Con algarabía, pero en serenidad, la gente festejó el Día de la Bandera
En una jornada soleada, pero con baja temperatura, se congregó la gente en el lugar de reunión rosarino por excelencia, el Monumento a la Bandera, para festejar el 20 de junio. Mates calentitos, tortas, fritas, y mucha algarabía fueron los alicientes elegidos por los asistentes para soportar más de cuatro horas de pié.
Niños, adolescentes, adultos, y ancianos se mezclaron entre la multitud, fraternalmente abrazados por el celeste y blanco que engalanaba el paisaje.
También, se hizo presente el sonido característico de la batucada, emanando de los tambores de las agrupaciones políticas afines al gobierno, que en masa acudieron al encuentro.
Por otro lado, hay que mencionar las acrobacias realizadas por los aviones de la Fuerza Aérea, y la destreza de los temerarios jóvenes que descendieron de lo alto del Monumento portando la insignia patria.
Finalmente, hay que recordar la presencia de la bandera más larga del mundo, un orgullo para los habitantes de esta ciudad, creada a partir de la iniciativa de Julio Vacaflor; además de la buena organización del acto y el clima de serenidad reinante entre los asistentes, que más allá de algunos silbidos o abucheos dirigidos a las autoridades presentes, se entregaron en paz a disfrutar de una hermosa fiesta patria.