La EPE ya prevé cortes de luz preventivos por la alta demanda
Con más de 85 puntos de trabajo en la red de baja tensión del centro de la ciudad, una inversión sostenida en el plan de recuperación de infraestructura y la preocupación frente a un verano que se vaticina tormentoso, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) buscará afrontar la temporada estival que (como ocurre desde hace al menos una década) volvería a superar los récords de demanda. Es que, tras los destrozos que provocó el reciente temporal en el Gran Rosario, los primeros cortes de luz comenzaron a hacerse sentir y a provocar protestas callejeras, como la del martes pasado por parte de vecinos de Corrientes al 800. En ese sentido, la compañía ya dispuso la interrupción preventiva (programada o en forma intempestiva) del servicio.
En el marco de la apertura de sobres para la compra de columnas de hormigón y cables subterráneos (unos 20 millones de pesos), el vicepresidente de la EPE, Cristian Berrino, aseguró que «las obras que se están realizando permiten acompañar la demanda de la provincia». Pero aclaró que «eso no quita que haya problemas en distintos sectores de algunas ciudades como Rosario».
Lo cierto es que, en función del aumento de la demanda, Berrino advirtió que se trabajará con cortes preventivos programados (permiten su comunicación a los usuarios con anticipación), que se hacen de forma rotativa, como también interrupciones automáticas del servicio frente a una sobrecarga (no posibilitan una advertencia a los clientes).
«Lo importante con esta herramienta que está funcionando es poder aceitar los mecanismos de contacto con los usuarios a través de los medios de comunicación», dijo el funcionario. Luego destacó la necesidad de hacer un uso racional del servicio con los equipos de aire acondicionado a 24 grados, los electrodomésticos apagados si no se utilizan (no en stand by) y las luces apagadas en espacios donde no hay nadie.
Panorama. Acerca de Rosario, la prioridad está puesta en los trabajos de recuperación de la red de baja tensión en el microcentro y el centro de la ciudad, que se está llevando adelante en 85 obras puntuales (ejecutadas en un 30 por ciento).
«Esperamos llegar a fines de diciembre con el 50 por ciento de las tareas ejecutados y terminarlas para cuando concluya febrero», detalló Berrino, en referencia a una obra reclamada por los comerciantes, que tiene un costo aproximado de 9 millones de pesos, entre materiales y mano de obra.
El funcionario señaló que las obras forman parte del plan de recuperación planteado hace cinco años y, a partir del cual, se viene sosteniendo una inversión promedio anual de 300 millones de pesos, que «busca ampliar y acompañar el crecimiento de la demanda».
Sin embargo, lejos estuvo de proyectar un verano sin cortes de energía. De hecho, el incremento de la demanda energética viene haciendo superar (desde hace diez años) los récords históricos.
Berrino puntualizó que el último registro histórico —febrero de 2012— marcó un consumo de 2.040 megavatios, cuando en 2007 había sido de 1.565. Y un día normal de noviembre de este año, sin altas temperaturas, la demanda ya alcanzó los 1.622 megavatios.
Aunque el calor siempre genera alarma, este año serán las tormentas el principal foco de atención el verano en ciernes.
«Estamos preocupados por el nivel de tormentas que se esperan. Venimos de padecer una muy fuerte y los especialistas hablan de que el verano llegará con esas características. Algo que preocupa porque, con esas inclemencias, no hay obras que puedan prevenir la situación ya que vientos de más de 100 kilómetros por hora destruyen cualquier instalación a su paso», alertó Berrino. (La Capital)