Las grandes ciberempresas podrían realizar un apagón digital en todo el mundo el 23 de enero
Las grandes ciberempresas mundiales como Google, Yahoo, Twitter, Facebook, Paypal, AOL, Amazon, Mozilla, entre otras integradas dentro de la plataforma Netcoalition.com, están analizando la posibilidad de realizar un apagón digital el 23 de enero como medida de presión contra el proyecto de ley Sopa (Stop Online Piracy Act), que se discutirá el próximo 24 de este mes en el Congreso norteamericano.
Markham Erickson, presidente de Netcoalition, lo sugirió recientemente al diario español El País y su portavoz Jake di Gregorio lo confirmó a ese medio aunque aclaró que este apagón -que implicaría perdidas millonarias y el colapso social y económico de Estados Unidos de momento- “es solo de una idea”.
Sin embargo, en la red social Twitter los usuarios fogonean día a día este apagón en #OpBlackOut, una forma más de resistencia donde todos agregan información, intercambian sitios donde se explica los alcances de Sopa y animan a sumarse a este reclamo mundial.
Este proyecto de ley, propuesto por el congresista republicano Lamar S. Smith y una coalición bi-partisana, aspira a reforzar la persecución de la piratería digital y le otorga al Departamento de Justicia estadounidense el poder de criminalizar a toda web que aloje contenidos ilegales.
Sopa -cuyos defensores más activos son la Motion Picture Association of America (MPAA) que agrupa a las grandes productoras de cine estadounidense y la Recording Industry American Association (RIAA)que nuclea a las grandes discográficas- actuaría de forma persecutoria tanto sobre un blog anónimo en cualquier parte del mundo hasta la red social Twitter, en el caso que un usuario twittee un link a una web con supuesto contenido ilegal.
En caso de aprobarse, esta ley les impondrá a los proveedores de internet, a los motores de búsqueda, a las empresas de publicidad y a las de pago online bloquear los servicios a escala mundial de toda web que esté bajo investigación del Departamento de Justicia.
Además, Sopa obliga a los proveedores de dominios, la mayoría a escala planetaria están alojados en Estados Unidos, a inhabilitar toda web “sospechosa”, lo que significaría la desaparición de la red o, en su defecto, su aparición en las listas negras estadounidenses.
Según declaró diGregorio al diario El País: “La gravedad de la ley reside en la vaguedad de su lenguaje, que puede interpretarse de forma tan amplia que desde los proveedores de internet a los propios usuarios podrían convertirse en objeto de persecución legal”.
El mundo real y el virtual están en el debate candente en Estados Unidos, como también en España donde en vísperas de fin de año se aprobó la cuestionada Ley Sinde, que defiende a capa y espada los intereses de las compañías discográficas, los derechos de autor y la criminalización de la descarga de contenido, y que se pondrá en vigencia a partir de marzo de este año.
Esta ley antidescargas, impulsada por la ex ministra de Cultura española Angeles González-Sinde y considerada como un simulacro de Sopa, propone la creación de una Comisión de Propiedad Intelectual que decidirá si una web atenta contra los derechos de autor y tramitará su cierre si los propietarios no lo hacen de manera voluntaria.
Desde diferentes organizaciones civiles y asociaciones de internautas de Estados Unidos intentan cambiar el texto del proyecto Sopa, que ya ha sido denunciado como inconstitucional por más de 100 profesores de leyes y juristas, según indicó el diario español. (Télam)