Cuna de la Noticia los invita a reflexionar, deseándoles un feliz 2012
Según la Licenciada Sivia Abaca, el periodismo puede definirse como una forma particular de conocimiento social en el que la respuesta del otro es el objetivo principal*. Desarrollando la idea podemos decir que sin la labor del receptor la acción comunicativa está incompleta, le falta una parte. Pero ese receptor no es una entidad pasiva, sino un sujeto pleno con capacidad y necesaria posibilidad de razón. El lector, al encontrarse con la información la aprehende, la incorpora y la reelabora dándole un carácter renovado.
Desde Cuna de la Noticia, nos interesa sobremanera el parecer de los lectores. Solamente a través de la diferencia de opinión sobre los hechos que conforman la realidad puede practicarse acertadamente el arte de la comunicación. En la mirada crítica del devenir histórico que nos contiene como seres pensantes se halla el numen de una correcta tarea periodística.
Los tiempos que corren, marcados por la omnipresencia avasalladora de la ciencia y la técnica, juegan de marco atinado para el desarrollo del enfoque enunciado. En maridaje perfecto, el progreso tecnológico se une con el diáfano ideal de democratización del conocimiento y el saber. La primera cuestión gira alrededor de cuantos humanos están efectivamente capacitados para emplear estas herramientas que pone a disposición el nuevo milenio. La segunda, en torno a cuantos humanos, además, pueden exhibir una formación edificada sobre la variedad de conceptos como mecanismo de transporte hacia una cosmovisión crítica del presente.
En nuestro país, desde hace aproximadamente cuatro décadas, los poderes de turno vienen realizando notables esfuerzos, para destruir el sistema educativo autóctono que supo posicionarnos como nación a la vangurdia de Latinoamérica en la materia. Desde el 2003 a la fecha, este proceso involutivo por la acción certera de políticas de estado en sentido contrario, morigeró su marcha, o simplemente se detuvo, según como guste interpretarse el periodo histórico que llega a la actualidad.
La Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada gracias a la venia de la administración nacional en funciones y la perseverancia medular de las organizaciones de diferente tipo que contribuyeron a darle forma, se adapta a este contexto de revolución en la información a nivel mundial, propiciando la emersión de voces de diferente tonalidad y registro enmudecidas por el silencio avernal de los monopolios. Es empresa de los comunicadores saber interpretar el espiritu de la letra de la norma enriqueciéndola, con la experiencia brindada por el trabajo mediático y la formación personal y profesional.
En esta línea, modestamente, nos proponemos como una simple alternativa periodística, inscribiendo nuestros pasos en ese gran camino hacia la realización en libertad del hombre, que, parafraseando a Antonio Machado, se hace al andar.
*Abaca, Silvia, «Los medios de comunicación y la formación de la opinión pública», en Políticas para Igualar, AÑO I, N°1, Rosario, junio 2011.
