Hace 25 años, tras ascender de la B, Central ganaba su último torneo de AFA
La tarde del sábado 2 de mayo de 1987 era fría y desapacible cuando los equipos rosarinos eran protagonistas principales de la última fecha del torneo de primera división de la Asociación del Fútbol Argentino. Rosario Central llegaba al estadio de Temperley en la cima del torneo con dos puntos de ventaja sobre su eterno rival Newell’s Old Boys.
Una multitud de hinchas canallas fueron en caravana a la localidad en el conurbano bonaerense, al sur de la Capital, desplegando banderas, gorros y camisetas, en una jornada que finalmente resultó inédita, ya que el último campeón del ascenso de AFA (había subido de la B metropolitana junto a Racing y Deportivo Español) se consagró en el torneo inmediato en ganador del campeonato mayor del fútbol argentino.
El equipo canalla, de la mano del emblemático Angel Tulio Zof, estaba integrado por figuras que quedaron en la memoria de los hinchas auriazules como el Patón Bauza, el Negro Palma, el Camello Di Leo, Pedernera, Escudero, Lanzidei, Lanari, Chiqui Cornaglia y el Pato Gasparini.
Aunque el partido arrancó mal para los rosarinos, en el minuto 44 del primer tiempo Ricardo Dabrowsky puso, de cabeza, el 1 a 0 para los celestes, promediando el segundo tiempo, Omar Arnaldo Palma empató con un gol de penal decretando así el 1 a 1 final que marcó una diferencia inalcanzable para Newell’s, que obtuvo el subcampeonato.Finalmente Central terminó campeón con 49 puntos en 38 partidos jugados, ya que era un torneo largo a dos ruedas, y Newell’s fue subcampeón con 48 unidades, en tanto Omar Palma fue el goleador con 20 tantos.
Los hinchas canallas desataron su alegría en las tribunas del estadio de Temperley festejando una nueva estrella auriazul en el profesionalismo, que a la postre pasó a ser la última en torneos nacionales para Central.
El título en la temporada le dio a los rosarinos el derecho a participar de la Copa Libertadores 1987, en donde quedaron segundos en su grupo detrás de Independiente, quien finalmente logró el pase a la ronda semifinal.
El plantel campeón de Don Angel
Portador de un récord todavía no superado, aquel equipo canalla ganó el torneo de la B de 1985 y en forma consecutiva el de Primera 1986/87, peleado cabeza a cabeza con Newell’s, Boca e Independiente.
El arquero titular de ese equipo fue, durante la mayor parte del torneo, Jorge Fossatti, que luego fue relegado por Alejandro Lanari, quien sería un puntal para el campeón.
La última línea estaba conformada originalmente por José Di Leo, Jorge Balbis, Edgardo Bauza y Julio Pedernera. Pero promediando el torneo se dio el debut de un Hernán Díaz, con muchas piernas y vocación ofensiva.
En el medio estaba el punto alto de ese Central modelo 87: Roberto Gasparini, exquisito volante cordobés; el Negro Palma, conductor, goleador y un emblema para la hinchada; Hugo Galloni, puntero «mentiroso», ventilador del equipo y zurdo de gran técnica. El volante central, el Chiqui Cornaglia, era el que corría a todo el mundo.
Arriba estaban el Pichi Escudero, una máquina de correr, generar espacios, desbordar y apilar contrarios. Y por último Fernando Lanzidei, que capitalizaba en la red el caudal de juego generado por el circuito ofensivo canalla.
Otros nombres que se ganaron su pedacito de estrella fueron, Claudio Scalise, Ariel Cuffaro Russo, Juan José Urruti (padre del actual goleador leproso maximiliano Urruti), Pedro Argota, Marcelo Toscanelli, Rubén Rojas, Roque Caballero, Erasmo Doroni y Esteban Game. (La Capital)