En Santa Fe los ruralistas aportan sólo el 2% de los ingresos provinciales
La provincia gobernada por Antonio Bonfatti, sucesor de Hermes Binner, mantiene una estructura impositiva basada en los Ingresos Brutos y casi no grava a los dueños de la tierra. Un hectárea en Alcorta valuada en $ 100 mil paga $ 3,1 por mes.
El sistema impositivo de Santa Fe, provincia que gobierna el socialismo desde 2007, evidencia un carácter regresivo que se apoya sobre impuestos indirectos que no tienen en cuenta la renta y evita avanzar sobre el poder económico. De esta forma, la administración provincial perjudica a los ciudadanos con menor capacidad contributiva y protege a los grandes terratenientes, los actores estrella de la economía regional, que disfrutan la convivencia de ganancias abultadas con una presión impositiva mínima sobre sus tierras. De la recaudación total de 2011, que según datos del Ministerio de Economía santafesino rondó los $ 7238 millones, sólo el 2,1% correspondió al Impuesto Inmobiliario Rural, mientras que el grueso correspondió a Ingresos Brutos, impuesto que no discrimina el poder adquisitivo de los ciudadanos.
La provincia que conduce hoy el socialista Antonio Bonfatti, sucesor y ex ministro del líder del Frente Amplio Progresista (FAP) Hermes Binner, no modificó el escenario pro corporaciones que construyó el Partido Justicialista durante los gobiernos de Carlos Reutemann y Jorge Obeid. Las 11.975.811 millones de hectáreas que tiene la provincia según el censo agropecuario de 2008 aportaron a las arcas del Estado tan sólo $ 159 millones durante todo 2011, es decir que la recaudación anual promedio por hectárea fue de $ 13,28 y la recaudación mensual promedio por hectárea se ubicó en $ 1,11.
La proporción actual entre el Inmobiliario Rural y el valor real de los campos es muy baja. El Ejecutivo provincial estima que las valuaciones actuales en promedio no superan el 4% del valor de mercado, y en muchos casos son incluso menores a eso. Según muestran datos que hizo públicos la federación de trabajadores municipales de Santa Fe (FESTRAM) en base a las boletas de pago de la Administración Provincial de Impuestos, una hectárea con un valor de mercado de $ 100 mil en Alcorta paga $ 3,10 por mes, un 0,0031% del valor de la tierra.
Con una base imponible tan distinta a lo real, un impuesto fundamental para la progresividad de la provincia como el Inmobiliario Rural pierde peso y dispone una inequidad tributaria a favor de actores con ganancias millonarias y en detrimento de las clases asalariadas. Además, diferentes departamentos gozan de no pagar impuestos por emergencia agropecuaria, mientras que los ingresos mantienen un ritmo imparable a pesar de la sequía y la menor cosecha. Para 2012 la emisión del Inmobiliario Rural Santafesino es de 160 millones (2% del total), mientras que Entre Ríos, por ejemplo, proyectó en su Presupuesto del año que corre un ingreso de $ 270 millones (17,6% del total) de la mano del mismo impuesto.
REGRESIVOS. Si se considera el inmobiliario en general, tanto urbano como rural, ambos de carácter progresivo al significar mayor presión sobre el que bienes más caros presenta, en el bienio 1998-1999 lo recaudado fue en promedio un 21,4% del total de la recaudación correspondiente a tributos provinciales, mientras que dicho porcentaje disminuyó para el bienio 2003-2004 a un 19,5% y en el bienio 2010-2011 sólo alcanzó un 9,8%, con una cifra final del 7,83% ($ 567.022.300) en el último año. Es decir, un impuesto progresivo perdió importancia en la recaudación tributaria provincial, cuestión que dispuso que la presión recaudadora imponga más fuerza sobre los bolsillos de los asalariados.
Además, en la provincia existen exenciones fiscales del Estado provincial que benefician a los exportadores, terminales portuarias, grandes industrias vinculadas a la actividad primaria y al sector financiero, que impiden recaudar millones por año que se podrían volcar al gasto social. Las más beneficiadas por estos beneficios son en particular las cerealeras del cordón industrial que integran el cordón productivo que se extiende de Timbúes a Puerto San Martín.
En tanto, el grueso de la recaudación provincial corresponde a Ingresos Brutos, que en 2011 sumó $ 5133 millones y significó el 70,93% de la masa total. Este impuesto es de carácter regresivo, ya que grava el consumo y no tiene en cuenta el poder adquisitivo del contribuyente, cuestión que dispone un impacto negativo sobre la distribución del ingreso. En la misma línea se ubican el Impuesto a los Sellos, que también tuvo mayor influencia que el Inmobiliario y, con carácter regresivo, aportó el 12,07% ($ 873.535.422) del total de la recaudación provincial.
En tanto, Patente Única sobre vehículos, que por su imposición directa tiene en cuenta los ingresos del individuo, se ubicó entre los impuestos que tienen menos peso al registrar un 8,90% del total con $ 644.251.467.
Como indica un informe de los diputados del bloque provincial del Movimiento Evita, en la provincia de Santa Fe se encuentran gravadas las locaciones de inmuebles cuando quien percibe la renta es una empresa. Si quien la percibe no tiene el carácter de empresa la situación es distinta, y sólo se recae sobre el propietario cuando tiene ingresos por el alquiler de más de cinco inmuebles y no se establece un máximo por alquiler para estar eximido, con lo cual un propietario hasta con cinco inmuebles de alto valor no paga Ingresos Brutos.
Ejemplos de la desigualdad
El carácter regresivo del sistema tributario de Santa Fe se puede observar en casos particulares. El bloque de diputados del Movimiento Evita, con datos de boletas del impuesto inmobiliario, le indicó a Tiempo Argentino que en la localidad de J.B. Molina 150 hectáreas de un campo pagan $ 1147 por cuota del inmobiliario rural (son cuatro al año). La valuación fiscal que dispone este escenario es de $ 245 mil, cifra que está muy lejos de los U$S 2.250.000 que vale realmente ese territorio hoy en día si se cuentan U$S 15 mil por cada hectárea, cálculo austero al pensar que el precio puede subir incluso hasta los U$S 18 mil.
En tanto, en Chovet, un vehículo 4×4 importado modelo 2009 de la marca Suzuki, que está valuado $ 81 mil, paga por año una patente de $ 1620, con cinco cuotas de sólo $ 324. En la misma línea, una casa de más de 300 metros cuadrados techados, 1000 metros cuadrados, con valor fiscal de $ 58.300, paga cuatro cuotas de $ 308 pesos y alcanza un inmobiliario anual de $ 1232. En la misma zona, por 62 hectáreas de campo se pagan $ 1392 al año de inmobiliario rural. (Tiempo Argentino)