Carta del Movimiento Giros a Mónica Fein
El Movimiento Giros de nuestra ciudad le envió a la Intendenta electa Mónica Fein una misiva pública, en ocasión de su asunción de funciones. A continuación, reproduciremos de forma íntegra el documento:
Estimada intendenta,
Antes que nada felicitaciones por ser la primera intendenta mujer de esta ciudad y por los votos obtenidos que la depositarán, en estos momentos, en su flamante cargo.
Somos nosotros, como se dice en política, “la pesada herencia” que le ha dejado a usted el intendente saliente. Somos una piedrita, quizá pequeña, en el zapato de esta bonita y moderna ciudad. Somos los de allá, del norte. Del territorio decimos nosotros.
Somos nosotros unos bichos raros, que por buena o mala suerte (usted sabrá) nacimos y crecimos en esta ciudad, e intentamos hacer algo distinto. Y por sobre todas las cosas, intentamos dejar de perder. O por lo menos que los que pierdan no sean los mismos de siempre.
Pero antes que hablar de nosotros, y respetando que hoy es “su” día, queríamos darle la bienvenida e intentar, como solemos hacer, darle una oportunidad a la palabra.
Sabrá usted qué pesada es esa herencia que le han dejado. Sabrá usted que hoy la ciudad, aunque “se ve mejor”, no se siente más justa. Sabrá también que durante la larga noche neoliberal, en medio de la eterna guerra por la tierra, se pusieron de moda, en las grandes y prósperas ciudades, los barios privados. Y debe saber que fueron muchas, por no decir todas, las ciudades de América Latina, donde los gobiernos locales avalaron, se sumaron a la moda y se llenaron, casi de repente, de inmensos castillos feudales las grandes ciudades liberales. Tamaña contradicción (!), usted que es socialista sabrá.
Pero no fue una moda, o tal vez si. Pero está saliendo cara, ya que como sabemos, una vez que las grandes desigualdades, injusticias y dominaciones, una vez que todos esos enemigos de la vida se territorializan, la cosa se vuelve mucho más irreversible. Y ahí, créame, perdemos todos.
Bueno, eso es lo que pasó en todos lados y también acá. Y quizá por eso es que nos encaprichamos con eso de no seguir perdiendo. Y por eso ponemos nuestros cuerpos, que es lo único que tenemos los que no tenemos ni queremos nada, para frenar las topadoras y evitar el desastre. La privatización. Los monopolios. Las corporaciones.
Eso es lo que venimos haciendo, con relativo éxito, durante los últimos 6 años. Y fue quizá también eso, lo que no le gustó del todo al intendente saliente. Y quizá por eso es que se ha enojado con nosotros, y por eso tal vez hace ya 2 largos años que cortó el diálogo; eso que nos gusta tanto a nosotros, con nuestro movimiento. Y así, jamás volvió a saludarnos, ni a hablarnos, ni muchos menos a recibirnos, el intendente que se va.
Pero eso ya pasó, y aquí estamos. Después del 10 de diciembre, nosotros sí seguimos, fuimos confirmados en nuestros cargos y seguimos y estamos dispuestos a volver a empezar. Sin olvidar, por supuesto. Pero dispuestos a pensar que lo que pasó, fue ya lo peor que podía pasar desde el partido de la rosa. Y bueno, acá estamos, dándole la bienvenida a la ciudad que se ve mejor, pero no se siente más justa. Quizá sea ese el desafío, ¿no?
Y es que Rosario tiene la cualidad, ni buena ni mala, sino cualidad, de ser gobernada desde hace décadas por el mismo color político. Y eso nos habilita a debatir con usted, como si debatiéramos con todas esas décadas. Usted representa además de a usted misma, a lo que pasó en esta ciudad durante los últimos 22 años. Con lo bueno, hay que decirlo, pero también con estas otras cosas que para nosotros son muy importantes, trascendentes diríamos.
Y, disculpe la digresión, no estamos hablando aquí sobre “un caso” o “un conflicto”, defendiendo un interés específico o corporativo. Estamos hablando de nada más y nada menos que la madre de todas las batallas: la tierra.
Pero al mismo tiempo, la ciudad se acostumbró también a esa monocromía política. La vota, se ve que le gusta. Pero en ese acostumbramiento, en esa hegemonía del color, se dificultó bastante romper la quietud y proponer nuevos debates. Fue más bien todo esto un gran monólogo. Sobretodo los últimos 8 años. Fue, para nosotros (y tómelo con respeto) un nefasto monólogo. Y se lo dijimos en una nota nuestra en un diario hace unos meses. Porque eso si, nosotros vamos de frente y todo lo que hacemos y decimos lo hacemos públicamente. Le decíamos antes al intendente que se va ahora, que la gran pregunta que le debía contestar a la ciudadanía, no sólo a los territorios que abandonó, la pregunta clave era: ¿por qué hoy, después de 8 años, la Fundación Libertad y el Grupo Rosental tienen más poder que el ejecutivo y el concejo juntos?
