Comerse un choripan tiene el efecto de una droga en el cerebro
El doctor en neurotoxicología y profesor de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.) escribió el libro “Tu cerebro bajo los efectos de los alimentos”, en el que plantea que, al comer determinados alimentos, el cerebro nos recompensa liberando sustancias químicas que producen los mismos efectos que al consumir algunas drogas.
El investigador norteamericano plantea que para el cerebro no hay diferencias entre drogas y alimentos, ya que ambos son productos químicos que se metabolizan en energía y que producen efectos deseados y no deseados.
Al llenarse de grasa, las células liberan sustancias químicas que entran al cerebro y vuelven a afectar el estado de ánimo, por lo tanto, “comer alimentos grasos lleva a una gran euforia, pero en última instancia, cuando se hace compulsivamente termina provocando depresión”.
La experta en nutrición Mónica Katz va más allá de los postulados de Gary Wenk y afirma que tanto la comida como las drogas hacen que el sistema nervioso genera más dopamina, el neurotransmisor que produce la sensación de placer en los seres humanos.
“Todo lo que hacemos en la vida es porque queremos más dopamina. La diferencia entre un choripán y la cocaína es que la última hace que la producción de dopamina se multiplique por diez en minutos, alterando al resto del sistema nervioso” resalta Katz.
Por su parte, Alberto Cormillot señaló que existen algunos puntos comparables entre drogas y comida. “Los alimentos ricos en grasas producen sensación de placer, por lo tanto muchas veces inconscientemente al comer alimentos muy sabrosos nos estamos automedicando para sentirnos mejor”, comentó. (Info News)