Se arregló el conflicto de los recolectores y no habrá paro

Desde el gremio rosarino confirmaron que los problemas del sector en la ciudad de Quilmes se solucionaron. Amenazaban con una medida de fuerza que hubiera generado inconvenientes con la basura en todo el país

Finalmente no habrá paro de recolectores. Los trabajadores lograron solucionar el conflicto generado en la ciudad de Quilmes, que había derivado en la amenaza de una huelga nacional a la que Santa Fe planeaba adherir.

El titular del gremio del sector en la ciudad, Marcelo Andrada, mantuvo reuniones en Buenos Aires y este miércoles anunció que, “tras largas reuniones, pudo solucionarse el tema” y en virtud de eso “no hay paro a nivel nacional, y obviamente tampoco en Rosario”.

Según manifestó a través de un comunicado, la Municipalidad de Quilmes “dictó la emergencia sanitaria y en ese marco se extendió la licitación del servicio de recolección de residuos y barrido a la empresa Covelia hasta noviembre próximo. Además se dio marcha atrás en posibles despidos de trabajadores recolectores de dicha localidad”.

“Se ha garantizado la continuidad laboral de los trabajadores y por eso se resolvió levantar toda medida de fuerza y en consecuencia en Rosario todo sigue con normalidad”, señaló Andrada.

El secretario general adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, había denunciado que 400 trabajadores de la rama recolección de residuos y barrido manual de calles del municipio habían recibido «telegramas de despido», por lo que el gremio decidió el alerta y movilización primero y, luego, el paro general y el acampe frente a la comuna quilmeña.

Dicha amenaza fue repudiada por el gobierno nacional. Uno de los que se refirió a la situación el martes fue el vicepresidente Amado Boudou, quien calificó de «absurda» la advertencia y acusó a Hugo Moyano de buscar «un rol político a través del apriete».

El funcionario reivindicó el derecho a huelga pero advirtió que en el caso del sindicato de camioneros «se le está dando permanentemente un sentido político que distorsiona el juego que tiene que tener cada uno de los actores en la vida política argentina».

(Rosario3)