Contradicción: En el 2005 el socialismo apoyó el reclamo docente de bajar la edad jubilatoria
La propuesta de bajar la edad jubilatoria que hoy reclaman los docentes fue votada de manera favorable en 2005 por los legisladores del Frente Progresista, entre ellos el gobernador electo Antonio Bonfatti. Fue cuando se debatió la modificación del régimen jubilatorio. El proyecto que apoyaban impulsaba «los 25 años efectivos con aportes» (de los cuales alcanzaban «20 desempeñados como docente») y se contemplaba la edad de 53 años para la mujer y 58 para los varones, tanto del sector público como del privado. Si bien esa iniciativa no se aprobó finalmente, un repaso por la versión taquigráfica de aquella sesión parlamentaria permite recordar qué sostenía el oficialismo cuando era oposición.
De aquel debate pasaron sólo seis años. Jorge Obeid era el gobernador de la provincia y Carola Nin la ministra de Educación. Justamente, el proyecto presentado por el Ejecutivo (que modificó la ley 11.373 de 1996) es el que logró bajar la edad de 65 para los varones y 60 para las mujeres a 60 y 57, respectivamente, además de varios beneficios que los docentes terminaron aprobando luego en una asamblea provincial.
El otro proyecto que se discutió en la Cámara baja fue el de la entonces diputada del ARI Verónica Benas, muy ligada al sector gremial de los maestros. La iniciativa impulsaba —en líneas generales— que «podrán obtener jubilación ordinaria los afiliados docentes de cualquier cargo, nivel y modalidad, tanto de la jurisdicción oficial como privada, que acrediten 25 años de servicios efectivos con aportes, de los cuales 20 hayan sido desempeñados como docente, en cualquier cargo, nivel y modalidad, y 53 años de edad para afiliadas mujeres y 58 para afiliados varones».
El proyecto de Benas (lo acompañaban los diputados aristas Antonio Riestra, Aldo Strada y Alicia Gutiérrez) estaba sostenido por sólidos argumentos, propios de quien conoce el magisterio. «Se deberá tener presente que en la actividad docente no hay regulación de la jornada laboral, concebida como derecho del trabajador. El único tiempo que se reconoce es el presencial, o el de atención de los alumnos, desconociendo el tiempo de perfeccionamiento, el de trabajo institucional, el de preparación de clases o el de consultas», se esgrimía.
Se reconocían también los factores de riesgo propios de la profesión que atentan contra la salud de los maestros. En líneas generales, la idea proponía retornar a la ley provincial Nº 6.915 de 1973, la misma que hoy traen con fuerza al debate los docentes, y que esta vez el oficialismo rechaza.
«El mundo no está para ampliar la edad de los trabajadores para llegar al beneficio jubilatorio. Todo lo contrario: el mundo ha avanzado, está en bajar la edad, por un lado, para que puedan gozar mejor de la vejez y por el otro para facilitar el acceso al trabajo de los jóvenes», se expresaba en aquel debate el entonces diputado Alfredo Cecchi (PS, actual titular de la Lotería de Santa Fe) para argumentar a favor de la propuesta. Justamente lo que piden los docentes agrupados en Amsafé y Sadop.
Textual. La versión taquigráfica permite leer los argumentos de unos y de otros ofrecidos en la sesión histórica del 22 de septiembre de 2005. En aquella votación, 26 legisladores del oficialismo lo hicieron a favor del proyecto del Ejecutivo, que ganó.
En tanto, 20 legisladores se inclinaron por el que proponía bajar la edad jubilatoria, tal como ahora reclaman los maestros públicos y privados. Fueron los diputados socialistas, Juana Baudín, Raúl Lamberto (hoy presidente del Bloque del PS), Sergio Liberati (titular de la comisión de Educación de la Cámara baja), Lucrecia Aranda, Cecchi y Bonfatti.
También los representantes del ARI y autores del proyecto, además de los radicales Hugo Marcucci, Santiago Mascheroni, Juan Carlos Millet, Mónica Peralta, Federico Pezz, Daniela Qüesta y Mónica Tomei. Y también los entonces diputados del PDP Gabriel Real, Oscar Ritter y Héctor Jullier.
Esa aprobación se dio también en medio de una larga lucha del magisterio, que incluyó nueve días de paro y varias movilizaciones docentes. (La Capital)