Inversiones peligrosas

Un periodista saltó tristemente a la fama por ocupar algunos de los 140 caracteres de su tweet con una expresión de desprecio. Negrópolis, en lugar de Tecnópolis. Un mal chiste racista en una sobremesa de racistas. Las redes sociales son así: convierten en público lo que debería ser privado. No dan tiempo siquiera a ponerse colorado. No va a pasar a la historia esta despreciable humorada. Sesenta y pico de años atrás no había redes virtuales, pero eso de las patas en la fuente se convirtió en la síntesis perfecta del odio hacia el otro. Odio que se manifiesta ante el ascenso social de los eternamente excluidos. Nadie escribió bostópolis al pasar por el predio de la Rural. Civilización o barbarie. Inmigración descontrolada, según los que pretenden un país chiquito, acotado a un par de barrios selectos. “Una falta de respeto hacia los argentinos”, expresó al Jefe de Gobierno porteño por el corte de energía que dejó a oscuras algunos monumentos de la Capital. Hugo Biolcati –casi ex presidente de la Sociedad Rural y futuro candidato a la nada- también considera que el sector al que representa es la argentinidad. Presunciones de clase, tradición patricia. Propietarios del país que ya no es. En este camino colectivo hay un horizonte de inclusión y equidad, sin lugar para individuos que odian porque pierden privilegios.

“Estamos cerrando una etapa –expresó el Ministro de Economía, Hernán Lorenzino la semana pasada- Y al mismo tiempo inauguramos un nuevo ciclo, un cambio de paradigma. En la década de 1990 teníamos el paradigma del Estado chico y mal administrado. Ahora estamos ante una nueva etapa de emponderamiento del Estado”. Y podría agregarse que el Estado noventista –además de chico y mal administrado- era cómplice de los poderes fácticos. Servil, además de cómplice. Obediente, sumiso. Dadivoso con los que más tienen y ajustador con los más desprotegidos. Ahora, de manera progresiva –tal vez con demasiada timidez- el Estado comienza a mediar en las relaciones entre los distintos actores de la sociedad para lograr una mejor distribución del ingreso. Una distribución del ingreso que no se queda sólo en lo económico -aunque debería avanzar más en este aspecto- sino que también abarca lo simbólico. La educación y la recreación forman parte de eso. El Fútbol para Todos –blanco de la crítica de los que perdieron el negocio- es una de los emblemas del cambio de paradigma. Tecnópolis y la TDA, también. Lo gratuito molesta sólo a los que pueden pagar. Perder la exclusividad del disfrute despierta ese odio incomprensible. El pobre sólo debe disfrutar de sus penurias.

Y Macri dice lo que dice. Para él, el corte de energía por falta de pago “fue una decisión del gobierno nacional y una falta de respeto a los argentinos”, aunque sólo afectó a los porteños. No es un error, sino una concepción. La continuidad de una tradición que se inicia a mediados del siglo XIX, cuando todos los recursos del país debían estar a disposición de la metrópolis. Para el Jefe de Gobierno porteño, el Gobierno Nacional debe resolver los problemas de la Capital. El está dispuesto a poner la firma y posar para la foto. Nada más. La ciudad con mayor presupuesto es la que más demanda recursos. Lo que más molestó es la quita de subsidios a los servicios públicos, aunque el incremento presupuestario ya estaba previsto. Pero Macri quiere ser oposición, aunque para ello deba renunciar a gobernar para dedicarse sólo a protestar. Su intelecto apenas le da para administrar una inmaculada maqueta y pretende gobernar un país.

