Adiós a Doña Tota, la madre de Diego Maradona
Se esperaba el arribo de Maradona esta madrugada en Ezeiza, proveniente de los Emiratos Árabes, donde dirige un club de fútbol.
Fue, acaso, la única madre de un jugador jamás insultada. Cómo no serlo, si de su vientre salió el más grande futbolista de la historia e ídolo de los argentinos. A los 81 años, murió ayer Dalma Salvadora Franco, más conocida como Doña Tota, madre de Diego Armando Maradona.
Las agencias de noticias informaron anoche que falleció alrededor de las 20, como consecuencia de problemas cardíacos y renales que sufría desde hace varios años.
Su hijo viajó de urgencia desde los Emiratos Árabes, donde dirige el club de fútbol Al Wasl, ante la urgencia de la situación. Maradona fue informado de la muerte de su madre en el avión, camino al país. Al cierre de esta edición se esperaba su arribo.
El pasado 5 de agosto, Doña Tota había sufrido una descompensación y había sido trasladada al sanatorio Los Arcos, mientras que el 8 de julio había estado en terapia intensiva por problemas respiratorios y había superado una afección cardíaca en diciembre de 2010.
Intensidad
El amor de Maradona a su madre se trasladó a todos los argentinos, que ayer masivamente acompañaron al astro a través de las redes sociales. Como señal de esa relación, tan intensa como compleja, el 10 se tatuó hace pocos meses en la espalda la frase “Tota te amo”.
En las canchas también se sintió el luto: cuando estaba por comenzar el segundo tiempo entre Independiente y Olimpo, los jugadores y los hinchas hicieron un minuto de silencio para recordar a la madre del ídolo.
Pobreza
Villa Fiorito, cuna del astro. Ese fue el escenario en el que Maradona dio sus primeros pasos. Doña Tota fue fundamental en esos años de miseria, en los que nadie imaginaba que Diego se convertiría en sinónimo de la Argentina.
“Mi madre siempre nos hizo creer que tenía dolor de estómago, y fui ‘boludo’ hasta los trece años, porque no tenía dolor de estómago, ella quería que comiéramos nosotros. Y siempre, cuando llegaba la comida decía que tenía dolor de estómago. Por eso me siento orgulloso y la amo a mi vieja”, dijo el 10 en una de las últimas entrevistas televisivas en las que se refirió al tema.
Doña Tota no sólo fue clave en la infancia de Maradona, sino que también lo acompañó en sus épocas más duras como jugador y técnico. A mediados de 2004, cuando el astro pesaba 112 kilos y pululaba por clínicas, médicos y canales de televisión, fue ella quien tomó su custodia y lo alentó a aquel tratamiento en el que adelgazó decenas de kilos y recuperó su salud. También lo empujó a la rehabilitación para dejar las drogas, un flagelo que lo acompañó en buena parte de su vida.
La situación se invirtió en los últimos tiempos cuando, a la distancia y con viajes esporádicos, Maradona veló por la salud de su madre, que ayer se descompensó y dejó este mundo. (La Mañana)