Evo Morales afirmó que durante su gestión se realizaron cambios profundos en Bolivia
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que desde que ejerce el cargo, hace seis años, las reservas internacionales del país crecieron de 1.714 a 12.336 millones de dólares, mientras se redujeron “drásticamente” los índices de desnutrición y mortalidad infantil y materna.
“Sólo en seis años de esta revolución democrática cultural se ha ahorrado para los bolivianos 10.600 millones de dólares; antes, un niño nacía en Bolivia con deudas de millones de dólares; ahora nacemos con reservas internacionales”, dijo, según reportó la agencia noticiosa estatal ABI.
Morales brindó este domingo un informe de su gestión ante la Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento), al cumplirse seis años de su acceso a la presidencia y dos de la asunción de su actual mandato, coincidente con la entrada en vigencia del Estado Plurinacional sancionado por la Constitución dictada poco antes.
El mandatario aseguró que gracias a la implementación del Bono Juana Azurduy (programa de ayuda social), en los últimos seis años la tasa de desnutrición crónica se redujo de 32 a 15,89 por ciento; la de mortalidad infantil, de 52 a 40 por mil; la de mortalidad de menores de cinco años, de 65 a cinco por mil, y la de mortalidad materna, de 290 a 180 por cada 1.000 nacidos vivos.
Asimismo, reseñó que desde el 22 de enero de 2006 se escrituraron 51 millones de hectáreas, sobre una superficie total de 106 millones a regularizar, a favor de comunidades y pueblos que habitan en las denominadas Tierras Comunitarias de Origen (TCO).
Añadió que a esas comunidades se las dotó de 223 tractores, 13 cosechadoras, 44 camiones y 897 equipos para el desarrollo agrícola, “gracias a la cooperación internacional de recursos económicos, como lo hizo Brasil, y del propio Estado” boliviano.
Morales exaltó el hecho de que por primera vez en la historia Bolivia tenga jueces indígenas, tras las inéditas elecciones judiciales realizadas en octubre pasado.
“Ahora el pueblo boliviano, con su voto, ha elegido a las autoridades; por primera vez, mujeres de pollera y hombres de poncho administran el Organo Judicial”, señaló, y subrayó que “ése es el resultado de la profunda transformación”.
Por otra parte, el presidente expresó su “felicidad” por el nuevo acuerdo marco para la relación bilateral suscripto recientemente entre los gobiernos de Bolivia y Estados Unidos, que dejó atrás más de tres años de vínculo diplomático congelado tras la expulsión recíproca de los embajadores en 2008.
“Este convenio marco se basa en un diálogo político, responsabilidad compartida en el tema del narcotráfico, acciones de cooperación e inversión; ellos nunca más pueden meterse en los asuntos internos de Bolivia; con este nuevo acuerdo marco sentamos soberanía para los bolivianos”, indicó.
Destacó también los resultados de la lucha contra el narcotráfico y de la política de erradicación concertada de cultivos ilegales de coca, precisamente dos de los aspectos principales de fricción con el gobierno de Estados Unidos.
Detalló que a partir de 2006 se erradicaron 41.000 hectáreas en forma concertada, “efectiva” y sin violencia, mientras en el período 2000-05 se habían erradicado 53.000 hectáreas, según estadísticas oficiales cuya validez puso en duda (“porque hasta las canchas de fútbol se medían para indicar que había una disminución de cultivos de coca”) y que “cobraron la vida de varios campesinos y dejaron cientos de heridos”.
En tanto, afirmó que desde que está en el gobierno se confiscaron 51 toneladas de cocaína y 8.312 toneladas de coca, frente a 49 toneladas de cocaína y 26 toneladas de coca en el sexenio anterior.
Por otro lado, Morales aseguró que Bolivia “continúa siendo un país minero” y señaló entre sus metas la adquisición de un satélite de prospección para cuantificar los recursos naturales y la construcción de un aeropuerto internacional para cada uno de los nueve departamentos (provincias).
“Todos hemos sido engañados por el mensaje de que Bolivia deja de ser un país minero, pero con estos resultados (exportaciones por 3.398 millones de dólares en 2011, que equivalieron a 41 por ciento de las ventas totales del país al exterior) hemos demostrado que Bolivia continúa siendo un país minero”, manifestó.
“Siguen apareciendo minerales y chorreando petróleo, pero quienes entienden son los países desarrollados, que desde afuera saben qué tenemos y nosotros no; no descarto que un día Bolivia tenga un satélite de prospección”, dijo en otro tramo de su discurso.
También señaló que una de las metas de su gobierno es inaugurar un aeropuerto internacional por departamento, para impulsar la integración y el desarrollo de cada uno de ellos. (Télam)