Más de tres mil personas volvieron a ver gracias a una simple cirugía
Estaban ciegas y recuperaron la visión debido a la intervención gratuita de cataratas. Rosario está al máximo nivel internacional en este tipo de operaciones en los hospitales.
Ellos tenían frente a sus ojos un mundo que creían ver, pero que no veían. Estaban parados frente a situaciones, personas y cosas que sólo podían imaginar o, en todo caso, recordar. Porque habían ido perdiendo de a poco aquel sentido fundamental hasta quedarse definitivamente sin él. Sin embargo, pudieron recuperarlo. Para ellos, fue como volver a vivir, como renacer. Ya son más de 3 mil personas ciegas que, en hospitales de Rosario, fueron operadas gratis (en el sector privado cuesta 5 mil pesos) de cataratas a través de un proceso que logró resultados excelentes.
Así, la ciudad «lidera la prevención de la ceguera por este motivo», aseguró el director del Programa Municipal de Salud Visual, Ricardo Goñi. El proceso generó «un cambio y una sensibilización por una parte de las autoridades sanitarias y, por otro lado, con las propias personas que padecían el problema, porque antes alguien se quedaba ciego y no se hacía nada. Ahora la ceguera por cataratas se puede resolver».
En efecto, es la principal causa de la pérdida de visión prevenible tanto en la Argentina como en el resto del mundo. Y sólo en Rosario, desde 2005, 1.300 personas se operaron en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cemar), que forma parte del sistema sanitario local, y otras 1.800 lo hicieron en el Centenario y Provincial, que pertenecen al Estado santafesino.
«Actualmente, con la oferta de cirugías gratuitas para personas sin cobertura social, conjuntamente con Pami y el sector privado, en Rosario el acceso a este tipo de intervención es equivalente al primer mundo», consideró Goñi.
Más jóvenes. Durante los comienzos del programa, las acciones apuntaron fundamentalmente a los adultos, mayores de 50 años. «La llamada catarata senil, asociada a la edad, es la más común y representaba la mayor cantidad de casos», explicó el especialista; sin embargo, se presentan pacientes cada vez más jóvenes.
En ese punto, el director del área explicó que «cuando se comenzó a hacer un barrido en la población, empezaron a aparecer con mayor frecuencia episodios de cataratas en personas jóvenes, a partir de los 20 o 30 años», y señaló que «esos cuadros eran impensados tiempo atrás».
Si bien el médico afirmó que «aún no hay una explicación científica que explique la presencia de catarata en esas edades», hizo hincapié en el hecho de que «no se puede erradicar la catarata, pero sí la ceguera que ésta provoca».
Si bien la mayoría de los pacientes llegan a la cirugía cuando ya perdieron la vista, Goñi aseguró que las consultas «se realizan cada vez en forma más temprana y muchas veces son familiares los que traen al enfermo». Se trata de cirugías que rondan los cinco mil pesos en el ámbito privado, mientras que en los centros municipales y provinciales se realizan de modo gratuito.
Para esto, el paciente sin cobertura social concurre al dispensario barrial, desde donde es derivado al médico especialista, en este caso el oftalmólogo, ya sea en el Cemar o a los hospitales Centenario o Provincial.
En esa consulta, se le realiza el llamado scrinin, que determina la patología y la necesidad o no de llevar adelante la intervención.
«Si los estudios indican que el paciente es potencialmente quirúrgico y si efectivamente luego de la cirugía el profesional comprueba que el resto del ojo está bien, la posibilidad de recuperar la visión es altísima», explicó Goñi, y detalló que «hay un porcentaje de resultado positivo que supera el 93 por ciento».
Por eso, el director del programa hizo hincapié en que «Rosario es pionera en materia de salud visual y empezó a trabajar cuando en otras ciudades no se hablaba de este problema».
(La Capital)