Adiós a «Il Cavalieri»: Berlusconi formalizó su dimisión
El primer ministro italiano formalizó su dimisión en un encuentro que mantuvo con el presidente, Giorgio Napolitano. Lo hizo tras la aprobación en el Parlamento de ese país del plan de ajuste para hacer frente la crisis. Il Cavalieri se convirtió así en el segundo líder político que cae por la aguda debacle financiera que acorrala a la eurozona. Cientos de personas festejan en las calles
Silvio Berlusconi renunció al cargo de primer ministro de Italia y se convirtió en el segundo líder político en caer ante la aguda crisis de deuda que afrontan muchas de las economías de la eurozona.
Il Cavalieri presentó su dimisión durante un encuentro que mantuvo con el presidente Giorgio Napolitano, horas después de que en el Parlamento se aprobara el plan de ajuste económico.
Berlusconi siguió así los pasos de Giorgios Papandreu, quien días atrás oficializó su renuncia como premier de Grecia, otro de los países que junto a España afronta el peor escenario de Europa por sus altos niveles de deuda pública.
Luego de que el Parlamento italiano aprobara el paquete de medidas anticrisis, quedó allanado el terreno para que el premier presentara su renuncia ante el presidente italiano Giorgio Napolitano. El saliente líder de ministros había dicho que con la aprobación de la Ley Financiera dejará su cargo para que asuma un nuevo gobierno.
Tras la aprobación del paquete de ayuda luego de meses idas y vueltas, Roma parece haber comprendido el mensaje, después de que los mercados de bonos llevaron a la deuda italiana al borde de un rescate de la zona euro que la región no podría abordar. Es por esto que, Napolitano aceptó la renuncia de Berlusconi y le habría pedido al ex funcionario europeo Mario Monti asuma el poder.
De ahora en adelante, el nuevo gobierno tendrá el desafío de superar la grave crisis económica que golpea al país y devolverles la confianza a los socios y los inversores, en el marco de una crisis financiera que elevó los costos de crédito de Italia a niveles insostenibles.
Monti es un prestigioso economista que se desempeñó dos veces como comisario europeo y es aceptado por una gran parte del ámbito político nacional e internacional.
Es así que, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, está dispuesto a viajar a Roma junto con la canciller alemana, Angela Merkel, para expresar su respaldo al eventual futuro gobierno italiano encabezado por Monti una vez sea nombrado, según informa el diario ‘Le Monde’.
Así se lo habría manifestado el mandatario galo al presidente Napolitano, en la conversación telefónica que ambos mantuvieron ayer por la tarde para hablar de la crisis política que atraviesa Italia, donde se esperaba que el primer ministro, Silvio Berlusconi, presentara su dimisión hoy mismo, tal como ocurrió.
De acuerdo con el rotativo francés, Sarkozy hizo saber a su homólogo italiano su deseo de que el nuevo Gobierno dure y no haya elecciones en los próximos meses, con el fin de asentar la salvación del euro, añade el diario, que indica que el presidente francés se ha ofrecido para entrar en contacto con responsables políticos transalpinos con el fin de apoyar la formación de un Gobierno duradero.
«Tras haber impulsado la salida de Berlusconi, el eje franco-alemán debe vigilar para no dar la sensación de que se inmiscuye en los asuntos internos italianos», señala el diario.
Berlusconi, de 75 años, ostentó el poder durante 9 años en varios períodos, desde 1994. Es decir que marcó la vida de miles de italianos durante más de 17 años. En este tiempo, no lo hizo dimitir ni la pérdida de la mayoría parlamentaria, ni estar inmerso en cinco procesos judiciales por inducción a la prostitución de menores y fraude fiscal. Fueron las presiones de la Unión Europea por la grave crisis económica, las que hicieron que el ahora ex primer ministro dejara el poder.
La situación económica y financiera de Italia es tan delicada que, según dijo ayer el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rumpuy, no hay tiempo que perder en el juego electoral. “Un voto positivo al paquete, eso es lo que los mercados esperan, eso es lo que el resto de Europa espera. Hay más que hacer: el país necesita reformas no elecciones”, dijo el funcionario de la UE.
Antes de la crucial votación en el Parlamento italiano, en la que se aprobó el paquete de ayuda para enfrentar la crisis, Van Rumpuy dejó en claro su posición y afirmó que “cuando digo que Europa espera no me refiero a los funcionarios de Bruselas, quiero decir que los europeos esperan eso. Todo el mundo. Una abuela en Madrid, un pequeño empresario en Viena, un empleado en Luxemburgo o Estonia. Todos saben que, indirectamente, sus puestos de trabajo, pensiones o ahorros se pueden ver afectados por lo que decida este país».
Europa, avocada únicamente a lidiar con la crisis financiera y a salvar al euro, se amenazada por los capitales especulativos que hicieron que Italia tuviera que elevar la rentabilidad de sus bonos hasta el 7 por ciento. El mismo nivel que hizo necesario el rescate a Grecia, Irlanda y Portugal.
En tanto, mientras se esperaba la renuncia de “Il Cavalieri”, cientos de personas salieron a las calles de Roma a pedir que Bersluconi deje el poder. Muchos se fueron congregando en torno al Palacio dela Presidencia, el Quirinale, y la sede del Ejecutivo, el Palacio Chigi.
Con banderas con los colores de Italia (verde, blanco y rojo), cientos de manifestantes han salido ante las sedes instituciones oficiales de la capital, desde el Parlamento hasta la sede de la presidencia, para despedir una era, marcada por los escándalos y la crisis económica.
Entre las pancartas brillan aquellas que rezan «¡Bye-bye Silvio!» o que simplemente llevan escrito una palabra: «¡Desaparece!» y «Por fin!». «Es algo que me ha dolido profundamente», declaró rodeado por dirigentes de su partido, el Pueblo dela Libertad, poco antes de trasladarse al Palacio del Qurinale.
Frente al Palacio Chigi, sede del gobierno, y Montecitorio, la sede del Parlamento, desfilaron personas de todas las edades, jóvenes y adultos, muchas vestidas de violeta, el color de la oposición independiente, que combate desde hace años al gobierno de derecha y su controvertido estilo de manejar las riendas del poder, repartir favores y concebir a las mujeres.
«Que se vaya a su casa y que no regrese nunca más», gritaba una manifestante mujer en medio de los gritos y silbidos. Ante la sede de la presidencia, donde Berlusconi deberá presentarse oficialmente para entregar su dimisión, según el protocolo de una República parlamentaria como la italiana, una orquesta y su coro, que se formó a través de Internet, entona emocionantes áreas de música clásica, entre ellas el «Aleluya» de Haendel. (Infobae)
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