansa de decir que en su vida laboral jamás apeló a coimas ni a agachadas, y aún hoy no entiende por qué se le trabó su emprendimiento siendo que había ido cumpliendo «paso a paso» todos los trámites legales. «Binner se equivocó conmigo, yo no tuve ningún privilegio», asegura.
Y ahora, después de que la Justicia le diera la razón y de que cambió la normativa para el área central, Pergomet vuelve a la carga para habilitar finalmente la playa de estacionamiento que de hecho existe hace 14 años frente a la plaza.
Por eso el 4 de octubre pasado presentó el expediente ante la Secretaría de Planeamiento, cuyo titular, Pablo Barese, adelantó que el proyecto «está en análisis» en el Programa de Preservación del Patrimonio, un trámite que definió como «ordinario».
La titular del programa, María Laura Fernández, detalló que «el nuevo ordenamiento urbanístico para el área central que entró en vigencia en el 2008 establece algunos indicadores (por ejemplo, referidos a alturas, retiros y usos) a los que la Playa Juramento ahora deberá adecuarse».
Básicamente, por tratarse de un estacionamiento descubierto, Pergomet deberá garantizar la «continuidad del frente urbano articulándolo con los edificios linderos», sobre todo el del Correo, de valor patrimonial, lo que implicará adelantar la línea de edificación y construir un bloque de seis metros de altura mínima (por ejemplo, con un local al frente). Según Fernández, existe una «voluntad concreta» para plasmar el proyecto.
Pero aun si todo queda en regla, nadie parece orgulloso de que abra una cochera frente a la plaza. «En realidad, aspiraríamos a que en ese espacio tan significativo para la ciudad se levantara un edificio de otras características, pero hoy no existe ningún impedimento para que el estacionamiento finalmente abra», dijo Barese. (La Capital)