Central pudo rescatar un punto con gusto a poco ante Independiente
El elenco de Russo igualó 2 a 2 con la Lepra mendocina, que estuvo dos veces en ventaja a través de los goles de Sbuttoni y Píriz Alvez. Para la Academia marcaron Méndez, de tiro libre, y Lagos de penal. El conjunto de Russo manejó más la pelota, pero le fató contundencia y sufrió con su defensa.
Aroma a poco. Gusto a insuficiente. Eso le dejó en la boca y en el alma a los hinchas de Central este empate en dos con Independiente Rivadavia de Mendoza, uno de los animadores del torneo de la B Nacional. Si ganar como local es la premisa para sostener cualquier aspiración, esta vez la Academia no lo hizo y por eso debe conformarse con una unidad que de poco le vale para sus pretensiones de acercarse a la cima. Las razones: el pésimo momento de sus defensores y la falta de precisión arriba.
Pinta justo este reparto en el Gigante. Porque la Lepra mendocina es un equipo sólido e inteligente y así le jugó a Central, sabiendo de sus virtudes y sus debilidades. A pesar del buen arranque de los canallas, algo que siempre sucede cuando el auriazul es local, a partir de los quince minutos fueron los cuyanos los que coparon el mediocampo y lograron ponerse en ventaja cuando el Canalla ya no tenía el balón y de pelota parada.
A los 23 minutos, un centro de García y el cabezazo de Sbuttoni lograron vencer a Caranta, quien ya había tapado un remate externo de Gómez. El tanto llenó de presión al local, que buscó desesperadamente recuperar el monopolio del útil y se sumió en el apresuramiento que provoca la lógica falta de precisión. Pero así y todo, el despliegue de Méndez, el criterio de Domínguez y la tenacidad de Medina volvieron a emparejar el trámite. Y luego de varios avisos (tiro libre de Méndez cerca, doble jugada de gol que fallaron Toledo y Lagos), Central empató.
El estupendo tiro libre de Méndez fue lo último del primer tiempo. Ya en el complemento, la escuadra centralista asumió el control del juego y se estacionó en campo adversario. Tuvo algunas ocasiones, como la que Méndez no pudo definir tras pasar al arquero, pero de repente y cuando nadie lo esperaba, Independiente volvió a golpear. Ahora, merced a la floja resistencia de Casteglione ante un saque de arco, quien perdió la posición con Ferradas, y la falta de concentración de Yacuzzi, que se dejó anticipar por Píriz Alvez: era 2-1 con apenas 20 por jugar.
Ese tanto desató un vendaval de insultos de los hinchas al manager Belloso, que los jugadores trataron de ignorar. Poco después, Medina falló un mano a mano que le tapó Ayala, y cuando parecía que el nerviosismo consumiría a los futbolistas, llegó el penal: centro, remate de Peppino, mano de García y chance para Lagos, que definió exquisitamente y abrió la ilusión otra vez. Quedaban diez minutos y Central jugaba once contra diez.
Al epílogo le quedaron un mano a mano que Caranta le tapó a Ferradas luego de un papelón de Peppino y un par de ocasiones que Central no pudo definir. Todas acciones que pintan de cuerpo entero lo que le pasó al Canalla en el partido: sufrió por las falencias de la zona baja y no supo capitalizar las que generó en la vanguardia. Al campeonato le queda mucho recorrido y para Russo será menester encontrar cuento antes la estabilidad que le permita ser más confiable. Y así empezar a sumar. (Rosario3)