El 2015 ya se juega en Santa Fe
Si bien aún faltan tres años, el 2015 ya se juega fuerte en Santa Fe. Las próximas presidenciales se adelantaron esta semana, y las dos principales fuerzas políticas de la Argentina, dirimieron sus espacios en la provincia. Jugaron fuerte, a fondo, sin filtro, desnudaron sus estrategias dejando entrever diferencias irreconciliables, más allá de los buenos modales.
Freyre, el por ahora titular del PJ, dijo ayer que la situación de la Provincia ameritaría ser objeto de una intervención nacional. El gobernador, Antonio Bonfatti, se reunió con las fuerzas de Frente Progresista y denunció maniobras desestabilizadoras.
A su vez, el FAP a nivel nacional, con Hermes Binner a la cabeza, salió a buscar firmas para oponerse a la reelección de la presidenta de la Nación, no por que verdaderamente le importe demasiado la Constitución Nacional, sino por que quiere eliminar -vía proscripción- a la única dirigente política capaz de sacar más del 50% de los votos.
La factura llegó pronto a la provincia, de repente, el jefe de Policía fue arrestado por fuerzas nacionales por presuntas vinculaciones con el narcotráfico y con deeler’s de la droga, sin siquiera avisarle al gobierno socialista de que se lo investigaba. Además el «Cuervo» Larroque líder de «La Cámpora», lanzó la célebre frase en la Cámara de Diputados del «Narco-socialismo», que tanto ofendió a Zabalza y Cia.
La respuesta socialista fue tibia, timorata, apenas atinó a despegar al IPEC de los números del INDEC, pero tampoco se animó a tanto, teniendo en cuenta que necesitará de la mayoría justicialista en la Legislatura, para aprobar el próximo Presupuesto, sin el cual, tendrá las manos atadas en el 2013.
Las fuerzas de la oposición juegan su partida, buscando constituirse en una alternativa al kirchnerismo. Más temprano que tarde, el gobierno blanqueará su inocultable intención de perpetuar en el gobierno a Cristina Fernández, ya que cómo dijo la diputada Diana Conti, «una alternancia boba, no puede privarnos de una estadista».
Desde el partido de la rosa, quieren ser la alternativa opositora, y dejaron en claro, que en su objetivo admiten casi cualquier alianza, salvo la excepción del PRO. Mauricio Macri parece ser el límite, quizás por que el propio jefe de gobierno porteño, también tiene aspiraciones presidenciales.
Claro que él representará a un sector de centro derecha, que no es el mismo que el del socialismo. En la Argentina actual, cerca del 70% de la población vota fuerzas de centro izquierda, y dentro de ellas, deberá buscar su propio espacio el PS.
Aunque no le guste demasiado, comparte el sector con el PJ oficialista, del que busca desesperadamente diferenciarse, pero al que acompañó en varias de las votaciones cruciales de este gobierno (YPF, Aerolíneas, AFJP, etc). En un eventual ballotage, la centro izquierda vencería a la centro derecha, cualquiera sean los candidatos.
Las distintas versiones del justicialismo jugarán su interna, algunos apuestan a la reelección presidencial o a otro candidato ungido por el dedo de Cristina, están los del gobernador bonaerense Daniel Scioli, y las corporaciones mediáticas, forjando al cordobés José Manuel De la Sota.
El «modelo» generará a su propio candidato, y no se sumará a nada que no garantice la continuidad. Después, están quienes apuestan a que no sea Cristina, por que desde el vamos, tienen la batalla perdida, y están aquellos que propician su desgaste, para encontrarla con flancos «atacables», algo que en la última elección no sucedió.
Si bien aún falta mucho, en el ajedrez, gana aquel que piensa varias jugadas hacia adelante, y el que puede imaginar de antemano, donde moverá su enemigo. Mientras algunos pierden el tiempo, pensando en el 2013, el PS y el PJ ya se disputan las presidenciales del 2015, aunque parezca pronto, el sillón de Rivadavia ya busca sucesor y nadie quiere quedarse atrás.