Central: El DT dejó los mismos nombres y no habría cambios para recibir a Ferro
Una semana distinta para Central y para Miguel Angel Russo en especial. Esta vez no hubo cosas de las que sentirse orgullosos por lo hecho en una cancha, pero tampoco nada para recriminarse y corregir. La suspensión del partido del pasado domingo ante Crucero del Norte es como que dejó las cosas en stand by. ¿Qué tiene que ver esto con el armado del equipo para el próximo encuentro? Bastante. Es que el entrenador canalla no tendría pensado tocar lo que había diagramado para jugar en Misiones. Por supuesto falta que los días de trabajo avancen y, fundamentalmente, que aparezca la confirmación. De todas formas, la chance de que Pablo Becker pueda quedarse con el puesto de Hernán Encina es poco probable. Lo que sustenta esta idea es el trabajo táctico realizado ayer en Arroyo Seco, en el que el Sapito formó parte del conjunto titular.
Hasta aquí la última base de análisis que tiene Russo en relación a lo que Encina ofreció es lo ocurrido frente a Douglas Haig. El técnico entendió que más allá de la derrota el Sapito hizo un buen partido. Por eso ni siquiera estuvo en duda en lo que fue el partido trunco en Posadas.
Lo que movió un poco la estantería en el rubro especulaciones fue la recuperación de Becker de un desgarro en el isquiotibial. El juvenil bien pudo haber viajado a Misiones, pero el cuerpo técnico optó por preservarlo. Teniendo en cuenta que venía mostrando un afianzamiento relativamente importante y, sobre todo, que el choque del domingo será en el Gigante, su nombre comenzó a sonar con fuerza.
Ayer Russo dispuso un trabajo táctico en el turno matutino. Lo que ocurrió allí es que Encina participó del mismo, mientras que Becker lo hizo para el conjunto alternativo. Sobre el final de la jornada, el técnico charló con varios de sus allegados. A ninguno le dijo qué era lo que iba a hacer, pero dio a entender algunas cosas. Una de ellas es que El Sapito seguiría entre los once, pero que el juvenil seguramente iba a ocupar un lugar en el banco de suplentes.
El tema fue así. En el horario matutino hubo una exigente rutina desde lo físico y después de eso el grupo fue dividido en dos. El supuesto equipo titular realizó movimientos de coordinación, tanto en defensa como en ataque, mientras que el resto trabajó aparte haciendo hincapié en la definición. Por la tarde se invirtieron los roles, pero los nombres se mantuvieron.
Esto no hizo otra cosa que abonar la idea de que nada cambiará. No sólo en lo que tiene que ver con el volante por derecha, sino con los jugadores con los que volvían al equipo. Estos son los casos de Leonardo Talamonti (por Carlos Casteglione), Rafael Delgado (por el suspendido Javier Yacuzzi) y Jesús Méndez (por Nicolás Freitas).
Hoy seguramente llegará el turno del fútbol y Russo podrá seguir insistiendo con sus conceptos. No obstante, lo que tiene pensado desde lo estrictamente nominal sólo podría cambiar en caso de algún imponderable. A tres días el partido, el equipo parece estar claro.
(La Capital)