Opiniones cruzadas sobre la posible «reforma Constitucional»
Primero fue el vice Amado Boudou en un encuentro de kirchneristas en Mar del Plata aseguró que «no hace falta esperar tres años» para debatir una reforma de la Constitución. Ahora es el diputado oficialista José María Díaz Bancalari el que admitió que «hay muchos que están trabajando» en una reforma de Carta Magna. Aunque advirtió que «hay que ver qué opina» la presidente.
«Hay muchos que están trabajando, hay muchos que quieren corregir algunas cosas, pero eso no quiere decir que estemos permanentemente con una urna en la cabeza», aseguró el dirigente bonaerense en medio de la polémica que abrió el planteo de Boudou.
Para Díaz Bancalari «no es el tiempo oportuno» para tratar el asunto pero, al mismo tiempo, recordó que «no hace dos días que se está hablando de la posibilidad de reformar la Constitución, desde 1994 en adelante está la discusión».
El diputado mencionó al ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni quien dijo que hay que «avanzar inexorablemente hacia un sistema parlamentario y nadie se horrorizo», incluso cuando eso conllevaría a una reforma constitucional.
No obstante, Díaz Bancalari señaló en varias oportunidades que «hay que ver qué opina la Presidenta» sobre una modificación que permitiría que continúe por un período más a partir de 2015.
Asimismo, en diálogo con radio Mitre, aclaró: «No somos un partido que piensa que el Gobierno es un interregno cortito y molesto entre elección y elección», con lo que intentó bajar el tono a la repercusión mediática que tuvo el tema en los últimos días.
Negativa opositora
Desde la oposición comenzaron a escucharse voces contrarias a una posible modificación en la Constitución. El jefe del bloque PRO, Federico Pinedo, afirmó: «Es como que te quieren cambiar las bases de la convivencia. Esta gente tiene una tendencia permanente a no respetar la Constitución, por lo que se genera temor».
Mientras que el ex candidato presidencial por el Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, consideró que «no es éticamente saludable que, en ejercicio de su función, un gobierno pida modificar la Constitución en función de su beneficio personal». (Minuto Uno)