Martino utilizó en Newell’s igual cantidad de jugadores que Torrente, aunque con resultados disímiles
De aquel Newell’s del traumático Apertura 2011 a este hay diferencias abismales. Los números hablan por sí solos. Y más allá de que, como suele decirse, las comparaciones resultan odiosas, hay datos que ayudan para que el ojo analítico brinde una mayor conceptualidad en ciertos aspectos.
De aquel Newell’s del traumático Apertura 2011 a este hay diferencias abismales. Los números hablan por sí solos. Y más allá de que, como suele decirse, las comparaciones resultan odiosas, hay datos que ayudan para que el ojo analítico brinde una mayor conceptualidad en ciertos aspectos. Por ejemplo, este buen torneo que está llevando adelante el equipo de Gerardo Martino (su equipo tiene 17 puntos) tiene un punto de similitud con aquel certamen al que se hace referencia: la cantidad de jugadores (titulares) utilizados por uno y otro técnico. La referencia va para el ciclo que comandó Javier Torrente (a esta altura tenía 9 unidades). Es que hasta la fecha nueve ambos entrenadores utilizaron la misma cantidad de futbolistas: 16.
Antes que nada debe referirse una característica insoslayable y que tiene que ver con la carencia del plantel rojinegro en cuanto a «cantidad» de jugadores. Hoy Newell’s está lejos de ser un equipo con un recambio extremadamente importante. Lo sabía Martino antes de hacerse cargo y lo dijo en más de una oportunidad. De hecho Newell’s penó en más de una ocasión y por allí puede encontrarse uno (entre tantos otros) de los ítems salientes de las magras campañas que se realizaron en los últimos campeonatos.
No obstante, hablar de este presente impone un análisis más fino. Sería redundar en el cambio de mentalidad que el Tata trajo como principal aliada (y que los futbolistas supieron captar a la perfección), pero es lo sobresaliente. Caso contrario cuesta encontrar las diferencias de aquellos bajos rendimientos a estos con una alta cuota de regularidad. De lo que no caben dudas es que el Tata Martino encontró su base de equipo.
A cualquier hincha que se le hubiese presentado la comparación sin los números sobre la mesa seguramente hubiera augurado que la cantidad de futbolistas utilizados por el Tata sería menor a lo que hizo Torrente. Habitualmente, cuando los resultados acompañan no se torna necesario tocar demasiado la estructura, salvo lesiones o suspensiones, claro está. O viceversa. Cuando los sinsabores doblan o triplican a las alegrías es común que los manotazos de parte del entrenador se presenten como más comunes.
Tantas veces se habló del click que provocó la llegada de Martino en los jugadores, de la mentalidad ganadora que les inculcó, de la mejor disposición en el campo de juego, del hecho que, además de parecer mejor físicamente, el equipo ahora corre mejor la cancha…
Tal vez esto no sea sólo mérito de Martino ni aquello toda responsabilidad de Torrente. Lejos se está de la intención de alzar la figura de uno y opacar la de otro. No es el caso. Bien podría hablarse de un torneo a otro en lugar de un técnico a otro. Lo concreto es que cada uno con su librito se adecuó a lo que tenía a mano. Lo extraño es que ambos hayan apostado a la misma cantidad de futbolistas. Claro, con Lucho por ahí la rotación fue mayor por la flaqueza de los resultados. Ahora lo del Tata está más apuntado a las variantes mínimas e indispensables. Eso se nota en los números propiamente dichos (ver infografía), donde salvo Mateo y Villalba, que se reparten mitad de los partidos, hay una gran diferencia entre aquellos que forman parte de una base indiscutible y otros a los que el DT hoy acude sólo por obligación. (La Capital)