Newell’s logró un valioso y agónico empate con un gol de Tonso
Cuando parecía que Newell’s no podía hacer pie en el Parque apareció el pibe Martín Tonso para meter un derechazo en el área, en tiempo adicionado al reglamentario, y provocar el delirio y desahogo en el Coloso «Marcelo Bielsa» para decretar el merecido y agónico empate ante un ordenado y efectivo All Boys. Fue 1 a 1 que le permite, además de seguir sumando, mantenerse en una posición expectante en el Clausura cuando ya se jugaron dos tercios del campeonato.
Por cabeza dura; por tanto ir, por momentos sin claridad; por buscar el empate con tanta insistencia, aunque sin precisión ni contundencia; por empuje y ganas, aún con sus imprecisiones a cuestas, el equipo rojinegro llegó a una valiosa y merecida igualdad ante un equipo como All Boys, que siempre tuvo en claro a qué jugaba. Porque fue ordenado en defensa, práctico en el medio y eficaz y contundente en ataque como All Boys, que lo tuvo al borde del nocaut en el segundo tiempo cuando Torasa tuvo dos chances claras para ampliar el marcador, pero en una falló en la definición y en la otra lo evitó Peratta.
El empate, más allá de que para el hincha puede tener sabor a poco, tiene un plus, porque le permite seguir sumando -el objetivo incial trazado por este grupo-, logró extender el invicto a ocho partidos sin perder, lo que también es importante en la faz anímica, y porque, en un día en que tuvo más cosas en contra que a favor, logró rescatar un valioso punto ante un equipo que viene haciendo las cosas muy bien en los últimos tiempos y también está peleando arriba de la tabla. Además porque debió remontar el resultado y si bien jugo muchos minutos con uno más, llegó a la igualdad cuando estaba con diez hombres.
Quizá el mayor malestar de los rojinegro no tenga que ver con el empate, sino con el hecho de no haber podido repetir actuaciones anteriores, puesto que en el primer tiempo estuvo muy impreciso y apurado con la pelota, sin conductor, porque hoy Bernardi no pesó en esa función, inoperante en ataque e inseguro y dubitativo en defensa.
Déficits que se repitieron en el complemento, pese a mejorar mucho en el manejo del balón y a tener mayor volumen de juego, aunque volvió a carecer de contundencia en ataque como para poder sacar provecho de las situaciones que tuvo, tanto en el primer tiempo como en el complemento. Como un derechazo del Kichu Díaz, tras un rebote, que se fue cerca, una de Maxi Urruti, que definió mal, y un cabezazo de Figueroa, casi en el final de la etapa, que no le pudo dar bien, desde el borde del área chica. O sendos disparos desde fuera del área de Tonso, en que el arquero Cambiasso dudó, y Díaz.
Después tuvo muchas aproximaciones y poca claridad, hasta que el pibe Tonso encontró boyando una pelota en el área en el cierre del partido y la mandó al fondo del arco de Cambiasso.
Esa falta de contundencia casi termina siendo lapidaria para Newell’s, porque estuvo a un par de minutos de quedarse sin nada, pero por equivocaciones ajenas y méritos propios llegó a un empate por el que trabajó más de lo que jugó.
All Boys fue la contracara, porque en la primera que tuvo abrió el marcador con un cabezazo de Mauro Matos, tras un notable tiro libre ejecutado por García Pérez, que se metió junto al palo izquierdo de Perratta, hacieno estéril su estirada.
Un resultado que el Albo en base a los desacoples y dudas de los defensores rojinegros estuvo a punto de ampliar en algunos pasajes del complemento, de no haber sido por Torasa, que tuvo dos jugadas muy claras para definir.
Al final, cuando parecía que la reacción de Newell’s no llegaba y que la ilusión se desmoronaba apareció el pibe Tonso para marcar el empate y darle una pequeña alegría a la gente en una tarde en que el equipo del Tata Martino estuvo más cerca del de torneos anteriores que el de los últimos partidos. (La Capital)