Siria al borde del precipicio
Los analistas de política internacional miden hora a hora la paciencia del gobierno israelí, ya que presumen que dicho Estado no habrá de permitir que las armas químicas que el gobierno de Siria admitió tener, terminen en manos de grupos islamitas radicales como el libanés Hezbollah.
El ministro de Defensa israelí Ehud Barak ya hizo saber al mundo que Israel no aceptará la transferencia de armas inteligentes al “Partido de Dios” y agregó que “Nuestro país se defenderá con responsabilidad”, lo que ha sido entendido como actos preparatorios previos a una probable intervención en territorio sirio.
Por su parte el primer ministro Benjamín Netanyahu, ante los micrófonos del programa Fox News Today, uno de los más influyentes entre los funcionarios norteamericanos, advirtió que “el gobierno del presidente sirio Bashar Assad caerá”, pero le preocupa más un “colapso caótico que deje los depósitos de armas de Siria sin vigilancia”.
A todo esto, los rebeldes comenzaron a bombardear Damasco con una resultante de varias decenas de muertos en el marco del plan “Volcán Damasco” con el que pretenden dominar la capital mientras que incitan a sus seguidores a tomar Aleppo, la segunda ciudad del país, ya que lograron controlar zonas fronterizas con Irak y Turquía, haciendo lo propio con una escuela de infantería del ejército sirio, ubicado en Musalmiyeh, en las cercanías de Aleppo.
El horror de los combates desde marzo de 2011 ya ha llevado a la tumba a casi 18.000 víctimas en Siria, debido a una enconada resistencia del régimen ante una oposición política atomizada que espera una intervención internacional similar a la de Libia, a pesar de que Estados Unidos no quiere protagonizar nuevamente una intervención militar en la región debido a su proceso electoral interno.
Rusia, mientras tanto, defiende -de manera oscilante-, a los sirios como lo hizo con Irán, ya que su objetivo es proteger, por el momento, sus intereses económicos, aunque para no quedar afuera de la mesa de negociaciones, retrasa la entrega de armamento.
Los rebeldes, a su vez, están recibiendo apoyo logístico de Qatar, Arabia Saudita, Turquía y Estados Unidos. Esta circunstancia pude estar por quebrar el curso de los acontecimientos.
Sin embargo, por el momento, no debemos llamarnos a engaño. El apoyo de Irán y de Hezbollah a Bachar el Asad, han mejorado la capacidad militar de este último, la que está siendo utilizada para defender Damasco, ya que el proceso de deterioro interno del régimen avanza a pasos agigantados.
Y ello es así en razón que los colaboradores del gobierno están viendo caer sus prerrogativas y sus actos de corrupción, los que le han proporcionados benéficos millonarios.
Ello conlleva la posibilidad de que los amigos de Asad comiencen a ver la necesidad de arrojarse del barco si perciben que el mismo comienza a escorar.
Y esto es lo que parece que se está produciendo, ya que el principal soporte suní comenzó a ponerse los salvavidas pudiendo generar la decisión una serie de deserciones en cadena.
Hezbollah, por su parte, estaría incrementando sus reservas de misiles cercanas a 40.000 unidades gracias a los cientos de millones de dólares que les financia Irán, junto a otros “donantes” del Golfo Pérsico, por lo que entienden están dispuestos a pelear.