Arde la interna radical
«Barletta no puede ser presidente del comité nacional». Con esa media docena de palabras Jorge Henn liquidó la movida nacional de su correligionario santafesino. Es más, reveló la estrategia del intendente capitalino: «Busca posicionarse en la provincia, donde se quedó sin espacio».
Convertido en el interlocutor formal y oficial entre el próximo gobierno provincial (del que será el número dos) y el mayoritario partido de la alianza gobernante, Henn, salió a desbaratar sin anestesia la movida de Barletta, y con ello la pretensión de éste de convertirse en la voz aglutinante del radicalismo en el Frente Progresista Cívico y Social en medio de las negociaciones para la designación del nuevo gabinete.
Ante una consulta de LaCapital sobre si respaldaría la postulación de Barletta como próximo presidente de la UCR a nivel nacional, el vicegobernador electo -que pertenece a otro espacio dentro del radicalismo santafesino- sorprendió diciendo que «no, porque Barletta no puede ser siquiera postulado para ese cargo. No está habilitado estatutariamente para aspirar a ser presidente del comité nacional, menos para ser electo como tal».
La idea de una corriente protagonizada por el grueso de los intendentes radicales del país para sostener a Barletta como el recambio de conducción nacional de ese partido se comenzó a discutir ayer en Córdoba y la idea entusiasma a los seguidores del intendente santafesino, quien termina su mandato el 11 de diciembre y no ocupará ningún espacio institucional.
No al engaño.«El intendente Barletta tiene razón en buscar posicionamientos. El se quedó sin espacio ni margen de maniobra política. Lo que no puede hacer de ningún modo su sector político interno es el engaño de pretender instalar la posibilidad de que será postulado a la presidencia del comité nacional porque sólo pueden ser presidentes quienes sean delegados al comité. Por la provincia de Santa Fe somos delegados al comité nacional Felipe Michlig, Carlos Torres, Analía Speir y yo», aguijoneó el vicegobernador entrante.
El artículo 19 de la carta orgánica del radicalismo dice que la elecciones estará a cargo de un comité nacional compuesto por los delegados al comité, cualquier excepción o modificación deberá solicitarse 45 días antes del 16 de diciembre próximo, fecha en que se deberá realizar la elección de las nuevas autoridades partidarias. Y conforme le dijo Henn a este diario, para elegirlo a Barletta «habría que modificar la carta orgánica, para lo que no hay tiempo antes de la fecha».
Consultado acerca de la posibilidad de que se lo elija a Barletta como delegado, insistió en que «cualquier elección de delegados va a ser posterior a la elección del presidente del comité nacional. Bastaría con que se presente otro y sea necesario un proceso electoral» y se mostró contrario igualmente a forzar las cosas: «Quien exige institucionalidad en el Frente no pueden violentarla con tales actitudes», criticó a su correligionario.
Vocación de poder.«No podemos estar entre la socialdemocracia y Macri porque es no ser serio. No se trata de querer un partido con vocación de poder, como dice Barletta. De la Rúa y el Grupo Sushi tenían vocación de poder, y sin embargo… Queremos posicionar al partido con una mira progresista. No me siento parte de un radicalismo que se mira el ombligo como si fuera el centro del universo y no se da cuenta del mensaje que nos está dando la sociedad. En la provincia no se puede pendular entre una crítica casi terminal al Frente y explorar espacios para la negociación de cargos», recriminó.
Exhortó al barlettismo a que sea «cuidadoso con las declaraciones porque el Frente Progresista no les pertenece sólo a los radicales y socialistas sino a toda la sociedad».
«Hoy muchos radicales que critican la alianza Alfonsín-De Narváez hace muy poco tiempo decían que era un mero acuerdo territorial en la provincia de Buenos Aires. Nosotros siempre dijimos que iba a modificar el lugar político e ideológico desde el cual le queríamos hablar a la sociedad», completó Henn. (La Capital)