Otro que desde hace mucho pretende gobernar es Hugo Biolcati. Desde la tribuna de la Exposición Rural, desplegó sus llantos en el último discurso como presidente de la entidad. Y se quejó de lo que un digno representante del sector que más ha crecido en los últimos tiempos debe quejarse: de la intervención del Estado en las relaciones económicas. Él –y no debe ser el único- considera necesario “superar ese perverso rol del Estado transformado en el patrón de los bienes públicos, que sostiene con subsidios su poder electoral, que da de comer mendrugos a sus vasallos y somete a gobernadores e intendentes genuflexos a mendigar las dádivas”. Claro, los patrones son ellos y aunque reciben subsidios, jamás votarían por este modelo. Y los mendrugos y dádivas las reparten ellos en sus descomunales feudos. En otros tiempos, ellos eran el Estado y los presidentes, simples peones en el tablero del territorio nacional. Aunque no han perdido la riqueza –sino todo lo contrario- les molesta haber perdido el control.

Que la AFIP tome medidas para administrar los dólares es una afrenta que no van a perdonar. El dólar es la moneda nacional de los productores agropecuarios, además del ladrillo. Comprar dólares es un derecho, dicen, y los Kirchner atropellan la libertad. Los Kirchner, como dicen con desprecio, es el equipo gubernamental y todos sus seguidores que impiden rellenar los colchones con la moneda verde. Los Kirchner están en todas. Ahora la AFIP pretende que devuelvan los dólares que compraron para fines turísticos y no fueron utilizados. En efecto, en junio unas 6800 personas fueron autorizadas para adquirir unos 38 millones de pesos pero no realizaron viajes al exterior en los plazos estipulados. Si no regularizan la situación, el contribuyente será sancionado con multas o la suspensión para operar con divisas. Estos Kirchner son increíbles: descubren las trampitas de los especuladores.

Y las trampotas de las corporaciones. Después de tomar el control de YPF, el Gobierno comenzó una auditoría para verificar el estado en que se encontraba la empresa. El Informe Mosconi detalla una estrategia de depredación, desinversión y desabastecimiento que el Grupo Repsol –apenas una distribuidora de combustible antes del regalo del infame riojano- concretó cuando estuvo al frente de la petrolera nacional. En un documento del 28 de abril de 2010, donde expone el Plan Estratégico 2010-2014, deja en claro que su objetivo era “consolidar los ahorros operativos y continuar con las desinversiones en YPF en activos no estratégicos”. Con respecto a la exploración, la empresa española multinacional sostiene que invirtió 600 millones de euros en sus áreas estratégicas durante 2009, que no incluyó a Argentina entre sus doce prioridades. YPF fue la plataforma para crecer en el resto del mundo y las riquezas nacionales se convirtieron en la forma de financiación de ese crecimiento. Aunque tarde, el Estado Nacional tomó las riendas de la empresa para interrumpir el saqueo. Por supuesto, los patricios se mostraron molestos con esta medida porque nos enemistaba con la Madre Patria. ¿Dónde está la civilización y dónde la barbarie en esta historia?

Los bárbaros K arremeten contra todo, hasta con la libertad de expresión que supimos conseguir, aunque esté monopolizada por los medios concentrados. La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual envió notificaciones a una veintena de grupos de medios en las que solicita información técnica para verificar su situación ante la ley aprobada en octubre de 2009. El 7 de diciembre es la fecha de vencimiento de la medida cautelar presentada por el Grupo Clarín para eludir el artículo 161, que pone límites a la posición dominante. Aunque será un recorrido lento y tal vez tortuoso, con algunos exabruptos y tergiversaciones en tapas y coberturas televisivas, se reducirá un poco esa “cadena del miedo y del desánimo”, como la llama Cristina. Entonces, los exponentes del Poder Fáctico perderán un importante muro de protección y la propaladora de estiércol tendrá menos influencia en la sociedad, sobre todo en aquellos individuos que insisten en identificarse con los que, de retomar el poder, no dudarían en dejarlos en la ruina.

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Gustavo Rosa

Periodista, Licenciado en Letras. Docente de enseñanza media y terciaria. Autor del blog: http://www.apuntesdiscontinuos.blogspot.com/