Se ve que no quiso contestarla y podremos sí nosotros, los que venimos y seguimos después del 10 diciembre, debatirla.
Y ese es un poco el motivo de esta carta. Avisarle que nosotros seguimos, que somos (nos guste o no) la pesada herencia que le han dejado y que queremos dialogar.
Que no estamos dispuestos a seguir perdiendo, que hacemos borrón y cuenta nueva pero que no olvidamos lo años de silencio, mentira, ocultamiento, desalojos y violencia.
Que aquí estamos a esperas de ser convocados a sentarnos en una mesa a debatir y a encontrar alternativas y, si se puede, soluciones al conflicto más largo, más genuino y más esperanzador que recuerde la ciudad de Rosario en los últimos tiempos. Y que no confundimos sentarnos a debatir con sentarnos a claudicar o a aceptar. A debatir. A eso es a lo que estamos dispuestos.
Esperamos encontrar en su gobierno la misma predisposición, porque como decimos siempre, el tiempo lo complica todo. Del otro lado hay inmensos intereses que a todo están dispuestos para no perder sus privilegios. Y por lo general, en las desparejas disputas territoriales que se libran, se llena de sangre nuestra la tierra de ellos.
Ya habrá tiempo, esperamos, para entrar en detalles y poder contarle cómo un solo grupo económico concentra hoy 1444 hectáreas, el 9% del total de la ciudad. Ya habrá tiempo para contarle cómo se generó una burbuja especulativa (de esas que hoy en el mundo se caen a pedazos) con la tierra. De cómo un mecanismo que parecía innovador como el convenio público-privado se convirtió en una gran y aceitada maquinaria de privatización y corrupción pública y también privada, etc., etc.
Y si quizá queda algo de tiempo, contarle también cómo nosotros desde el territorio, venimos construyendo una alternativa. Contarle como fundamos escuelas, construimos casas, hacemos producir la tierra, etc., etc., etc. Contarle cosas que quizá usted no conozca. ¿Sabe por ejemplo que con sólo 30 tambos como el nuestro, la ciudad se autoabastece de leche para todos? Ciudad Futura se llama y la idea es que venga a reemplazar al paradigma de la ciudad para pocos. Y que al mismo tiempo resuelva tres de los grandes problemas de las ciudades del SXXI: la tierra y la vivienda, el trabajo y los alimentos. Una disputa de modelos en definitiva. Porque creemos nosotros que la política no es sólo resolver problemas sino hacer una sociedad mejor. Y para empezar hay que afectar intereses. Y en eso creemos que no nos pudimos poner de acuerdo en estos años.
Ah, y de nada por haberle dejado a usted y a su futuro gobierno la ciudad sin más fronteras internas, sin más barrios privados para el futuro. Tómelo como un regalo de bienvenida, como nuestro aporte a esa sociedad mejor. Ya no va a tener que lidiar más usted con esos mismos de siempre que pretenden, vaya a saber uno bajo qué derecho, cerrar una porción de la ciudad y hacer otra dentro de esta. De nada por eso. Lo hicimos porque queríamos, y tanto lo queríamos que fue esta, la nuestra, la suya, la primer ciudad del mundo en animarse a terminar con esa cosa tan injusta llamada barrios privados.
Quedan si nuevas formas de privatización. ¿Qué le vamos a contar? Si lo vivimos diariamente.
Por eso esperamos el llamado, en lo posible dentro de lo que ustedes, los gobiernos, denominan “los primeros 100 días”. Esperamos antes de esos 100 días la posibilidad de un diálogo sincero.
Esperamos, o exigimos mejor dicho, que los obscenos e impunes intentos que se estuvieron haciendo de manera incansable durante las últimas horas en el concejo municipal para aprobar, entre gallos y medias noches, los proyectos privatistas para Nuevo Alberdi, no cuenten con su aval. Y hayan sido ni más ni menos que los últimos intentos de los que se van, de morir en su ley y cumplir los compromisos que tenían con los monopolios.
Que feo hubiese sido ¿no? Qué feo, que sin que nadie se entere y de manera sigilosa, después de uno de los mejores debates que vivió la ciudad durante 4 años, públicamente, qué feo hubiese sido que de un día para otro, que en 48hs se pretenda censurar ese debate. Que poco democrático, que poco propio de esta ciudad y de este partido de gobierno que hubiese sido que se apruebe algo sobre un territorio sin que nadie, ni siquiera los que allí viven, se entere.
Que feo hubiese sido.
Aquí estamos, la esperamos.
Y avise con tiempo si quiere venir, que le preparamos algo de lo que producimos acá. Un lechoncito, un pollo de campo, algún ternero macho que no va para el tambo o, si no le gusta la carne, también tenemos varias verduras para preparar. Avise con tiempo nomás.
Ah, y ojo quién la trae. No vaya a ser que se confunda de chofer como la blonda concejala.
Un saludo afectuoso,
Desde el territorio insurgente (si quiere después le explicamos bien por qué eso de insurgente)
Movimiento Giros
Hacia la Ciudad Futura