Quedó sin efecto el concurso público para la instalación de canales de la Ley de Medios
Por falta de interesados y después de varias postergaciones , el gobierno nacional dejó «sin efecto» el concurso público mediante el cual se buscaba instalar 220 nuevos canales de televisión en todo el país, medida que había lanzado hace un año.
La decisión, publicada ayer en el Boletín Oficial, es el mayor fracaso en la política de comunicación oficial y el más duro choque contra la realidad de la polémica ley que se aplica a los medios audiovisuales.
Justo el día en que la presidenta Cristina Kirchner dijo, al hablar en un acto en Haedo, que en diciembre próximo «finalmente deberá cumplirse de una buena vez la ley de medios», la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) difundió las resoluciones 929 y 930, firmadas hace una semana, que suspenden la creación de nuevos canales, y se autoimpuso un plazo de 30 días para la elaboración de un nuevo pliego de bases y condiciones y otros 120 días para definir un cronograma. Es decir, en diciembre no habrá nuevas señales televisivas.
En esa resolución, el organismo de aplicación de la ley de medios reconoce entre líneas que no había un plan técnico para la creación de semejante cantidad de emisoras (lo que podría derivar en conflictos con los países limítrofes por posibles interferencias); que era imposible que las entidades sin fines de lucro pudieran participar del concurso, dado el valor de los pliegos y el capital mínimo requerido, e insinúa que la próxima convocatoria podría contemplar la posibilidad de aceptar sólo propuestas en alta definición.
El proceso ahora suspendido se había presentado el mismo día y en el mismo acto en el que Cristina Kirchner había anunciado su decisión de candidatearse a la reelección, lo que finalmente consiguió el 10 de diciembre pasado. Según ese cronograma, que fue prorrogado dos veces, se iban a realizar 64 concursos en todo el país. El resultado de esas compulsas iba a dar como saldo el surgimiento de 16 nuevos canales en la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba y Santa Fe; 48 en la provincia de Buenos Aires, y 8 en cada provincia del resto del país, con excepción de Chubut, Catamarca, Corrientes y Salta, que habían sido excluidas.
Todos esos canales iban a transmitir directamente en digital y debían ajustarse a las disposiciones de la flamante ley de servicios de comunicación audiovisual. El Gobierno esperaba una lluvia de postulaciones, pero el interés despertado fue menor. En lugar de más de una oferta por cada canal concursado, hubo apenas un pliego vendido por cada cinco canales
Ayer, la Afsca reconoció oficialmente que en el concurso para la creación de nuevos canales en la Capital Federal sólo hubo tres oferentes: Polo Channel -que pretendía crear una señal temática de ese deporte-, León Negro SA -empresa vinculada al grupo Manzano-Vila- y Fernando Blanco, socio del Grupo Clarín y de Adrián Suar en la productora Pol-Ka.
Ni siquiera los últimos intentos del ex presidente de la Afsca Gabriel Mariotto antes de asumir como vicegobernador bonaerense lograron vencer la resistencia de los empresarios privados, que no ven en este esquema televisivo ninguna viabilidad económica. Por esa falta de interés, el propio Mariotto debió prorrogar el proceso en agosto y noviembre pasados con el argumento de atender «diversas peticiones formuladas respecto del alcance de algunas cláusulas del pliego» y permitir «una mayor difusión y convocatoria respecto de los interesados».
Los sucesores de Mariotto al frente de la Afsca -que tiene una suerte de conducción bicéfala-, Santiago Aragón (presidente, amigo personal del vicegobernador bonaerense) e Ignacio Saavedra (vicepresidente, miembro de la agrupación juvenil La Cámpora), blanquearon un panorama que no es alentador para el futuro del proyecto.
Plan técnico
«En el aspecto técnico se continúan adoptando medidas de reordenamiento y modificación de las atribuciones de frecuencias de la banda UHF [que usará la televisión digital] e impulsando las relativas a la coordinación internacional en el ámbito del Mercosur, con objeto de posibilitar así el ingreso de nuevos prestadores. Con idéntico objetivo de aprovechamiento y aplicación de nuevas tecnologías se han formulado consultas relativas a la factibilidad de que la incorporación de la señal en el canal digital de TV lo sea en alta definición [HD], un paradigma tecnológico al que se aspira en un futuro inmediato», señalan Aragón y Saavedra en los considerandos de la resolución 929.
Además, reconocen que «en ámbitos geográficos como el de la ciudad de Buenos Aires, en los que la disponibilidad de espectro se encuentra condicionada por los servicios preexistentes y por constituir una zona de coordinación internacional, resulta conveniente que decisiones que puedan comprometer su ocupación sean acompañadas por nuevas medidas de planificación que procuren compatibilizar los diversos intereses que se verifican».
TV sin fines de lucro
En el caso de la televisión sin fines de lucro, una de las innovaciones de la ley de medios más celebradas local e internacionalmente, las restricciones sumaron una barrera económica: el valor de los pliegos para participar de los concursos fue originalmente de entre 70.000 y 140.000 pesos en Capital Federal, y de entre 42.000 y 105.000 pesos en la provincia de Buenos Aires, según la zona y cantidad de habitantes.
De hecho, desde que se lanzaron estos concursos varios canales comunitarios sin fines comerciales -que hasta ahora funcionaban ilegalmente- se manifestaron frente a la sede de la Afsca para pedir que los precios de los pliegos se adecuaran a su realidad.
Hasta hace algunas semanas, sólo recibían como respuesta que para hacer frente a los costos de operación de un canal de TV hace falta una escala económica mínima y que los pliegos deberían reflejar ese tamaño. Ese dato no es menor porque las nuevas señales iban a estar obligadas a contratar los servicios de transmisión de la empresa estatal Arsat.
Ahora, la Afsca reconoce «que en particular, personas jurídicas sin fines de lucro han solicitado la reducción de los valores de los pliegos argumentando que resultaban excesivamente onerosos para el sector» y sostiene que «es necesario escalonar el ingreso de los nuevos prestadores priorizando al sector sin fines de lucro». La Afsca anunció que devolverá «los montos oportunamente abonados en concepto de adquisición del pliego de bases y condiciones, así como las garantías constituidas por los oferentes». Es decir: borrón y cuenta nueva. (La Nación)