El lado hot de Charlotte Caniggia
De frívola total a mediática VIP. De ser criticada por su ignorancia sobre nuestro país a personaje infaltable de revistas cool y programas de la tarde. De chica seria a bomba sexy. Todo rápido y sin escalas. Te mostramos “la parte de atrás” de un fenómeno llamado Charlotte.
Excéntrica al máximo. Polémica por demás. Así es Charlotte Chantal, la hija de Mariana Nannis y Claudio Paul Caniggia. Digna heredera de su madre, a los 19 años, saltó a la fama gracias a su impecable estilo fashionista plagado de ropas caras y con etiquetas que no hablan castellano, zapatos de miles de euros y una vida limitada a las fiestas, la diversión y el champagne (en su versión “yampein”).
El otro lado
Siempre se la vio seria, casi indiferente al mundo exasperado que la rodeaba. Ella estaba ahí, con sus largas extensiones rubias, enfrentando al universo cual diosa de mármol y ajena a todo carisma. Hasta hoy. La tapa de la revista Caras fue la encargada de mostrar el costado sexy de la mediática más VIP de la Argentina. De espaldas y cargando el Dachshund arlequín que le regaló Tinelli, la damisela en cuestión mira pícara a la cámara mientras baja el cierre de su vestido hasta dejar su cola a la vista de todos.
Provocadora, entre burbujas y pétalos de rosa, admite en el reportaje –y desde la mismísima bañera- que ese es el mejor antídoto contra los celos y la envidia.
Chica material
“Me cuido mucho porque para ser bella hay que sufrir”, le dijo, como si nada, a Caras. Y agrega al momento de definir su estilo de fashionista empedernida: “Soy atrevida en los looks, me gusta vestirme muy elegante, fina, sexy, atrevida. Todo junto”.
Siempre parada sobre unos Louboutin tan elevados como caros, le contó a la revista que nunca se baja de los tacos. “Jeans me pongo, pero siempre con zapatos altos. Me gustan los jeans rotos, tengo un montón de MET. Un día me compré toda la colección. Toda, toda… Y los usé tanto que me aburrí y dije ‘no uso más jeans’”, detalló.
Sola a nivel sentimental y sin candidato a la vista, aseguró que goza la sexualidad de manera absolutamente libre y que vivió con plenitud su primera vez. Excéntrica a más no poder, cuando tuvo que referirse al sexo opuesto reveló: “me gustan los árabes porque son caballeros y románticos. Aparte… ¡tienen joyas y te las regalan!”
(Entre mujeres)