Santos derrotó a Vélez y lo sacó de la Libertadores
El Fortín, que jugó más de un tiempo con uno menos, perdió 4 a 2 en la definición por penales y se despidió en cuartos de final de la Copa.
Vélez Sarsfield luchó durante más de 45 minutos con un hombre menos pero se despidió de la Copa Libertadores ante el Santos en Brasil, que lo derrotó 1 a 0 en el tiempo reglamentario y luego triunfo 4 a 2 en la tanda de penales para convertirse en el tercer semifinalista.
Luego del gran partido realizado en el partido de ida en Liniers (ganó 1 a 0 con gol de Mauro Óbolo), el Fortín llegaba a este encuentro con una mínima ventaja, aunque sabiendo que no debería confiarse debido al gran potencial de su rival, sobre todo jugando como local.
El antecedente más cercano del equipo brasileño en Villa Belmiro asustaba: por los octavos, el equipo de Neymar había goleado 8 a 0 al Bolivar, por lo que las estadísticas no jugaban a favor del conjunto argentino.
En este contexto, el partido arrancó como se preveía, con un Santos volcado completamente en ataque y un Vélez dispuesto a esperar intentando cuidar minuciosamente los movimientos de Neymar. Para colmo, la figura del partido de ida, Francisco Cerro, se quedó afuera por lesión, por lo que Fabián Cubero se movió a la mitad de la cancha.
El comienzo fue casi arrollador para el local. El Fortín no pasaba la mitad de la cancha y parecía que la noche se venía bastante más complicada de lo esperado. Como prueba de esto, cuando sólo se jugaba un minuto, un tiro libre de Elano que nadie llegó a rozar se fue besando el palo izquierdo de Marcelo Barovero. Santos avisaba.
Sin embargo, con el correr de los minutos, las cosas se fueron emparejando. Vélez aguantó ese vendaval inicial con aplomo y poco a poco se le fue animando un poquito al partido. Gino Peruzzi, otro de los puntos altos en Liniers, se le paraba al lado a Neymar y no lo dejaba mover y, además, también asustaba con alguna que otra proyección.
Santos comenzó a impacientarse y el juego comenzó a ser a pedir del Fortín. La gente reclamaba y los ánimos empezaron a caldearse en Villa Belmiro. El negocio, claro está, era para el equipo visitante, que manejaba ahora el ritmo del partido ante los nervios del último campeón del torneo.
Pero a los 40 minutos, un largo pelotazo obligó a Barovero a salir fuera del área, donde chocó con el siempre presente Neymar y el árbitro Roberto Silvera consideró exageradamente que era jugada de expulsión para el 1 velezano.
Ya con uno menos (entró Germán Montoya y Óbolo cedió su lugar en el campo), las cosas volvieron a cambiar, porque Vélez lógicamente se replegó y a Santos no le quedó otra que volver a ponerse el traje de protagonista.
Otro tiro de Elano que se fue muy cerca del ángulo tras la falta de Barovero a Neymar, sin embargo, fue la única chance clara con la que contó el local antes de un descanso que encontró a un Vélez conforme con el rendimiento y con el resultado, aunque preocupado porque se le vienen 45 minutos en los que tendría que redoblar esfuerzos por el hombre de menos.
Y así fue. Porque el segundo tiempo se jugó casi en su totalidad en campo velezano. El Fortín decidió cuidar la ventaja de la ida muy cerca de su arco y casi que renunció a atacar, por lo que el equipo local monopolizó totalmente el dominio del balón.
Pese a ese dominio, Vélez tuvo dos chances para liquidar la serie de contra. En la primera, gracias a una patriada de Augusto Fernández, que se sacó dos jugadores de encima, a falta de compañeros para descargar, probó con un remate desde la mitad de la cancha que se hubiese metido si no fuese por la gran intervención del arquero Rafael.
Inmediatamente, Alejandro Cabral armó otra gran maniobra individual y le sirvió el balón a Augusto, que con un fuerte disparo estrelló la pelota contra la parte externa de la red.
Si entraba alguna de esas dos, seguramente la cosa hubiese sido distinta. Más aún cuando a los 33 minutos y cuando el Santos no encontraba el camino, Kardec definió con clase ante Montoya (que había salvado un par de veces al Fortín) y marcó el 1 a 0 que conducía inevitablemente a los penales.
Al equipo argentino se le desmoronaba todo el esfuerzo realizado durante el encuentro y veía cómo el Santos, con muy poca claridad, le negaba la chance de clasificación y obligaba a definir desde los doce pasos.
Allí, en esa definición a suerte o verdad, el equipo brasileño fue implacable, metió sus cuatro penales y Vélez trastabílló. Martínez y Domínguez metieron los suyos, pero Héctor Canteros y Emiliano Papa no lo hicieron y así el local se terminó quedando con la serie por 4 a 2.
De esta forma, Santos se mete entre los cuatro mejores nuevamente y deja afuera a un Vélez que se despide con la frente en alta por el gran trabajo realizado durante los 180 minutos, en los que hasta seguramente haya sido superior a su rival, pero con la tremenda bronca de quedar otra vez en la puerta de la ronda decisiva de una Copa Libertadores que obtuvo por única vez hace ya 16 largos años.
(Minutoaminuto)