Newell’s empató como local ante Godoy Cruz y Torrente dejó su cargo

Newell’s ganaba bien en el primer tiempo, pero se dejó estar y el Tomba lo aprovechó para estampar el empate, luego cuando quiso reaccionar ya era tarde, porque entre la desesperación y la impotencia de los delanteros se quedo con un empate que tiene sabor a poco, casi a derrota. Torrente presentó su renuncia como técnico y la comisión directiva finalmente aceptó su dimisión.

Newell’s tenía todo a pedir de boca. Estaba arriba en el resultado, luego de haber jugado mejor en la primera etapa y de haber tenido las mejores chances. Había sido muy superior a su rival. Pero otra vez chocó con la misma piedra. Primero al desperdiciar las chances que tuvo en el primer tiempo y luego al dormirse y ceder la inciativa, lo que hizo que lo terminara pagando durísimo, porque, tras un mal pique del balón y la indecisión entre Pellerano y Peratta, Godoy Cruz llegó al impensado empate, más allá de que en el complemento se había adelantado en el terreno. Al final, el 1 a 1 fue un excesivo castigo para la Lepra, que de esta manera veía como se iba extinguiendo el proceso de Javier Torrente al frente del equipo.

Pasada la medianoche, el técnico dijo en conferencia de prensa que presentó su renuncia y finalmente se supo que no continuará al frente del equipo rojinegro.

Con este empate, los rojinegros llegaron a su sexta igualdad en el torneo, además de un triunfo y dos derrotas, lo que los coloca en la 16ª posición en la tabla y perdiendo puntos valiosísimos para no complicarse con el promedio en el futuro cercano.

Las causas de este empate hay que buscarlas en los problemas recurrentes que tuvo la Lepra en la definición, donde otra vez resultaron clave la inoperancia, la impotencia y el nerviosismo y la desesperación de los delanteros, porque si bien es cierto que generaron muchas situaciones, también es real que se equivocaron bastante, como en el mano a mano de Pérez, o en el cabezazo de Aquino al lugar donde estaba el arquero, tras un excelente centro de Sperduti, o en el toque del balón de Aquino, que dio en el palo cuando llegaba de frente y tenía el arco a su disposición, tras un notable centro de Valencia.

Lejos quedaron a esta altura las imágenes del primer tiempo donde Newell’s paseó su superioridad ante el Tomba a lo largo de toda la etapa, donde fue más punzante y profundo, pero en la que, como otras veces, le costó mucho llegar al desnivel.

Y cuando parecía que otra vez se iba a quedar en los merecimientos, apareció el paraguayo Aquino, a los 36′, cuando empujó al gol un centro de Bernardi, tras una buena asistencia de Figueroa.

El complemento fue diametralmente opuesto, porque Newell’s cedió la iniciativa ante un Tomba que se adelantó en el terreno y con poco empezó a complicar a los rojinegros, al punto que a los 14′ llegó al empate de Castillón, tras un mal pique y posterior error compartido de Peratta y Pellerano.

El machacar posterior de la Lepra yendo con más amor propio que fútbol a buscar el triunfo no alcanzó, pese a contar con numerosas situaciones de gol, aunque la impericia, impotencia, desorden y nerviosismo hicieron que, al igual que en otras ocasiones, el equipo se quedara nuevamente en la puerta de una victoria que mereció por lo hecho a lo largo de todo el partido. Porque si bien esa desesperación y vorágine hizo que Godoy Cruz también sumara situaciones en el complemento, en el marco de un encuentro intenso y por momentos de ida y vuelta, la Lepra siempre resultó superior a su rival. Tanto como en muchos de los partidos anteriores. Pero al igual que en los partidos anteriores este equipo terminó pagando en el resultado esa falta de eficacia y contundencia en el arco rival. Algo que no sólo lo terminó condenando a la posición que tiene en la tabla, sino que también marcó el final del ciclo de Javier Torrente al frente del equipo. (La Capital)