El relato oficial atribuye la ejecución a Ahmed Al Shebani, de 18 años. La cadena árabe Al Arabiya lo identificó como quien disparó contra Gadafi, una vez capturado por los rebeldes. Shebani fue fotografiado con la pistola 9 mm. recubierta de oro que le arrebató a Gadafi.
De todos modos llama la atención que estando Gadafi custodiado por sus captores, apareciera un joven y por su cuenta se encargara de ejecutarlo como si nada.
Todo indica que el Consejo Nacional de Transición no quería a Gadafi vivo y menos un largo juicio público que pudiera dividir a Libia y que resultaría complicado para varios países y sus gobernantes, por las relaciones bajo cuerda que mantenían con Gadafi.
Además, la difusión de la fotografía del cadáver de Gadafi fue para demostrar que su tiempo había acabado.
La muerte de Gadafi coincidió con el anuncio del Consejo Nacional de Transición (CNT) de la «liberación» de Sirte, la ciudad natal de Gadafi, cuya simbólica caída marca el fin de la guerra civil.
Unos dicen que Gadafi pidió: «¡No disparen, no disparen!», cuando fue encontrado dentro de unas tuberías donde se había refugiado luego de un ataque contra el convoy que lo trasladaba.
Otro relato: «Hubo un intenso tiroteo contra su grupo y murió», indicó a Reuters el dirigente del CNT, Abdel Majid Mlegta.
El relato es confuso, probablemente adrede.
La OTAN confirmó que sus aviones dispararon contra un convoy en las inmediaciones de Sirte, pero no especificó si Gadafi iba a bordo de uno de los vehículos. El bombardeo tuvo lugar «aproximadamente» a las 08:30, hora local.
El ministro francés de Defensa, Gérard Longuet, explicó que aviones franceses identificaron y «pararon» el convoy militar en el que se encontraba Gadafi.
El convoy, de «varias decenas de vehículos», según declaraciones recogidas por los medios galos (aunque hay quienes afirman que solamente eran 15 unidades), fue detenido cuando intentaba huir de Sirte «pero no fue destruido por la intervención francesa», precisó el titular de Defensa.
Todo indica que los comandos que acompañaban a los combatientes anti-Gadafi o bien los satélites, rastrearon un convoy que intentaba salir de la localidad sitiada, y de inmediato aviones de la OTAN entraron en acción.
Según Longuet, combatientes libios intervinieron después y destruyeron los vehículos, «de los que salió el coronel Gadafi».
Esto quiere decir que el ataque de los aviones detuvo al convoy y desde tierra hubo otro ataque.
Aparentemente ahí quedó herido Gadafi, quien se refugió en los tubos de un desagüe donde fue encontrado y detenido con vida.
La noticia dio vuelta al mundo. Pero minutos después se informó que estaba muerto.
De acuerdo con los líderes rebeldes, los restos de Gadafi fueron trasladados a un «lugar secreto» en la ciudad de Misrata por razones de seguridad.
Misrata, bastión anti-Gadafi, fue una localidad muy castigada por las fuerzas de Gadafi en un contraataque de abril.
Los canales de TV Al Jazeera y Al Arabiya difundieron versiones contradictorias sobre el paradero del cadáver: según la primera, se encuentra en una mezquita; para la segunda, está en un centro comercial en el barrio de Souq Tawansa.
Según informó Al Arabiya, el CNT estudia enterrar al coronel libio en un lugar secreto.
Un doctor libio que trabaja en Misrata relató a un canal de televisión que Gadafi falleció por las heridas letales de bala que recibió en la cabeza y en el estómago.
En cualquier caso, tal vez nunca se sabrá con exactitud si el tirano se resistió, si había resultado herido horas antes por la OTAN o si fue uno de los combatientes quien le disparó, pues los nuevos líderes en Libia tienen un gran interés de mostrarlo como un cobarde que se escondía en un agujero al igual que lo hizo Sadam Hussein, detenido a finales de 2003 en Irak.
Si hubiera sido ‘cazado’ vivo, Gadafi podría haberse enfrentado a un juicio ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por ordenar el asesinato de civiles durante las casi 4 décadas que gobernó el país norteafricano con mano de hierro.
Aunque el régimen gadafista ya se había dado por derribado antes de morir su líder -este viernes 21/10 se cumplen 2 meses de la caída de Trípoli-, el fin del conflicto aún dependía simbólicamente de la toma de Sirte por los combatientes del CNT.
«Sirte ha sido liberada. Ya no hay más fuerzas de Gadafi», anunció el coronel Yunus al Abdali, jefe de las operaciones en la mitad este de Sirte, poco antes de que el tirano fuera capturado.
El presidente del CNT, Mustafá Abdelayil, ha declarado en numerosas ocasiones que la conquista definitiva de Sirte abriría la vía para el anuncio de la liberación de la totalidad del territorio libio. A continuación, los rebeldes deberían formar un Gobierno de transición encargado de dirigir el país hacia la democracia. (Urgente 24)