Irán vende aviones espía a Venezuela
En momentos en que comenzamos a escribir estas primeras líneas Mahmud Ahmadineyad se encontrará seguramente analizando la entrada en vigencia, a partir del 1º de julio del bloqueo petrolero y comercial que sufrirá Irán.
La medida, propuesta por Estados Unidos y ya aprobada por varios gobiernos, dejará a los iraníes con graves problemas para retener el crudo dentro de sus fronteras, lo que implica que arreciará sobre Teherán un estancamiento interno mayúsculo.
Para colmo, el gobierno de Irán deberá hacer frente a un proceso inflacionario que ya ha hecho caer el rial –la moneda local- a un porcentaje mayor al 40 por ciento de su valor al 31 de marzo pasado.
El presidente de Irán ve con preocupación el desabastecimiento abrumador que sufre la población y el crecimiento de una masa crítica contestataria que hace vivir al borde del abismo al régimen del ayatolá Khamenei.
Cuando los diplomáticos comenzaron a preguntarse para que había viajado a Venezuela Ahmadineyad nadie respondía hasta que la presión se hizo insostenible y el general Julio César Morales tuvo que admitir, a regañadientes, que el gobierno venezolano había adquirido oportunamente un drone – avión no tripulado- que suministró el gobierno iraní, el que también capacitó a ingenieros de Venezuela.
Posteriormente fueron desarrolladas tres unidades con la colaboración de China y Rusia, pero fabricados integralmente en Venezuela.
La visita también forma parte de un plan para invitar a Venezuela y a Bolivia a participar de la cumbre de los No Alineados que tendrá lugar en Teherán los días 30 y 31 de agosto.
De todo esto, el embajador venezolano en Argentina, en su fugaz paso por Rosario no dijo una sola palabra.
Todo el trámite apuntado está siendo seguido minuciosamente por la Agencia Nuclear de las Naciones Unidas, organismo que viene sosteniendo desde noviembre del 2011 que Irán trabaja en el diseño de bombas atómicas.
Un documento de la Agencia Internacional de Energía Atómica -AIEA-, expresa, en un informe con descripciones técnicas, su preocupación por las dimensiones militares del programa nuclear iraní generado –nos dicen- a finales del 2003.
El informe antes mencionado, en medios de comunicación estadounidenses, hablan de la adquisición de equipos para fabricar el tipo de bombas, así como la creación de modelos computarizados de una ojiva nuclear con alcance al territorio israelí, cuyo ministro de defensa viene esforzándose por negar la posibilidad de un encontronazo bélico entre su país e Irán.
La inteligencia israelí, con apoyo de la de EE.UU. habían detectado un avance sustancial en trabajos de autonomía robótica en Irán y ahora, con la aparición de los drones en Venezuela se confirman las investigaciones.