Central le ganó a Atlético Tucumán y se recuperó en el Nacional B
Los goles fueron marcados por Lagos, Becker y Bracamonte. Descontó el ingresado Méndez. Los tucumanos jugaron con 10 desde los 23 minutos del primer tiempo por expulsión de Mármol, que cometió penal, remate que, luego, estrelló en el travesaño Paulo Ferrari. Central, con 10 puntos, está a 5 de los líderes, Gimnasia de La Plata e Independiente Rivadavia.
Parece que está en su génesis generar sufrimiento e incertidumbre. Y menos mal que las raíces de la creatividad estuvieron, en esta ocasión, firmes en Central. Pero a la hora de capitalizarse y sentar las bases del triunfo con firmeza, florecieron las imprecisiones y resurgieron viejos males. No obstante, lo más importante para los canallas es que se reencontraron ayer con la victoria tras quebrar a Atlético Tucumán por 3 a 1, y ahora le apuntan a lo que viene con otro semblante.
La tarde comenzó haciéndole un guiño. De movida nomás el auriazul arrinconó de puro guapo al Decano entre las líneas de cal que demarcaban su territorio más defensivo.
Pero entre Toledo y Costa se encargaron de ratificar el pobre presente que azota a todos los delanteros. Para variar, entre los dos despilfarraron todas las situaciones que se les presentaron. Y fueron muchas (ver página 4).
Aunque cuando los murmullos de la impaciencia y la disconformidad iban en franco aumento, apareció Lagos para ponerle un paréntesis con un remate bajo a la ira contenida y desatar así un gran festejo en todas las tribunas del Gigante.
Si bien la visita ofrecía todo tipo de ventajas en el fondo, también hay que destacar que tuvo tres chances claras para empardar. Una vía un cabezazo en contra de Nery Domínguez que hizo exigir y lucir a Caranta. Y otras dos por intermedio del ex Newell’s Cobelli, quien aprovechó un yerro de Peppino, pero definió mal.
Más allá de eso, el canalla tuvo todo para relajarse cuando Mármol le cometió penal a Toledo. Pero Ferrari lo falló al hacer estrellar su derechazo en el vértice superior izquierdo. Y la incertidumbre floreció una vez más en todo Arroyito de lo lindo.
Es que el equipo generaba, pero erraba todo. Es más, Costa tuvo dos clarísimas antes del descanso y una apenas comenzó el complemento y las desperdició de manera increíble. Lo de los dos puntas canallas ya no tiene explicación a esta altura.
Pese a todo, el pibe Becker calmó las aguas al marcar un golazo con la fineza que lo distingue cuando arrancó la fase final.
Y por más que Gabriel Méndez haya encendido la señal de alerta cuando le sacó jugo a una asistencia de la Pulga Rodríguez, la realidad marcaba tres cosas bien claritas. Que Central flaqueaba atrás y fallaba adelante, pero que merced al buen trabajo del mediocampo dominaba. Claro, no cerraba el pleito porque erraba demasiado.
Pero antes de que todo terminara, Bracamonte, quien fue muy resistido desde el ingreso por los hinchas locales, se sacó la mufa al capitalizar una generosa asistencia de Lagos y aseguró una victoria que dejó conformes a los ciclotímicos hinchas, quienes se fueron del estadio arengando al equipo con la alegría que no le dieron cuando entraron a la cancha y clamando por un futuro campeonato. (Cancha Llena/La Capital)